Desayuno

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Hiku se despertó sobresaltado al sentir la fria y dura mesa de madera golpeándose con su rostro de repente.

Hiku: Ay la put4 que me parió!

Dijo mientras se frotaba la frente por el dolor.

Rey: No insultes en la mesa.

Se ve que el menor como no había dormido mucho en la noche ahora tenía tanto sueño que no se podía mantener despierto ni en la mesa junto con su padre. Dío un bostezo y luego se quedó mirando el plato con comida frente a él, pensando en la buena suerte que tuvo de no golpear su rostro con eso, aún le dolía el porrazo que se había pegado por accidente.

Rey: Por que no dormiste anoche? Te quedaste con ese perro?

Dijo el rey con un tono cortante y una expresión de indiferencia en los ojos, era bastante claro que a él no le agradaba para nada el amigo que su hijo había traído al castillo ayer por la noche, sobre todo por la vergüenza que este le había hecho pasar esa noche.

Hiku: Nah, solo tuve insomnio, nada importante.

Se dispuso a tomar el té que estaba servido en una fina y bella taza delante de él, más del lado derecho. Cuando la tomó en sus manos pudo sentir el calor de esta en la yema de sus dedos. La apoyo en sus labios y bebio un poco del contenido de esta, pero justo antes de tragarlo fue interrumpido por su padre, El rey de Zulioz, Patrick Swayer.

Patrick: lo hicieron?

El té salió volando de la boca del príncipe, luego este tosió por el repentino susto y por el té con el que casi se ahoga. Apoyo la taza con cuidado sobre su correspondiente platito, luego tomo la servilleta de tela que tenia sobre su regazo y con ella se seco los labios, después de eso, volvió a reposar la servilleta nuevamente sobre sus muslos.

Hiku: No puedes salir con esos comentarios de la nada! Y no, no hicimos nada. Ahora está durmiendo, pedazo de morsa, como roncaba anoche...

Patrick: Que mal, ese si me hubgustado que se suicidara como los otros 2. Pero se ve que esas solo fueron dos extrañas coincidencias.

Hiku: Tu dile como quieras, yo se que fue lo que paso.

El principe mostraba una mirada de enojo en su rostro, tenía la expresión de ira tallada en su cara. Con fuerza sujetaba la tela del mantel blanco con su mano derecha mientras que con la izquierda se apretaba el muslo de su pierna correspondiente. El rey por el contrario, no expresaba sentimiento alguno, solo una simple mirada de indiferencia.
La puerta de esa habitación se abrió, era una chica que vestía un traje de sirvienta largo, tenía el pelo recogido en una trenza y ella llevaba en sus manos una carta...Con un sello Rojo. Le dio la carta al rey en las manos y este con cuidado abrió el sobre, rompiendo el sello. El principe se quedó mirandolo atentamente, la ira en su rostro se había desvanecido al ver ese color en el papel, ahora la remplazaba una expresión de miedo.
El rey se tomó si tiempo leyendo la carta, y al final sonrió y con un leve suspiro levantó la mirada para dirigir sus ojos al príncipe y contarle sobre el contenido de la carta.

Patrick: Felicidades Hiku, te vas a casar.

°•For The Crown•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora