El latido de tu corazón (FreenBecky)

12.

Becky's pov

"¿Tienes sueño, pequeño?"

Ya hacía unos diez minutos que Paky bostezaba continuamente y se frotaba los ojitos avellana como los de su madre, considerablemente cansado. Pobrecito, eran las diez de la noche, y él tenía mucho sueño.

"Sí, mamá. Estoy cansado"

"Bueno, te llevo a la cama. ¿Puedes esperar un poco, Beck? Te alcanzo enseguida"

"Sí, no te preocupes. Podría limpiar la mesa, mientras te espero"

"Gracias"

Freen cogió a su hijo y lo llevó a su dormitorio, en el piso de arriba. Mis ojos no se habían despegado ni un segundo de ellos, y yo no había podido evitar pensar en lo buena que Freen era como madre. Ella tenía mucho cuidado de su hijo, y siempre se preocupaba por él.

A diferencia de mi madre, ella quería realmente a su hijo.

Después de unos minutos, la mayor volvió en la cocina, ayudándome a terminar la tarea de recoger la mesa.

"No me olvidé de nuestra apuesta, ¿pensabas qué podrías salirte con la tuya?"

"Dios, apuesto a que no podías esperar a reprochármelo"

"Es exactamente así, perdedora"

Ella se estaba burlando de mí, y a mí, paradójicamente, me gustaba su forma de actuar conmigo. Todo eso se sentía tan... correcto.

"Bueno, ¿entonces? ¿Qué quieres que haga?"

Se llevó una mano bajo la barbilla, como si estuviera reflexionando profundamente sobre el asunto.

"¡Ya sé! Quiero que me ayudes a lavar los platos"

"¿En serio? ¿Qué clase de persona deja que un invitado lave los platos?"

"Pues, los arrogantes como yo"

Bueno, no tenía otra opción, así que hice lo que me había dicho. Esperaba algo peor, honestamente. No podía quejarme.

Empezamos a lavar los platos, bromeando y disfrutando del ambiente sereno y despreocupado en el que estábamos, como cada vez que estábamos juntas.

Freen trató de estirar un brazo para coger un paño con que secarse las manos, sin embargo no lo consiguió, ya que estaba demasiado lejos.

Así que, de repente, ella se posicionó detrás de mí, y se inclinó lievemente hacia adelante en un intento de coger el paño, pegando su pecho a mi espalda. Me faltaba el aliento por su cercanía y por este contacto que me había pillado completamente desprevenida.

Su aliento golpeaba en mi nuca, proporcionándome la dichosa 'piel de gallina', y un escalofrío de frío atravesó mi cuerpo, mientras que mi corazón estaba enloqueciendo en el pecho.

Dios, si sigue latiendo tan fuerte, podría morir.

De repente, las manos de Freen se apoyaron sobre mis caderas, empujando suavemente mi trasero hacia su pelvis, y yo ya no podía hacerme la desentendida. No podía estar malinterpretando sus acciones, estaba claro que ambas estábamos ardiendo en el mismo deseo.

Giré el rostro hacia la izquierda, y rocé su nariz con la mía, acariciando suavemente la punta. Cerré mis ojos, ansiosa e impaciente por probar sus labios, mientras que ella movía su rostro de un lado a otro, rozando mi piel.

Sin embargo, un trueno inesperado nos hizo sobresaltar por el susto, y yo, que tenía un cuchillo en la mano, me corté un dedo, empezando a perder sangre.