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Pasaron 3 meses aproximadamente, después de quel incidente Jungkook no le dirijio la palabra a Jimin, siempre evitaba verlo, salía muy temprano para no verlo en la mañana y regresaba muy tarde cuando Jimin ya estaba dormido, los fin de semana se iva temprano a casa de su madre y regresaba de igual forma hasta la noche.

Jimin comenzó a sentir mucho su ausencia, se dio cuenta que la compañía de Jungkook le hacía mucha falta y le dolía ver como este evitaba hasta verlo, siempre que intentaba hablar con él se quedaba dormido porque el sueño lo vencía y en la mañana nunca lograba despertar más temprano que el, aveces lloraba porque sentía la necesidad de estar con él, era como si necesitará su cariño, su protección, sus caricias, su olor, su presencia, simplemente necesitaba todo del el y no sabía porque, bueno si lo sabía pero se negaba a aceptarlo.

Aunque todo era tan claro Jimin era una persona tan necia que nunca aceptaría que estaba enamorado de su futuro esposo, si cualquier persona escucha eso diría que es normal amar a tu futuro esposo, pero Jimin lo veía de otra manera porque Jungkook literalmente lo compró, compro a su prometido, compro el amor de una persona como si fuese animal, además se había hecho una promesa a sí mismo y era que nunca volvería a enamorarse, no quería volver a sufrir por desamor, era un dolor tan feo llevarte una decepción de la persona que más amas, no quería volver a experimentar esa sensación de nuevo.

Su boda con Jungkook era en aproximadamente 2 meses, faltaba muy poco y en realidad ya todo estaba listo solo faltaba que los novios eligieran el par de anillos que desearan, Jimin le mando a decir con la señorita de la limpieza que tenían que ir juntos pero Jungkook siempre respondía que fuera Jimin solo, a él le daba igual como fueran los anillos, obviamente a Jimin una persona enamorada pero sin aceptarlo, le dolía el corazón ante la respuesta de su futuro esposo. Cuando le informaron que se casaría nunca pensó que en algún momento le fuera hacer tanta ilusión casarse como ahora, ahora ya tenía ganas de casarse y andaba tan emocionado organizando los últimos toques de la boda.

Jimin no sabía que Jungkook sabía cada movimiento que el daba, la señorita de la limpieza era la que le informaba todo sobre el omega, si comia o no, si dormía como debía ser, también sabía sobre la emoción de Jimin sobre la boda, cuando escucho esto por primera vez lo tomó como una broma de mal gusto, pero después se fue dando cuenta de que era verdad, Jimin de verdad estaba emocionado por casarse, esto le parecía tan extraño tenía tantas ganas de preguntarle personalmente, extrañaba tanto a su pequeño omega, pero no se acercaría de nuevo a él, no volvería a hablar con él ni tocarlo nunca más, tenía sus motivos para no hablarle.

La mayor parte del tiempo Jimin se mantenia ocupado con la organización de la boda que se olvidaba en momentos de Jungkook, olvidaba el dolor que le causaba su indiferencia, pero las veces que no estaba ocupado su mente solo se enfocaba en pensar en el, muchas veces por la noche estuvo a punto de entrar a su recamara pero después se arrepentía y regresaba a su habitación a llorar, sentía como si parte de el fuera destruida, no podía enamorarse de alguien con solo conocerlo tan poco, pero aún así, aunque no lo conocía del todo, lo poco que conocía hacía que lo amara más y más.

Pasaban los días y Jimin seguía con lo de la boda, había cambiado todo a su gusto porque una persona había preparado todo pero en ese momento a Jimin le daba igual, ahora ya no así que volvió a reorganizar todo de nuevo desde 0, solo faltaban los anillos pero no se atrevía a comprarlos solo, quería que Jungkook fuera con el como la pareja de comprometidos que eran, decidió que no mandaría a la señorita de limpieza, iría el personalmente a pedirle que lo acompañará a comprarlos, estaba muy nervioso porque tenían 3 meses y medio sin dirigirse la palabra, ni tampoco verse, solo se veian de lejos y no era mucho tiempo eran unos pocos segundos.

Salió de su habitación y bajo las escaleras hasta el despacho de Jungkook, las luces estaba encendidas eso era señal que estaba ahí y que regreso más temprano de lo normal ese día, con cuidado se acercó a la puerta y tocó, nadie respondió haci que tocó de nuevo y está vez si respondieron.

AMOR ETERNO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora