ੈ✩‧₊˚Un cambio inesperadoੈ✩‧₊˚

𝗖𝗔𝗣Í𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟯 - 𝗡𝗨𝗘𝗩𝗢 𝗛𝗢𝗚𝗔𝗥 𝗗𝗘 𝗩𝗘𝗥𝗔𝗡𝗢...

⚠ ¡¡AVISO, ESTÉ CAPÍTULO CONTIENE UN POCO DE VIOLENCIA/ABUSO!! ⚠

*DESPUÉS DE UN RATO...*

El chico se para y mira la hora, algo preocupado, mierda, él ya llegaba tarde para llegar a su casa, ya que se supone que él ya debería estar en su casa. Andrés también se para y mira al chico extrañado.

-" Oye, ¿qué pasa? ¿Por qué te has parado?"-

Preguntó Andrés al chico peli castaño con curiosidad y se asomaba un poco para ver que estaba viendo el chico.

-" Ah, no es nada, es que ahora mismo me tengo que ir a mi casa... ¿Te importa si puedes seguir tú hasta esa calle? Solo tienes que seguir adelante hasta ver un cartel donde pone esa calle..."- 

Dijo el chico sin esperar a que Andrés respondiera esa pregunta y él rápidamente se va corriendo hacia la otra dirección, dejando a Andrés muy extrañado de ese chico y se queda ahí parado mirando al chico correr sin saber que hacer, pero se da cuenta de algo, él aún no sabía el nombre del chico después de pasar un pequeño tiempo juntos.

-"Joder... sí que soy un estúpido de no preguntar su nombre..."-

Pensó Andrés algo molesto consigo mismo y él empezaba a caminar otra vez como el chico dijo que tenía que caminar recto hasta encontrar ese cartel. 

Después de unos minutos, él llega a ese cartel que ponía esa maldita calle que a él le costó encontrar: "Calle Santa Giennah". Él mira a su alrededor y encuentra una casa de campo, una grande de color blanco con efecto de viejo y el tejado de un color teja, uno clásico. Él dudaba un momento si esa era la casa de sus abuelos, ya que él nunca los había visto en persona por una razón desconocida.

Andrés camina hacia el porche de la casa, observando que hay dos mecedoras por ahí. Él respira hondo y con un ligero temblor en las manos toca el timbre, él no sabia como iba a reaccionar sus abuelos al verlo, porque él no lo conocían ni él a ellos.

De repente, una anciana con gafas y su pelo castaño y canoso abre la puerta, algo más baja y menos vieja que Andrés se hubiera imaginado. Ella mira al joven con curiosidad y Andrés respira hondo antes de hablar.

-" Hola, Buenas tardes, ¿usted es la señora Florencia?"- 

Dijo Andrés con un poco de nervios a la anciana, ya que no sabía si realmente era su abuela, no sabe por quá está tan nervioso, puesto que a él esto nunca le había pasado.

-" Se mio nipote, eres mi Andrés, ¿verdad?"-  

Dijo la anciana con toda la seguridad posible. 

-"Sí, pero como-..."- 

La anciana cortó las palabras de Andrés antes de que diga algo más. Andrés también estaba algo sorprendido, ya que la abuela lo reconoció al instante con mucha seguridad si ellos aún no se habían visto en persona.

-" Por tus ojos, piccolo, son igualitos a tua madre, azules como el mar. Bueno, mi piccolo, entra a la casa y saluda también a tu nonno "- 

Dijo la abuela con una sonrisa en su rostro y dejaba pasar a su nieto.

-"Muchas gracias, nonna..."-

Dijo Andrés a su abuela con una pequeña sonrisa cansada por al fin encontrar la casa de sus abuelos y él le da un abrazo a su abuela antes de entrar, la verdad es que la abuela era muy cariñosa y comprensiva con Andrés sin conocerlo bien, solo lo amaba, ya que era su nieto...