"Disfruta la Isla"
No solo había sido lo primero que les habían dicho cuando subieron al tren a la famosa Quesadilla Island, era lo que casi todo el tiempo de trabajadores en ese lugar abandonado por los dioses parecían repetir como una grabadora.
"Enjoy the Island"
El famoso Angel de la Muerte, ex-gobernante del Imperio Ártico, ahora se encontraba en una Isla donde no podía volar libremente y donde parecía no haber ninguna salida.
Dónde la conexión con su diosa parecía limitada y dónde los peligros siempre estaban presentes, tal vez solo por eso, Philza decidió quedarse en el muro que habían destruido el primer día.
Allí sería su hogar.
Durante los meses siguientes, comenzó una rutina para mantenerse activo y atento a su alrededor, rutina a la cual le agarro un gusto.
Despertaba antes de que el sol saliera por completo para poder saludar a la luna cuando está comenzaba a desaparecer en el horizonte, un desayuno que consistía de un poco de pan y comenzar a revisar los cultivos y arreglos que tuviera que hacer durante el día en el muro, ya fueran construcciones pequeñas o simplemente elegir si plantaría los árboles en la cima o los dejaría en el suelo.
Cosas que a nadie más le importaría, solo a él, o eso solía pensar.
Durante sus visitas para convivir con los demás habitantes de la isla, fue cuando le conoció por primera vez. Estaba con ¿Roier?, un chico un poco más alto que él, con el cabello negro y una máscara que parecía ser de un esqueleto que cubría la mitad de su cara.
Podía sentir algo extraño en quien era más alto de los 3, una conexión con la muerte que no había sentido en nadie más, pero simplemente la ignoro, tal vez era su propia conexión que jugaba con sus pensamientos.
La siguiente vez que se encontraron fue por una misión que La Federación , tenia para los habitantes de la isla. Habían encontrado a unos niños (al parecer híbridos de dragón), abandonados por culpa de la explosión que se había hecho ante la destrucción del muro donde él vivía ahora y querían que los ayudarán a cuidarles.
No lo harían solos, claro que no, serían puestos en pareja y aunque no creía en la suerte, fue una grata sorpresa cuando le toco cuidar de uno de los niños con el chico de la máscara de esqueleto.
"Missa, es un gusto."
Por fin conoció su nombre, y era uno muy bonito, o eso pensaba el Ángel quien se acercó a uno de los niños con su ahora compañero, al niño (a quien terminaron llamando Chayanne por petición de Missa), era bastante energético y curioso, ese mismo día decidieron que sería más fácil que ambos vivieran juntos.
Por lo que la rutina de Philza cambio a ser menos monótona.
Seguía despertando antes que el sol, y ahora su compañero para poder saludar a la luna, sin embargo, pasaba más tiempo en la cocina para intentar preparar un buen desayuno para Missa y Chayanne.
La parca terminaba por despertar 1 hora después que el Ángel para ayudarle en las labores del hogar que ahora compartían y dejaban al pequeño guerrero durmiera un poco más, cosa que duró poco, pues el niño comenzó a despertar poco después de Missa o inclusive a la misma hora que Phil.
Estaba tomando la rutina de sus padres, pues estaba creciendo el amor a ellos.
Cuando menos se dio cuenta, la soledad que el Ángel había estado sintiendo durante sus primeros meses desapareció, y estaba siendo reemplazado por el calor de una familia, le ayudaba a sentir que tenía otro propósito en aquella Isla.
Chayanne le hacía feliz.
Missa le hacía feliz.
Después de mucho tiempo en soledad, Philza volvía a sentir felicidad.
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31 days || Deathduo ||
FanfictionReto de escritura. //No prometo terminarla por qué soy estudiante de Universidad :D//