Emma¿Weasley?

La comida ✔️

Tom llegó a medio día así que lo invite a sentarnos en los sofás

—Es bonita la casa de Snape— decía Tom mirando al rededor

—Habla de una vez y deja de decir tus mentiras Tom— casi no dormí de saber que sucedía, las ansias me comen viva

—Después del partido todos los mortifagos atacaremos, allí estaré yo, Matteo no participará, ya lo conoces—

—¿Como que atacarán?—

—Tranquila, solo es para que sepan que los mortifagos seguimos aquí, haremos destrozos, también nos divertiremos con las personas, sabes a lo que me refiero—

—¿Malfoy participará?—Malfoy podía ser un matón pero no lo veía en estas cosas

—No, el no es mortifago, nosotros somos la excepción, la mayoría serán adultos pero si estará Lucius—

—¿y si nos descubren Tom?—

—Tenemos máscaras y batas mira hasta traje la tuya— señaló al sofá

—¿Podré usar mi magia libremente?— nadie sabría quien era, me podía descontrolar que todo mundo supiera que la profecía al fin llegó

—sí Emma, yo utilizaré otra varita—

—Será genial Tom, nos vemos en el partido, antes de irte mira los gatitos de Nubia, son hermosos—

Los fuimos a ver y alcancé a ver a Tom sonriendo mientras los acariciaba

—La señora 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚 seguro que quiere uno—  dijo aún dándome la espalda tocando los gatitos

—Le daré 1 el otro será para Cedric,, me invitó a comer—

—Ainhoa si algún día te hace algo cuentas conmigo, nos vemos—

—Lo se Tom, Te veo después—

Así se fue al despacho de Snape para decirle las nuevas noticias mientras yo regresaba con Nubia y leía

Aún no comprendía por que el padre de Pansy le pegó así, pero no la quería presionar a hablar, preferí ya no ir a su casa y ahora nos veíamos seguido con Daphne, hasta fui a la casa de Luna y conocí a su padre, responsable del diario quisquilloso, al profesor Snape no le gustaba su diario pero a mi si.

Me estaba arreglando para ir a comer en casa de Cedric que pasaría por mi en 20 minutos, iría con un vestido verde esmeralda que Daphne me regaló hace poco y un listón verde atado en una coleta media que dejaba al aire su cabello rojo fuego

Que Cedric se fuera a la mierda, yo nunca me prestaría para ser su marioneta, soy una orgullosa Slytherin, hija del profesor Snape con amigos influyentes y si no le gustaba que se fuera al carajo

—Padre regresaré pronto— avise entrando a su oficina

—No te tardes te espero con la cena— decía en murmullos molestos haciéndome rodar los ojos

—Gracias regresaré a tiempo— Me fui de allí encontrándome a Cedric en la sala

—Bonita, estás muy Bonita— me tomó de la cintura agachándose dándome un beso, mis tacones ayudaban un poco, solo
un poco por que igual no eran altos

—y tu también te miras muy bien— lo miré con un pantalón de vestir y camisa blanca casual que me recordaba a Malfoy.

—¿No crees que es mucho verde?— ya hiba a empezar y lo silencie con otro beso, sentí como su mano subía mi muslo.

—Vámonos— me apresuré a decir.

Entramos a la chimenea llegando a su casa, tenía mucha decoración y ventanas, la típica casa hogareña, mire a los señores Diggory, Cedric me acerco poniéndome la mano en la cintura.