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Becky's pov

Había echado muchísimo de menos Londres, y por fin me sentía libre de poder respirar un aire diferente.

Claramente, sentía mucha falta de Freen, y me dolía el hecho de haberme ido sin decirle nada, sin embargo tenía que recordarme la razón de mi viaje. Estaba aquí para encontrarme a mi misma, y costruir un futuro con Freen.

Para funcionar en pareja, se necesitaba funcionar individualmente.

Después de aterrizar en Londres, llamé inmediatamente a mi tía para avisarle de mi llegada.

Mi tía, la hermana de mi madre, había vivido en Londres durante años, pero como ella no tenía una buena relación con mi madre, no podía visitarla con frecuencia. Principalmente por mi condición cardíaca, que nunca me había permitido viajar.

La última vez que vine aquí fue cuando tenía diecisiete años, antes de que me diagnosticaran la enfermedad.

Tomé un taxi y después de unos veinte minutos llegué a la casa de mi tía y no podía esperar para abrazarla.

"¡Hola, tía!"

"¡Mi niña! Eres tan hermosa, mírate"

Mi tía me miró con sus maravillosos ojos azul, y con su hermosa sonrisa que siempre lograba ponerme de buen humor. Había sentido mucho su falta, y ahora que estábamos otra vez juntas me sentía muy feliz.

Ella era como una madre para mí, sobre todo porque ella me cuidaba mucho más que mi propria madre. Sin embargo, mi madre siempre hizo lo que podía para alejarnos, y nunca tuvimos la oportunidad de pasar tiempo juntas. Sin embargo, ya no me importaba lo que decía mi madre, quería empezar a seguir lo que me decía mi cabeza.

"Te extrañé mucho, tía"

"Yo también, pequeña. Aunque si ya no eres tan pequeña, ¡mirate come creciste!"

"Ya, tía. Me haces daño si sigues apretándome las mejillas"

Empecé a reír cuando mi tía me pizcó las mejillas, como hacía cuando tenía once años.

"Lo siento, es que no puedo creer que por fin estás aquí. La bruja de tu madre me hizo perder los mejores momentos de tu vida..."

Mi tía empezó a acariciar mi pelo, mirándome con mucha suavidad y con mucha ternura. Eso era lo que quería decir cuando dije que ella era como si fuese mi mamá.

"...y también los peores"

Nos miramos fijamente a los ojos después de ese comentario. Mi tía fue la única persona que estuvo cerca de mí cuando nos enteramos de mi afición cardiaca. Yo estaba completamente aturdida por la noticia, y ella fue la que me dio la fuerza para no perder la esperanza.

Sin embargo, después de ese momento, no volví a verla, ya que mi madre tenía una pésima relación con ella, y me impidió verla. En ese entonces, solo era una niña de diecisiete años. Todavía era muy ingenua, y me dejaba manipular fácilmente.

Sin embargo, las cosas estaban diferentes ahora.

"Ven, entremos en mi casa, te preparé tus galletas favoritas"

"Oh, tía... ¡eres la mejor!"

Entré en su apartamento, y después de haber arreglado mis cosas en una habitación, me senté para comer sus increíbles galletas, acompañadas de una taza de té.

Probé la primera galleta y mi estómago estaba muy emocionado, ya que no había comido esas galletas en diez años.

Di el primer bocado y sentí un placer increíble expandirse en mi estómago. Estaban deliciosos como siempre.

El latido de tu corazón (FreenBecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora