El latido de tu corazón (FreenBecky)

4.

Becky's pov

Todavía no podía creer que Richie me había suspendido, no me merecía ese trato en absoluto; sin embargo, el peor trato fue el que me reservó Sarocha Chankimha.

No podía creer que la mujer que ocupó mis pensamientos durante dos meses, fuese la misma que ayer por la mañana me echó de esa manera del edificio.

Es imposible que la Freen conocida esa noche sea la misma persona de ayer. Eran completamente diferentes.

Ella parecía una mujer muy amable, sin embargo ahora me di cuenta de que me había equivocado. Es arrogante y presuntuosa como todas las personas ricas que conozco, ciertamente ella no es la excepción a la regla.

Y ahora, por su culpa, me suspendieron. Richie estaba muy nervioso cuando le conté lo que había pasado, y cuando le dije que Sarocha Chankimha me había echado de su empresa, él se enojó conmigo, acusándome de que por mi culpa, ella no volvería a emitir declaraciones a su prensa.

¡Como si ella lo hubiera hecho antes!

No debería estresarme demasiado para no esforzar mi corazón, sin embargo no era simple. Personas como Sarocha Chankimha ponen a dira prueba la paciencia y la tranquilidad de una persona.

Por eso, decidí ir a un parque para relajarme un poco, y para olvidarme un momento de todo lo que había ocurrido.

Me senté en un banco y exhalé con frustración, con una pizca de cansancio y de agotamiento.
Intenté calmarme escuchando los sonidos de la naturaleza, cerrando los ojos para sentir más intensamente todas esas maravillosas sensaciones; hasta que, de repente, comencé a sentirme observada. Abrí los ojos con ansiedad, miré a mi alrededor y no noté nada extraño, hasta que vi a mis pies un lindo perrito, que me miraba con curiosidad.

"Hola, pequeñito, ¿te perdiste?"

Me gustaban mucho los perros, y eso parecía muy cariñoso, así que comencé a acariciarle la cabeza, haciéndolo ronronear. Le pedí su patita e inmediatamente la puso en mi mano, y yo lo felicité alegremente.

"¡Buen chico!"

"¡Fluffy!"

De repente, un niño empezó a correr gritando, y se detuvo cuando sus ojos se encontraron con el perrito a mis pies. El niño se acercó tímidamente, y cuando alcanzó al perrito, que al parecer se llamaba Fluffy, empezó a acariciarlo más tranquilo. Él parecía muy preocupado, probablemente pensaba que se le había escapado el perro.

"¿Ese lindo perrito es tuyo, pequeño?"

El pequeño levantó su cabeza, y me miró por primera vez a los ojos, fijamente. En el momento exacto en que nuestras miradas se encontraron, sentí algo cálido extenderse en mi corazón, y una serie de vibraciones se expandieron en mi pecho. El niño era realmente muy lindo, se veía muy dulce y parecía muy tierno mientras acariciaba preocupado a su perrito, sonriendo tímidamente en mi dirección.

"Sí, se llama Fluffy, y es mi mejor amigo"

"Oh, me gusta mucho su nombre, ¿tú lo elegiste?"

"Sí"

El niño me miró con un brillo en los ojos, y después de unos segundos se acercó a mí, dándome una galleta para perros, y yo le agradecí dándole un dulce pellizco en su mejilla redonda, haciéndolo sonrojar. Dios, que lindo.

"Toma, dáselo tú. A Fluffy le gusta mucho, y también le gustan las personas que se lo dan"

Sonreí ante su dulzura y agarré la galleta sin pensarlo dos veces. ¿Cómo podría negarme?