Para Yeonjun, el tener hijos no era algo que estaba en sus planes, él solo quería convertirse en el mejor médico y vivir una vida llena de viajes y lujos, sin embargo, tuvo que aprender que conocer a un nuevo amigo trae nuevos cambios, y esos cambio...
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La respiración de Yeonjun era entre cortada, las manos le temblaban al igual que las piernas, y ni hablar de su labios, mismos que se encontraban semi abiertos, como si estuviera en una especie de shock.
El castaño, presionó con fuerza sus ojos y opto por respirar profundo antes de abrirlos nuevamente y ver el pequeño objeto que posaba entre sus manos, se mordio la comisura de sus labios, provocando que incluso, una leve mancha de sangre manchara esta. A mas de fuerzas que de ganas abrió los mismos de uno en uno, viendo detenidamente el resultado de la prueba de embarazo.
《POSITIVO》
Ocho letras. Ocho letras sencillas que formaban una palabra corta, esa palabra pasaba por su cabeza, siendo repetitivas una y otra vez después de ver dos líneas en el test de embarazo, misma que había comprado tres días antes junto a su amigo Beomgyu al salir de sus clases de la universidad.
—aah!!—Exclamó, soltando un grito agudo, sacudiendo su cabeza una y otra vez en forma de negación, como si aquel resultado fuera la peor noticia— como fue posible esto, si solo fue una ocasión en la que... —hizo una pausa, tratando de recordar la última vez que había tenido relaciones con Soobin —Misrda, Soobin dijo que no pasaría nada.
Soobin, y él, solían tener encuentros carnales, aún sin ser una relación de pareja, a ambos les gustaba sentir la sensación de piel con piel, unidos en uno solo. Casi un mes atrás, habían tenido uno de esos encuentros, mismo en el que Soobin había convencido de no usar protección, porque al fin y al cabo, solo estaría usando la punta de su íntimo amigo, a la par, que no depositaría a su descendencia dentro del castaño, no obstante, Yeonjun estaba presenciado una prueba positiva, algo que Soobin le había prometido que no pasaría.
Al principio se había negado, pero con un par de besos que comenzaron en la mejilla y terminaron en los labios, terminó por convencerlo, volviendo esto, un encuentro entre dos seres en busca de saciar la sed de la lujuria, hacerlo durante tres horas, mismas que disfruto de la increíble sensación que emitia los movimientos del contrario, cada moviendo dentro de su cuerpo en ese rato que aquello sucedía era igual que estar destrozado del paraíso.
El castaño sacudió nuevamente la cabeza negando una y otra vez sin dejar de mirar aquel objeto, seguido miró su vientre, tocandolo y tratando de imaginarse con ella creciente, sin embargo se rehusaba e imaginarse con una enorme panza crecida, sinónimo de otro ser en ella, fruto de la calentura de dos jóvenes.
—aaaah!!— volvió a gritar, aventando aquello en sus manos al suelo, y llevando sus manos a su cabello comenzó por alborotarlo gracias a la frustración que sentía en esos momentos— No no no, soy muy joven para esto—. De pronto la puerta del baño sonó, alguien la tocaba por la parte de afuera.
