Pt. 10: Culpa

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Narra Roberto

Ha pasado una semana desde que Topo entró en un coma por comerse esas malditas pastillas, y aún sigo en shock por eso. Me siento culpable, muy culpable.

Tengo una doble personalidad desde los 14 o 15 años, pero nunca me he molestado en ir a terapia o tomar medicamentos, porque nunca había hecho sentir tan mal a alguien antes. No a un punto donde intentaron suicidarse.

Todos los días visito a Topo, ya que no tengo ganas de hacer nada más. Solo voy a su habitación y me siento a su lado en silencio. A veces acaricio su mano o escribo canciones para ocupar mi mente. Me aterra la idea de que Gustavo no despierte y tener que cargar con la culpa de que alguien se haya quitado la vida por mi falta de control y por negarme a buscar ayuda.

No fui al estudió por un buen tiempo por visitar a Topo, no hasta que termine de escribir la letra de una canción: Tiburones en el bosque. Tuve que ir al estudió y no pasar a ver a Gustavo para mostrar la letra, y ver que ideas tenían para el ritmo.

Estuve platicando con los otros miembros, a los 3 les gustó la idea de la canción, por primera vez en este álbum no dudaron de la letra.

Comenzamos a dar ideas para el ritmo, y así nos la pasamos toda la tarde, estuve muy entretenido, a tal punto en el que me olvidé por completo de la culpa que sentía por lo que le había pasado a Topo, no hasta que me preguntaron por el.

— Ey, Rober, vos que siempre visitas a Topo, ¿como anda? ¿Esta mejor que antes? — Cuando Alvin me pregunto eso, no supe que responder, se me hizo un nudo en la garganta al escuchar eso.

— ¿A vos que mierda te importa si el esta bien o no? — le respondi, no estoy orgulloso de haberle respondido así, pero los nervios me ganaron.

— Che, esta bien que estés alterado por el tema de que el esta en coma y todo pero tampoco te pongas así — Marrero me intento calmar, poniéndome la mano en el hombro. Yo, en otro momento de ansiedad, le di un manotazo, tomé mi mochila y sin decir más me largué del estudio y fui en dirección al hospital.

Tarde un buen rato en que me dejaran pasar a ver a Topo, y aunque antes no le hablaba, esa vez, lo vi necesario.

— Hola Topito... ¿me puedes escuchar, no? — dije tratando de mantener mi voz firme, aunque me sentía tan culpable y miserable en ese momento.

Una cosa que sabía de Topo, era que le encantaba ver los juegos de la selección francesa de fútbol, y como no sabía que decirle, comencé a hablarle de los partidos que habían jugado.

—Mira, el jueves pasado Francia le ganó 4-2 a España, y este jueves le ganaron 5-1 a Portugal, de seguro les va a ir bien en el trofeo que viene, voy a ver si un día te puedo llevar a verlos jugar un partido allá en Europa para el mundial o lo que sea, seria genial... — y así seguí hablando con el por unas 2 horas, no paraba de acariciarle la mano, y en una de esas, sentí que me apretó.

Me ilusioné mucho con la posibilidad de que Topo despertara pronto. Me acerqué a contarle a un médico lo sucedido, pero me explicó que solo eran espasmos musculares y que Topito no había apretado mi mano voluntariamente.

Cuando me fui de allí, empecé a llorar. Extrañaba escuchar la voz de Gustavo, incluso si me insultaba. Solo quería escucharlo hablar de nuevo. Pero al mismo tiempo sentía que no merecía llorar o sentirme mal por ello, yo había ocasionado todo eso, me lo había buscado.

Para ya no estar tan alterado, llegando a casa me tire a la cama a dormir, no queria seguir pensando en Gustavo y pensaba que si dormia me olvidaria de el por un rato, pero no fue así.

...

Era un sueño, pero se sentía tan real...

Por alguna razón, estaba parado en un escenario, el cuál reconoci de inmediato, era el escenario donde Topo y Marre habían hecho su audición para entrar al cuarteto.

Apenas asimile donde estaba, sentí que alguien me tocó el hombro, me volteé para ver quien era, y vi a Gustavo, sonriéndome y extendiendome la mano.

— ¿Necesita ayuda? — me dijo, ya había vivido lo mismo hace 14 años, pero me gustaba recordarlo, extrañaba demasiado escuchar su voz y ese recuerdo de él hablándome por primera vez, me hacía sentir demasiada nostalgia.

—N-No, no necesito ayuda por ahora Gustavo, gracias por preocuparte

— Bueno, cualquier cosa me la puede decir a mi, estoy dispuesto a escucharlo y ayudarlo, ¡gracias por haberme elegido como el nuevo guitarrista de la banda! — Topo se acercó a mi y me dio un abrazo, sentía que ya no podía aguantarme las ganas de llorar en ese momento.

— De nada, tu y tu amigo lo hicieron fantástico, bienvenidos al cuarteto

— Créame, sin importar que tan mal este lo que vos hagas, te voy a defender y proteger, eres la persona que más admiro y aprecio ahora mismo — y pensar, que a la misma persona que me dijo eso le quemé los brazos con agua hirviendo, le clave vidrios en las piernas, le cause inseguridades, insulte a más no poder e hice que se intentará suicidar, soy alguien despreciable con mi segunda personalidad. Soy el culpable.

Y justo en esa parte del sueño, me desperté al escuchar mi teléfono sonar, era una llamada del hospital. Conteste, y me dijeron que Topo había despertado...
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Nota del autor✍️:

Jaja, no mames, SE ME PERDIERON LOS UNICOS DIBUJOS QUE HABJA HECHO BIEN AHHH

En fin, no tengo nada importante que decir, chauuu

En fin, no tengo nada importante que decir, chauuu

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El porfiado [Titopo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora