Un milagro fue como llamaron la situación de Chuuya, después de varios días después de la operación logro despertar y mantenerse conciente, aunque aún estaba muy mal de mostraba contento al poder estar con vida.
Desde ese momento su habitación estaba llena de las personas que más lo apreciaban especialmente sus amigos y compañeros de trabajo - Recuperate pronto, que abrirán un local de postres que quiero probar - mencionaba rampo mientras veía a chuuya comiendo.
El pelinaranja río levemente mientras movía la cuchara en el tazón - Si, me vendría algo dulce para comer, pero aún no entiendo porque estás aquí detective enano - menciono disgustado por la visita y el sabor de la comida.
Rampo río y acercó más la charola - No te quejes, es necesario para que mejores además estoy aquí porque Yosano me envió a ver tu estado -
La mirada de Chuuya se perdió al ver el color y olores raros que desprendia - Creo que solo me quieren matar - menciono asqueado -. Cierto, supe que ella llevo a cabo mi cirugía con el jefe -
El ojiverde río y se acercó con la intención de comer un poco ya que las reacciones de Chuuya eran interesantes - Vamos, no está tan mal - Al probar el bocado inmediatamente lo soltó y se alejo de la camilla - No si lo está, guack - dijo tomando agua para quitar el sabor.
Pero al regresar su vista al ojiazul noto como constantemente miraba por la ventana como si estuviera esperando que algo o alguien entrara por ella.
-. Eres muy afortunado lo sabías, no cualquiera tiene personas que den todo por el bienestar de otras - Agregaba Rampo mientras tomaba asiento nuevamente.
Chuuya solo le miro confundido por lo que le ojiverde suspiro -. Valora mucho está nueva oportunidad y se honesto contigo mismo -
Desde que había despertado y recuperado el conocimiento, Chuuya se vio sometido a diversos tratamientos y terapias con el fin de mejorar su condición neuronal, mientras que su memoria no se había visto del todo afectada pues solo olvidó pequeños fragmentos que iría recuperando poco a poco.
-. ¿Aún despierto? - comentaba Koyo entrando a esa habitación.
Chuuya asintio e inclino su cabeza en muestra de agradecimiento -. Lamento las molestias que ocasione y el trabajo que deje atrás - mencionaba arrepentido.
-. Tranquilo solo vine a dar la vuelta - La mujer tomo asiento y sonrió -. No hay de que, no te debes disculpar nosostros no hicimos nada -
Levemente Chuuya levantó la mirada y toco su pecho -. Claro que lo hicieron, me regalaron la oportunidad de seguir viviendo -
-. No fue así - Susurro Koyo levantándose para partir
-. ¿Porque está vestida así Koyo- San? -
La mujer se giro y comprendió la pregunta, ella era una mujer muy elegante que usaba colores calidos y hermosos, pero en esta ocasión llevaba un kimono oscuro y adornado con colores blancos todo lo contrario a lo que ella usaría con frecuencia.
Con un suspiro se acercó y bajo la mirada para ocultar su dolor -. Ha muerto un ejecutivo de la Mafia -
Al escuchar eso Chuuya se quedó sorprendido, en todo el tiempo que llevaba en la mafia no había presenciado un suceso como ese -. ¿Quien fue? ¿El jefe? -
Pero por más que preguntara no obtenía respuestas -. Será mejor que lo veas por ti mismo pero en su momento - fue todo lo que menciono la mujer.
Chuuya estaba intrigado, pero no tuvo más opción que esperar, era cierto que ya estaba en mejor condición, el tumor cancerígeno había sido extraído y el corazón que había recibido era totalmente compatible, todo estaba bien, pero aún así no podía evitar sentiste solo.
Al caer la noche el insomnio le llegó de golpe, por más que leyera o abriera los obsequios no lograba consiliar el sueño por lo que decidió deambular por el complejo, pero al hacerlo noto la presencia de muchas personas de la mafia, del gobierno y otras organizaciones esperando entrar.
-. Chuuya- San, veo que estás bien - decía un chico peliblanco mientras limpiaba sus lágrimas.
