Megumi Fushiguro x Tn | ¿Quién es ella?

CAP 10

POV T/N

-Prueba a elevar más el hombro- Maki me estaba ayudando con mi postura para mejorarla mientras el resto estaba entrenando combate.

-Gracias Maki- hice lo que ella me dijo y seguí golpeando al saco que me había puesto.

-Chicos- Gojo apareció con nosotros -se ha detectado una actividad anormal de energía maldita en una de las montañas de rodean Tokyo- hizo una pausa -T/N quiero que vayas y aprendas a luchar contra maldiciones de verdad, Fushiguro ve con ella y supervísala, si se complica algo volved, Ijichi os llevará- asentí dejando el palo con el que entrenaba en el suelo.

-Seguiremos luego Maki- Me despedí de los chicos para ir a mi habitación a cambiarme.

Esta mañana me llegó mi nuevo uniforme, le pedí unas cuantas modificaciones para que sea más cómodo en las misiones. Me vestí, ahora tenía unos pantalones tipo jogger de color azul oscuro y en la parte de arriba un top ajustado de manga larga, los zapatos eran unas botas transpirables que tenían muy buen agarre, ahora iba a poder luchar mucho más cómoda.

-Vamos T/N- Fushiguro llamó a la puerta de mi cuarto así que terminé por coger la katana y salir -no tardes tanto en prepararte la próxima vez- empezó a caminar por lo que yo le seguí, últimamente no me molestaba tanto, cosa que agradecí

-Perdón- suspiré mientras miraba al frente -creo que he mejorado mucho espero que esta vez se me de bien-

-es tu segunda misión, ¿no?- me miró de reojo por lo que yo asentí con la cabeza -vale- llegamos donde Ijichi se encontraba, estaba hablando con Gojo

-Hola chicos- el alto nos saludó cuando nos acercamos -recordad que la misión es investigar y limpiar la zona, si os encontráis en peligro huid-

-Vale- respondimos los dos a la vez

-Perfecto, Ijichi llévalos y tráelos de vuelta, nos vemos chicos- el profesor se dirigió hasta dentro del edificio

-Montad- Fushiguro y yo nos montamos en la parte de atrás e Ijichi empezó a conducir.

-¿está muy lejos?- pregunté mirando a Ijichi por el retrovisor

-No mucho, solo son 15 minutos- el viaje fue tranquilo, no hablábamos ninguno, tras 5 minutos logramos salir de la ciudad y nos dirigimos a la montaña.

-¿nieve?- me extrañó mucho, aún no había nevado en la ciudad ni hacia el suficiente frío como para que lo hiciese.

-No puedo avanzar más, os dejo el resto- Ijichi apagó el motor y nosotros nos bajamos -si pasa algo iros- nosotros asentimos y nos adentramos a la montaña.

-Hace frío- me abracé a mí misma por los hombros.

-Tiene que ser cosa de una maldición- Fushiguro juntó sus manos creando un hocico de perro -perro demonio- el perro negro salió y vino a mí a acariciarme.

-Hola chico- le acaricié la cabeza mientras el perro me lamía la otra mano

-No desconcentres a mi perro- dijo gruñendo a mí lado -ayúdanos a encontrar la maldición- el perro se separó de mí y empezó a andar mientras olisqueaba el terreno.

-Espero no resfriarme- yo seguía murmurando para mí en voz baja.

-Si en algún momento nos tenemos que separar y estás en peligro grita muy fuerte- Fushiguro me sacó de mis pensamientos.

-Vale, haz lo mismo-

-Yo no voy a necesitar tu ayuda- engreído.

-Que raro- dije sarcásticamente

-No es mi culpa ser mejor que tú- ya empezamos

-Tampoco es la mía no recordar nada- rodé los ojos mientras miraba a donde nos iba dirigiendo el perro

-Seguro que fue alguna tontería o tus padres te abandonaron- sentí como mi corazón se partía.

-Que narices te pasa conmigo, no te he hecho nada, intento ser amable contigo, trato de no molestarte y tú sigues jodiendo, déjame en paz joder, entiendo que no te pueda agradar y no te fíes de mí pero por favor, déjame en paz quiero estar tranquila, al menos antes tenía a Itadori para desconectar ya no tengo nada y tú no ayudas- estaba cansada, tenía frío y lo último que quiero ahora es estar con Fushiguro.

Mi compañero solo se quedó callado así que me paré en seco.

-Voy a ir por aquí- me desvié sin dejarle responder, no quería estar con él.

Iba andando y con un frío que cada vez aumentaba más, sentía que en cualquier momento mi sangre se congelaría.

-Hola- una voz detrás de mi me hizo dar media vuelta, era una maldición que también hablaba y eso solo podía significar una cosa.

-Mierda- mediría casi 3 metros, estaba cubierta de hielo y no tenía cara, ¿cómo hablaba?

-Estaba deseando que te separases del pelinegro, que presa fácil- se empezó a acercar a mí por lo que retrocedí, no iba a poder contra esta maldición yo sola.

-FUSH- antes de que pudiese terminar la frase la maldición corrío hacia mí y me tapó la boca, que veloz

-No, no, esto es entre nosotros pequeña, no llames a tu amigo, además habéis discutido ¿seguro que él va a querer venir a salvarte- imbécil claro que vendrá. No podía hablar su mano me lo impedía.

Me soltó de golpe haciéndome caer sobre la nieve y antes de que pudiese reaccionar me pisó la espalda impidiéndome levantar. Intenté hablar pero no podía.

-Te he congelado la boca, estarás unos cuantos minutos sin poder hablar- la maldición se sentó encima mía mientras que yo sentía como el hielo me estaba empezando a quemar la piel -tienes algo muy valioso que yo quiero pero no sé conseguir- hizo una pausa mirando a una cueva que había enfrente nuestra -hacía 500 años que no veía a alguien como tú-

Se levantó y me cogió del cuello para levantarme a su altura cortando mi respiración, tenía todo el cuerpo entumecido y no podía moverme -me das asco- me tiró hacia el interior de la cueva haciéndome volar unos 20 metros impactando sobre unas piedras. Ni si quiera tuve la oportunidad de defenderme, no sé quién era este ser pero era demasiado poderoso para que yo pudiera con él.

-Ahora no sentirás nada de tu cuerpo, ni podrás moverte, pero quiero que le des un mensaje a Gojo- la maldición se acercó a mí quedando a centímetros de mi cara.