31 days || Deathduo ||

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//Non-canon//

─────❲☘️❳ᝰ

Las mañanas era un momento de tranquilidad en la Isla Quesadilla y ese mérito se tenía que dar. El ver el amanecer desde el muro era una experiencia inolvidable.

El Ángel, quien aún yacia algo enfermo, no podía jamás perderse ese espectáculo y está vez podía mostrarlo a Missa junto con sus hijos, por lo que desde antes que se levantará el sol, ya estaba despierto.

La parca, por su parte, despertó gracias a los sonidos en la cocina, confundido por no ver al cuervo que debía estar descansando a su lado, dirigiéndose a la cocina donde le pudo ver.

En silencio, acercándose con cuidado y buscando no lastimar sus alas, el más alto abrazo al británico por la espalda, depositando un suave beso en la cabeza del mismo.

"Vuelve a la cama, mi cuervito."

Un murmuró, una petición, Missa llevo una de sus manos a la frente de a quien abrazaba, aún la sentía algo caliente.

Eso no le gustaba.

"I'm okay, Missa."

Una contestación, tranquilidad, Philza se dejo abrazar disfrutando el contacto de ese cariño, adoraba a Missa, el no era bueno con las palabras.

Pero sabía que lo adoraba.

"Aún tienes fiebre, podríamos preguntar a Cellbit."

Otro murmuró, la parca apretó el agarre en el abrazo del cuervo, buscando convencerle de que fueran a Ordo Theoritas, sabía que Philza era terco con su salud y la preocupación de que estuviera enfermo inclusive antes de su regreso era una posibilidad muy grande.

Silencio de nuevo, un pequeño suspiro.

"If that makes you happy, we'll go."

Una sonrisa, otro beso, está vez en la mejilla, observando como Philza dirigía la mirada hacia la pequeña ventana de la cocina, donde se podía ver cómo el sol comenzaba a salir.

El Ángel hubiera amado compartir ese momento con sus dos hijos también, sin embargo, ya tendría otra oportunidad, lo estaba compartiendo con Missa, y eso es lo que le importaba en ese momento.