El pelinaranja solo asintio -. Si, pero que haces aquí hombre tigre - cuestionó algo irritado pues atrás de aquel chico se encontraba la agencia.
El chico bajo la mirada mientras apretaba sus manos lleno de impotencia -. El funeral de Dazai- San es aquí, así que... -
No pudo continuar hablado cuando se vio sostenido de la camisa por aquel chico ojiazul -. ¿Que mierda acabas de decir? -
-. Lo que escuchaste, el idiota vendado murió hace unas horas y a pesar de que ya no pertenecía a la agencia era uno de los nuestros - Agregaba un hombre rubio y de lentes interfiriendo en las acciones del pelinaranja.
Chuuya no podía creer lo que había escuchado por lo que salió a toda velocidad, en ese momento dejo atrás su dolor físico post cirugía y el sangrado de sus heridas abriéndose, solamente estaba desesperado, las palabras de aquel hombre no dejaba de correr por su mente "Dazai murió" .
Agitado y preocupado logro llegar a la ala este de aquel lugar, el refugio del único amor de su vida.
Abriendo de golpe la puerta y entrando se topo inmediatamente con las personas que daban sus respetos a las cenizas de Osamu Dazai, sin poder creer lo que veía cayó de rodillas.
El pelinaranja estaba en shock, de todas las malas noticias que esperaba al despertar para de repente saber que el único hombre que amo en secreto está había perdido la vida - No, esto debe ser una broma - menciono mientras las lágrimas salian de sus ojos.
Mori noto su presencia y se acercó con la intención de llevarlo a un lugar más íntimo, al hacerlo y notar la herida no tardó en checarlo - Tienes suerte que este lugar este llena de médicos - menciono el mayor algo risueño tratando de mejorar el ambiente.
El ojiazul no dió señales de risa, solo bajo la mirada mientras apreciaba a lo lejos la foto del castaño - ¿Que pasó? - cuestionó perdiendo la mirada en un vacío.
- Ya sabes, fallas en su plan - respondió el pelinegro con un semblante serio.
- Dígame la verdad, ambos sabemos que fue algo más - suplico Chuuya tratando de mantenerse firme pero su voz titubeante no se lo permitia.
Agobiado y lleno de rabia Mori se puso de pie mirando hacia la sala donde estaban las demás personas - Lo mato el amor - dijo con una sonrisa forzada.
Chuuya estaba confundido no entendía aquellas palabras que había escuchado por lo que salió de aquella sala tomando asiento afuera mientras la lluvia caía disimulando sus lágrimas.
Molesto lleno de enojo y frustración se puso de pie, su semblante estaba vacío y lleno de dolor, aquel brillo que una vez que despertó y recupero gracias a esa nueva oportunidad, nuevamente se había ido, al igual que las ganas de seguir con su vida.
Ahogado en el dolor y la frustración se dejó caer en el suelo golpeando una y otra vez el suelo, todos los bellos recuerdos que había formado a lado del castaño se quedarían solo en eso, en recuerdos.
Con su respiración agitada, su corazón latiendo a gran velocidad y con sus nudillos rotos se puso de pie caminado bajo la lluvia y con la mirada perdida, sin darse cuenta las marcas de sus brazos comenzaron a salir así como la perdida del sentido común pues el poder la corrupción se estaba manifestando.
-. Dazai! - grito meintras dejaba un último golpe pues un hermoso color azul que sobresalía del rojo carmesí llamo su atención deteniendo la corrupción
Con esos colores uniéndose y anulandose mutuamente Chuuya se detuvo sintiendo un enorme vacío en su interior -. ¿Dime dónde estás? - Susurraba confundido y sin entender lo que estaba pensando.
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ADIOS CHUUYA || SOUKOKU
Fiksi Penggemar"Nada puede vencer a la pareja del Doble Negro mientras permanezcan juntos", una frase muy repetida en todos los rincones de Yokohama pero a la vez una condena. Después de haber sido sorprendidos y atacados por separados, Dazai se entera que su viej...