12

908 128 6
                                    

|| Semi - Canon ||

◞───────⊰·☘️·⊱───────◟

Las tardes en Quesadilla Island eran calurosas.

Ese día el Ángel parecía estar más incómodo que de costumbre, pues además del calor, sus alas parecía que necesitaban un buen cuidado, algo que había descuidado desde el primer ataque del código.

La parca lo noto al momento, más cuando su hijo abrazo al cuervo y con un mal movimiento, tocó una de las alas que estaban molestándolo, logrando que hiciera una mueca pero que ningún sonido saliera, para no preocupar al pequeño guerrero.

Pero cuando iba a decir algo, la pequeña amapola se adelantó.

Las tardes en Isla Quesadilla eran muy calurosas, ¿Por qué no ir a la playa?.

Preparando las cosas y tomando la Waystone a su pequeño paraíso donde los niños podrían jugar en la blanca arena, pescar y nadar mientras ambos padres les cuidaban.

"Phil"

Hablo Missa, después de que llevaban un rato ya en aquel lugar, logrando llamar la atención del avian.

"Tus alas"

Señalo aquello que colgaba en la espalda de Phil, quien intento quitar peso al estado de sus alas con un movimiento de manos, algo que no gusto a la parca.

Sentándose detrás de su esposo quien al principio si salto, pues sus instintos le decían que nadie más que él podía toca.

Pero, era Missa, Missa era su familia.

Tal vez con el podía hacer una excepción.

"Do you know how to do this?"

Pregunto el Ángel, un poco nervioso, logrando que la Parca riera levemente mientras con mucho cuidado comenzaba a pasar sus dedos entre las delicadas plumas.

"Yo era quien cuidaba las alas de Quackity cuando lo pedía."

Por fin contesto el mexicano.

Por esos minutos, tanto Missa como Philza se quedaron callados, en aquel pequeño paraíso, solo se podía escuchar la risa de sus hijos y las muy pequeñas olas que golpeaban la orilla de la playa.

El ángel tomo aire, comenzando a relajarse con el tacto de la parca en sus alas y el sueño comenzaba a llegar a él.

Era relajante, era cálido.

Missa estaba siendo extremadamente cuidadoso y eso hacia que se sintiera más tranquilo.

No se dio cuenta cuando sus dos hijos se acercaron a ver qué hacian, tomando las plumas que se desprendían con facilidad y poniéndose a jugar con ellas mientras el Avían simplemente se debatía si seguir despierto y dejar que el poco sueño que comenzaba a llegar le ganará.

Missa por su parte, observaba cada reacción que el cuerpo del Ángel hacia, como intentaba no cabecear o simplemente pequeños temblores que aparecían en su cuerpo cuando tocaba ciertos lugares de sus alas.

Era fascinante.

Philza era fascinante a los ojos de Missa.

Terminando unas horas después, casi a nada de que el sol se pusiera, ambos padres decidieron que pasarían la noche en esa cabaña.

Algo que emociono al guerrero y la amapola.





31 days || Deathduo ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora