Un bebé en los planes de Yeonjun era muy poco probable, sin embargo aquellas tres pruebas salieron positivas, aun si tenía esperanza de que no fuera el hecho de que tendría que cargar con otro ser en su vientre. Todo gracias a su "solo la puntita" d...
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Las luces a altas horas de la noche que mantenían alumbrado Seúl hacían lucir una hermosa noche, el sonido del silencio nocturno acompañados del ladrido de algunos perros era lo único que Yeonjun necesitaba para despejar su mente y tratar de pensar en algo que no fuera su vida a partir de ese momento. De regreso del aeropuerto a su hogar él debía regresar solo, debido a que debía llevarse el auto de su hermano, pues el sería el encargado de cuidarlo en lo que Taehyung regresaba de Canadá, país al que debía ir por cuestión laboral.
Yeonjun Se despidió de Soobin y su hermano; los vio irse, y por último se alejó cuando aquel avión despego.
Había demasiada gente para ser de madrugada, le pareció extraño, porque siendo una hora en la que casi nadie acostumbraba a tomar vuelos pareciera que fuera la hora pico, entonces recordó a su hermano, y lo supo una vez que cámaras de algunos reporteros dejaban ver sus flashes, tomando fotos a quien era el famosísimo Idol del momento, el gran V. Ellos siempre sabían de alguna manera información, que se suponía era privada, porque si, Taehyung no quería que nadie supiera que iría al extranjero, más porque se trataba de su nuevo álbum, que se suponía seria sorpresa, pero como era de esperar, los reporteros arruinaron la sorpresa, porque horas antes habían publicado notas como “V y su nuevo álbum” “El regreso del gran V: la melancolía clásica regresara, o probara algún otro género”, ya no podía ser nada más que maldecirlos, aunque ya ni eso valía la pena, en ese momento le preocupaba aún más su hermano, por el hecho de que regresaría solo a su hogar, y seguramente estaría llorando en el auto después de despedir a Soobin, sin embargo fue todo lo contrario. Cuando Yeonjun subió al auto, manejo completamente en silencio, prestando atención a la vista frente a él.
No quería pensar en nada, solo quería estar tranquilo, por ello llego a una cafetería que se encontraba abierta las 24 horas. Compro un latte junto a un pan dulce con relleno de mermelada de fresa, después volvió a subir al auto y manejo, pero no a su hogar, sino hacia un lugar dentro de la ciudad que daba una hermosa vista, en ella podía apreciar la bonita imagen de un Seúl a esas horas de la madrugada; las luces brillantes debido a los letreros de algunos negocios, y estando bajo a las estrellas lo hacían sentir parte de alguna escena de alguna película romántica. La montaña a la que había llegado, tenia bancas para poder sentarse a descansar, y un barandal el cual evitaba la caída de alguien, pues la altura era demasiado. Yeonjun coloco su café y pan en una de las bancas, y recargo sus codos en aquel barandal, mirando hacia al frente dejo escapar un suspiro.
-Nunca me había atrevido a venir aquí solo- toco su vientre- es hermoso, pero la belleza de este lugar seria aun mas si se comparte con alguien más.
Una luz roja en el cielo obscurecido hizo presencia, aunque era mas bien un punto que se veía como avanzaba, al mismo tiempo que con los segundos en el reloj de su mano, el cual miro, para después volver observar dicha luz.
