¿Embarazado? Percy se quedó mudo al escuchar las palabras del médico, miró hacia la nada y trató de encontrarle sentido a la situación, no podía estar embarazado, nadie le dijo que podía embarazarse, sí, era como mitad genio, pero nunca imaginó que eso bastaría para tener un bebé, su madre había sido quién lo dio a luz y ella era humana, no fue su padre quien quedó embarazado entonces, pero, luego pensó que en la relación de ellos sería su madre la que... había estado abajo.
El capitán no reaccionó por un segundo y luego fue a buscar la espada para cortarle la cabeza al médico, sin embargo, este desapareció antes de esperar a ver qué haría el pirata con la espada, Barak se sentó en la cama agarrándose la cabeza, sabía que fue él quien tomó la virginidad del chico y desde entonces no se había separado ni un segundo de él, no tenía nadie a quien culpar, debía hacer algo.
El albino no supo en qué momento el médico se había ido, si había huido debía ser bastante listo como para equivocarse en su diagnóstico, así que se levantó un poco y, gateando, se acercó a Barak, había muchas cosas qué aclarar y que dejaría para después. Sin más, le tocó el hombro y se sentó a su lado.
―Barak ―masculló nervioso―. ¿Tú estás listo para esto?, porque yo, sinceramente, te digo que no ―llevó su mano libre a su vientre y lo acarició, debía estar protegida esa área con mucha magia, pues antes lo habían golpeado muy fuerte ahí y ya estaba embarazado.
Al escuchar que Percy no estaba listo, Barak sintió esperanzas y se volvió a mirarlo con las pupilas dilatadas y agitado.
―¿No lo estás?
―La verdad, es que no me lo esperaba, no creo.
―¡Perfecto!, solo debemos desearlo, ¿no?
―¿Qué? Espera...
―¡Calo!, ve a traerme al médico que salió corriendo, dile que aún lo necesito, dile que no lo mataré y que le pagaré bien ―Barak se volteó a ver al chico de nuevo y tomándolo de las mejillas trató de tranquilizarse―. Deseo... deseo que no tengas un bebé.
―¿Qué dijiste?
El castaño lo besó, imaginando en su cabeza como la idea de él con un niño desaparecía. Se relajó visiblemente y sin notar ningún error en lo que había pedido, era perfecto, ahora todo volvería a la normalidad.
―Cuando llegue el médico y me diga que ya no hay bebé, entonces pediré que no puedas quedar embarazado y eso será todo.
Percy iba a detenerle para analizarlo mejor cuando aquel tocó sus labios así de pronto, haciéndolo sentir un cosquilleo en el vientre, dejándolo sin palabras unos segundos, primero pensó que era lo mejor, pero después se sintió mal por haberse deshecho de su bebé y luego se dio cuenta de que ¡Fue Barak quién se había deshecho de él!
―¡Que ni se te ocurra pedir eso! ¡Ya he perdido uno! ¡Si puedo tener otro, lo haré!
Barak no entendía por qué se molestaba si bien dijo que no estaba listo, igual ya no había nada que hacer, el embarazo había terminado. Se acostó en la cama pensando en que, quisiera o no, pediría aquello de que no pudiera tener hijos.
Percy se separó de él muy molesto, bufando notablemente, aunque también estaba molesto consigo mismo por esa sensación de alivio que había tenido antes, salió de la habitación para poder alcanzar al doctor, el cual apenas iba a bajar del barco huyendo de Calo que trataba de alcanzarlo.
―¡Espere! ―le gritó para llamar su atención, convenciéndole de detenerse, entonces el médico habló con Calo que estaba ya a su lado y se convenció de regresar, cuando estuvo cerca, Percy casi lo arrastró al camarote, aunque él aun parecía asustado de Barak, por lo que no le miró, entonces el albino le pidió que revisara una vez más y el médico lo hizo.
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Crónicas de Eretz: Secreto Pirata.
FantasyEretz, el reino único en el que la magia se encuentra en múltiples formas. Donde las criaturas de cualquier raza conviven bajo el perfecto orden ofrecido por su monarca y las nobles familias, donde convergen los buenos y los malos, donde los nobles...