Capitulo 1

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Mientras corría a toda velocidad por los pasillos de aquella mansión fue como pudo llegar a aquella habitación donde la conmoción y el ajetreo de la gente no le permitía pasar -. Déjenme pasar! Quitense de mi camino - Gritaba aquel castaño exaltado.

Abriéndose paso entre las personas logro entrar -. ¿Cómo está? - Ante tal pregunta todas las miradas se fijaron en el castaño quien no mostraba más que terror en su rostro.

-. Debes irte Dazai- Kun, no puedes estar aquí - Mencionaba un hombre alto y pelinegro que se acercaba para tranquilizarlo.

Quitándose las manos de aquel hombre, el castaño bajo la mirada molesto -. NO ME DIGAS QUE HACER, NECESITO SABER COMO ESTA!! - La furia era evidente, si aura intimidante y llena de rabia invadió la habitación haciendo que todos bajarán la mirada aterrados.

-. Está bien cálmate, está en la cama - poco después el pelinegro hizo que todos abandonaran la habitación para después salir de ahí.

Al escuchar el cerrar de la puerta, el rostro de aquel castaño se llenó de temor, el único sonido que podía escuchar era aquel proveniente del equipo médico que mantenía con vida a aquel hombre ojiazul que tanto admiraba.

Estar frente a la persona que uno más ama en el mundo, es la sensacion mas linda que podria experimentar cualquier persona, pero para Dazai era todo lo opuesto.

Ahora se encontraba frente a un Chuuya que ya no tenía vida propia, sino a un hombre que estaba siendo obligado a permanecer con vida, veia como esos ojos azules que tanto amo y adoraba por su brillar se encontraban cerrados y con cero esperanza de que se abrieran, veia como con apenas unas horas de su recepción médica su rostro había puesto palido y resaltando las líneas de expresion, así como una piel muy delgada y un poco aspera, unos labios casi sin color y tan resecos que no podria siquiera salir ileso a su roze.

Lo que veia Dazai, ya no era Chuuya, solamente era un cascaron vació de lo que fue una vez el pelinaranja que mas amo en secreto, pero a pesar de eso se negaba a aceptar su posible partida, no estaba dispuesto a aceptarlo, aunque su inconsciente no le permitía tal negación.

-. Oye Chuuya, deja de bromear ya fue mucho show, despierta quieres - repetía una y otra vez mientras permanecía lejos de esa cama.

Temblando y asustado se acercó en una silla a lado, tenía la miraba baja no tenía el valor de verlo directamente, pero tomo aire y la fue levantando lentamente, inexplicablemente las lágrimas salieron de sus ojos mientras su mano se acercaba a la del pelinaranja y con la voz rota - Te dije que no te fueras, nunca me escuchas cierto siempre eres tan impulsivo - menciono bajando la vista

Mientras se aferró a la mano del pelinaranja el cuerpo de este empezó a moverse bruscamente, el sonido de la máquina se agudizó y las enfermeras entraron rápido, unas se acercaron al ojiazul en cuestión con algunos instrumentos para estabilizarlo mientras otras sacaban al castaño, este no se podía mover, no apartaba la vista de Chuuya, pero el momento de quiebre fue cuando vio como Chuuya aún inconsciente se aferró a la sábana y después de unos segundos el brazo cayera fácilmente.

Mientras se encontraba afuera esperando que lo estabilizarán, el castaño vago por esa mansión, su vista ya no detectaba colores, su olfato omitia los olores pues ahora con la vida de Chuuya en peligro la de él perdida todo sentido.

Los días pasaban y Chuuya seguía inconsciente, todos estaban muy al pendiente de él especialmente Dazai y Mori quienes no querían separarse de él por ningún motivo.

-. Ah, ya amaneció - Susurraba dazai al sentir como los rayos del sol topaban con su vista.

Mori suspiro y se acercó preocupado, podía ver cómo siendo el quinto día en esta situación el cansancio y la soledad se fueron apoderando del cuerpo de aquel chico que tanto admiraba por su gran determinación.

-. Dazai- Kun, deberías ir a casa y trabajar, Chuuya- Kun estará bien - mencionaba admirando como el castaño solo reía sutilmente.

-. Mori- San, sabes cuál es la penitencia de los sentimientos ocultos -

Tal oración dejo confundido al pelinegro quien solo puso mirarlo esperando escuchar la respuesta -. Es no poder expresarlo y ver cómo lo vas perdiendo, eso es la penitencia de jamás hablar sobre lo que sentimos -

El mayor solo cerro sus ojos recordando la extraña relación de ambos chicos, era obvio que a pesar de desearse la muerte y de no querer volver a verse, siempre encontraban una manera de poder estar salvándose mutuamente.

-. Dazai- Kun, la verdadera penitencia, es que el amor es la peor forma de morir -

Dazai solo se quedó en silencio, las palabras de Mori fueron pocas pero con una gran cantidad de razón, levemente alzó la mirada y aprecio como aquel chico seguía dormido y que quizás jamás despertara.

El castaño avanzo lentamente y tomo asiento a su lado, con un tacto suave acaricio el rostro de Chuuya y sus cabellos naranjas cobrizo - ¿Cómo estás?, ¿Todo bien? - Con una sonrisa débil y aferrando su agarre dazai hablo.

- Oye Chuuya, tienes que despertar, lucha te lo ruego... No te quiero perder.. no a ti.. Aún no te digo la verdad.. yo.. yo siempre estuve detrás de ti... - Con algunas lágrimas y un dolor en su pecho empezó a reír perdiéndose en sus recuerdos mientras cubría su rostro.

- Recuerdas cuando recién ingresamos a la Mafia, inmediatamente fui rodeado de compañeros que se sentían orgullosos de mi decisión, especialmente Mori-San, pero no sentía nada, no me importaba nada ... -

Levemente borro su sonrisa dejando ver lo profundo de sus ojos, esos ojos que solo mostraban miedo - Pero tú también estuviste ahí, formamos un equipo y desde ese día buscaba motivos para estar a tu lado -.

Con una sonrisa y recargando su cabeza en la mano del pelirrosa rin empezó a lloras más fuerte meintras unía más las manos de ambos - Y ahora lo sé .. eres un tipo genial.. eres amable.. honesto.. gracioso.. eres todo lo que necesito.. por favor despierta ya!! -

Las lágrimas seguían saliendo así como pequeños gritos agudos, Dazai se aferraba fuertemente a chuuya, el dolor y el miedo a la soledad nuevamente se presentaban en el interior de él, por primera vez en toda su vida Dazai abrió su corazón liberando los sentimientos que guardaba en su interior.

ADIOS CHUUYA || SOUKOKU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora