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Ella abrió los ojos lentamente.
El techo pintado de blanco fue lo primero que vio. Un poco borroso, poco a poco todo se fue aclarando, se sentía un peso al otro lado de la cama, y cuando el otro lado del colchón se movía ya sabía qué era.
O mejor dicho, quién era.
Alice había permanecido a su lado durante todas las horas que estuvo durmiendo. Esperando pacientemente a que su hermana regresara y deseando que el dolor insoportable hubiera pasado.
Rosalie giro la cabeza para mirar a la pequeña criatura de pelo muy corto con la espalda apoyada en la almohada.
Alice le sonríe a Rosalie quien, todavía somnolienta, no pudo devolverle la sonrisa.
—¿Como se siente?— preguntó Alice pacíficamente. Su sonrisa había desaparecido y ahora esperó atentamente.
—Sueño.— Rosalie se estiró mientras se sentaba en la enorme cama. La debilidad que se había apoderado de ella era enorme.— Siento que podría dormir el resto de la semana y todavía estaría cansada.
—Perdiste mucha sangre.— murmuró Alice.
Sí. Había perdido mucha sangre. Rosalie recordaba claramente la cantidad de líquido escarlata que había corrido entre sus piernas.
—¿Qué pasó Alicia? ¿Quién era esa mujer? ¿Por qué me atacó? — las preguntas vinieron disparadas como balas.
Alice se removió incómoda en la cama. Empujándose hacia adelante, cambió de posición y se sentó en el colchón, de modo que ahora estaba frente a Rosalie.
—Me asusté mucho.—hace una pequeña pausa. Una mueca de dolor se formó en su rostro al recordar las imágenes. — Nunca había visto una mujer así. Ni siquiera entre los retornados. Ella no era humana, pero tampoco era nada que conozcamos.
Se hizo otra pausa.
—Yo estaba desesperada. La atacaría en cuestión de horas. No podía decirle la verdad a los demás porque asustaría a Renesmee. Así que urdí un plan. Llamé a Jacob y me mantuve alejada de Edward. Jasper me ayudó con las emociones y mientras todos se habían ido, yo me salí. Soborné a un piloto de jet privado para que me llevara a Seattle y literalmente corrí hasta aquí.
Rosalie estaba toda ansiosa, esperando la revelación final de Alice.
—Lo que ella te hizo a ti... ¡oh Rose! Ella te mataría. ¡Ví! Te desangraría hasta morir sin piedad ni piedad. Si Jacob no hubiera llegado a tiempo...
—Dijo algo sobre que alguien necesitaba morir para que alguien más pudiera vivir.— reveló Rosalie.
Sí, recordaba claramente esta parte.
"Su sangre traerá vida".
¿La sangre de quién?
—Ella quería matarme. Pero era como si en realidad quisiera matar a alguien más.— Sus ojos entonces miraron a los de Alice. — ¡No entiendo nada! ¿Qué quería Alice?
