2. Todos estos años

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He estado tantas veces en el ojo del huracán y a la vez en la cima del mundo, entre diez mil oportunidades y cientos de errores, respondiendo mensajes sin preguntas y despidiéndome sin tan siquiera saludar, poniendo puntos finales a tantas historias de amor y  desamor, ahogado por todos estos años entre lo que pudo ser correcto  o no. Durante estos tiempos revueltos, he escrito sobre corazones  rotos e ilusiones que se escapan lejos en sus caballos blancos, también
acerca de amigos abandonados al otro lado del puente, de la familia y  sus desordenes indecentes, de las equis en mi espalda y aquellas
canciones que jamás serán olvidadas. También he caminado entre cementerios de amores abandonados, tanto buenos como malos, con sus flores marchitas y complicaciones del pasado, entre fotos y recuerdos caducados, sueños de castillos adolescentes, reinas y reyes enamorados, con mis fantasmas y cuentos mal contados.

Así pasan los años y todas mis locuras pasan desapercibidas hasta que se enamoran, confunden mi entusiasmo con la intensidad y el amor con toxicidad. Entonces me cuesta saber si tal vez besar está
sobrevalorado y enamorarse está de más y surge la duda: ¿jamás me  volveré a enamorar? Pero la cabeza me quiere explotar cuando alguien más llega y toca mi puerta, empiezo a sentir escalofríos en mi piel, quizás sea la corriente de mis dudas haciendo filas detrás de sus sentimientos por mí. Pienso: ¿te quedas o me dejas ir? Parece una  historia sin fin. ¡Ayúdame, Dios! Cuáles son las razones de sufrir así, la sentencia que se debe cumplir. La próxima vez quiero verme de rodillas con un anillo ante el amor y no suplicando por otro corazón. No quiero seguir entre cenizas y polvos, estatuas destrozadas y hogares
rotos, mensajes en visto y llamadas sin contestar, promesas al aire y
sueños sin realizar, preguntas sin respuestas y duendes que se van.

Es cierto que no todos los cuentos son iguales como tampoco las  segundas partes no siempre son agradables. De vez en cuando los  héroes abandonan corazones en lo alto de una torre y los malrescatan amores abandonados en mitad de una oscura noche. He aprendido en todos estos años que tal vez el mundo podrá herirte pero nunca derrumbarte y aunque sigas corriendo y escondiéndote,
perdiéndote y tratando de encontrarte, siempre buscarás cómo volver a renacer después de derrumbarte. Sin embargo, el futuro sigue siendo un tiempo aterrador para mis huesos y el pasado  perennemente me recordará las cicatrices que llevo en el corazón.
Después de arriesgarlo todo, probablemente debería dar otra oportunidad al amor. Sus errores y los míos, en todos estos años, no deben ser el castigo de quien viene detrás, el espacio entre mis indecisiones e inseguridades no pueden hacerle esperar, ni dejaré que mis remordimientos y presentimientos corrompan su paciencia hasta lograr enamorarme. Nos queda respirar, estoy en el medio de mis secretos y el silencio de no poder confesar todo lo que siento. Una vez más, te pido paciencia antes de volver a empezar.

**La culpa de los héroes no pueden
cargarla los villanos**

Todos Estos AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora