𝐡𝐞𝐚𝐥 𝐦𝐲 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 ━━━━━━━━━━Lya, la hermana menor de la familia imperial del reino de occidente, tuvo una vida algo pesada por querer cuidar de más a su familia. ahora que su hermano mayor Henry asumió el trono le dio libertad de hacer con su...
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—es todo un honor que la archiduquesa nos acompañe — las damas comían de las deliciosas galletas, tomando el cálido té.
—al contrario, es un honor para mi que me abran las puertas de la sociedad de Oriente— su rostro angelical brillaba. Todo su aspecto había sido fríamente calculado, con aquellos colores pasteles y su aroma elegante y dulce no era más que una pequeña nube de dulce algodón. Perfecta para averiguar lo que necesitaba y al mismo tiempo lograba infiltrarse en la sociedad oriental.
—que adorable— una de las mujeres, la más mayor cubrió levemente su rostro riendo por lo adorable que ella se veía.
—es usted muy joven, ¿es cierto que esta casada?— otra de ellas pregunto con curiosidad.
—si, tengo 18 y ya tengo tres años casada —le dio un trago a su té —¿escuche que la emperatriz nos acompañaría?— intento cambiar el tema, aunque se lo esperaba definitivamente no estaba siendo capaz de continuar con ese tema.
—¿eh? Ah, si. Nuestra Emperatriz llegará un poco tarde, pero estará aqui— entre ellas se vieron y decidieron dejar el tema. Momentáneamente.
—¿que le ha parecido su estancia en el imperio?— la misma joven que había hecho la pregunta, una dama de una familia no muy reconocida, pero que tenía algo de impacto social debido a su amistad con los Trovi.
—es muy agradable. Jamás había salido de occidente... y tenia algo de miedo, pero he quedado maravillada con los paisajes, además la gente aquí es tan amable— jugó un poco con la cuchara al agregar un poco más de miel.
—lamento la tardanza — antes de que las damas pudieran halagarla la imponente mujer rubia, la emperatriz Navier llegó.
De inmediato todas se levantaron a saludar con educación. —muy buenas tarde, emperatriz — todas sonreían emocionadas por la presencia de ella.
—pueden sentarse— les indicó una vez ella tomó su propio asiento en un extremo de la mesa. A su lado derecho la archiduquesa la veía con una amable sonrisa, ofreciéndole galletas.
—la archiduquesa las trajo, están deliciosas — la mayor de ellas, quien se encontraba frente a Lya y al lado izquierdo de la emperatriz le dijo cuando la vio confundida.
—muchas gracias— su semblante era distinto que en las apariciones que vio en el banquete. Se veía tan relajada, amable, le generaba tanta paz.—son realmente deliciosas — le sonrió.
—ah... muchas gracias, estoy sin palabras al recibir sus halagos— cubrió su rostro apenada.
—aww nuestra emperatriz a logrado poner nerviosa a la archiduquesa —la princesa de Meridional quien estaba a su lado se burlo de ella.
