CANDY GORE 🎔Horror and Lust🎔

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ADVERTENCIA: RELACIONES SEXUALES/LESIONES.

Lust había pensado en lo divertida que sería una vida calmada, donde no tuviera que preocuparse más que por seguir existiendo y estar cerca de su hermano; fue por culpa de ese pensamiento acerca de una vida fácil que llegó a la prostitución. 

Estar en el mundo del sexo-servicio era completamente normal para él y para todo el mundo dentro de su "universo", pues realmente estaba hecho para eso.  A su corta existencia entró en el demandante negocio y se dedicó sólo a él. 

Al principio no le iba tan bien, por su inexperiencia, pero pronto comenzó a ser reconocido entre los clientes, sobre todo al comenzar a usar más métodos. Todo el mundo se excitaba con los deliciosos y activos dulce que Lust les regalaba a sus clientes. Había logrado subir de categoría, pues ya no tenía que esperar en una esquina, sino que ahora trabaja dentro de un local. 

La noche continuó, como todos los días, Lust llevaba puesta su ropa más común, reveladora a pesar del clima helado, pues su cuerpo casi siempre estaba caliente. El dueño le informó con una seña que se acercara, y sin una sola pizca de extrañeza, le dio un choquecito de dientes. 

—Un nuevo cliente te espera adentro, ya ha pagado y fue realmente generoso. 

—¿Te aseguraste de que no fuera un maniático o algo así?

—No tenía cara de algo parecido.

Lust soltó un suspiro y sacó de uno de sus bolsillos un caramelo amarillento, lo llevó hasta su boca y luego entró en la habitación privada en la que le habían indicado que lo esperarían. Dentro se encontraba un monstruo común, ya se veía desesperado y parecía algo borracho; era igual a todos los demás. 

Se acercó hasta él y se colocó sobre sus piernas, le sonrió con los labios fruncidos y mostrando el caramelo entre ellos. 

—¿Deseas probarme, dulzura? 

El sexo que surgía después de eso era realmente irreal, Lust siempre creyó que ahí sólo iba la gente con problemas mentales y que no podían mantener una relación sexual normal con la gente normal; para eso estaba él, para alivianar las retorcidas ideas y fetiches que la gente guardaba en lo más profundo de su ser. No se quitaban toda la ropa, usualmente sólo la que salía sobrando y todo lo demás era irrelevante. 

Después de que Lust les pasaba el caramelo, sus clientes se volvían más activos, pero en el caso que no lo aceptaran, él mismo lo comía para tratar de olvidar que siempre lo terminaban fornicando sin sentir placer alguno. El que la metía parecía disfrutarlo más, era algo que a veces decía para sí.

No detestaba el sentimiento, era placentero, para qué negarlo, pero usualmente el placer debería de otorgarlo él, por lo que se ocupaba por lo que el cliente pidiera. Si querían que se las chupara, entonces lo haría, si querían que gritara, entonces lo hacía, y si querían simplemente hacerlo por desquite y sin mirarse a la cara, entonces lo haría. 

Terminó con aquel monstruo y sintió sus piernas flaquear, a veces era sorprendente el tamaño de los penes que sus acompañantes poseían; otras veces era decepcionante. 

Salió de la habitación después de que el otro se retiró y fue a darse una ducha para quitarse el sudor y el líquido seminal que escurría por su cuerpo. Debería estar listo por si algún cliente nuevo llegaba.

Salió nuevamente mientras masticaba un chicle, con su cuerpo algo adolorido. Esperó pacientemente por unos minutos y luego decidió que era momento de comer. El lunch que su hermano menor le había mandado sería suficiente por el momento. 

Cuando ya se saboreaba el espagueti recién calentado en su plato, su jefe le tocó el hombro y le sonrió levemente.

—Estaba a punto de comer.

GORETOBER (Fanfic Ver.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora