Capítulo 9 - Examen

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Examen

La noche siguiente al robo, la madre de Chuy se encuentra en su trabajo: Pasión, Club de Caballeros. Es una de las bailarinas más aclamada por los clientes, de las más bonitas, aunque hay mujeres más jóvenes que ella. Este club se encuentra en Montemorelos, pequeña ciudad a quince minutos de Allende, vía carretera nacional. Al terminar su baile, su jefe la manda llamar y le dice:

—Aquella mesa quiere invitarte un trago.

Su jefe señala una mesa ocupada por hombres vestidos de vaqueros, con sombreros caros de pelo de castor y botas de pieles de avestruz y pitón.

—Muy bien, voy para allá, solo me visto...

—¡No!, así mero, así te quieren.

La madre obedece sin cuestionar y se dirige a la mesa.

—¡Hola! Soy Nicole y ¿ustedes? —Besa en la mejilla a cada uno de los sujetos.

—Nuestro nombre no es importante —contesta uno, escueto— ¿Qué quieres beber?

—Un highball, por favor.

—Tu jefe nos comentó que podías salir con nosotros. Ya nos dijo tu cuota —le dice un tipo.

—Muy bien. Pero ya no estoy saliendo. No es nada personal, es solo que...

—Vas a ir, no tienes otra opción —le dice otro sujeto en tono áspero.

—Lo que pasa es que mis hijos están en casa, y tengo que llegar...

—No te preocupes —la interrumpe el mismo sujeto, con el mismo tono de voz—, Chuy y Susy estarán bien en casa.

Nicole siente el miedo que le recorre toda la espina hasta la cabeza. Que sepan los nombres de sus hijos, solo quiere decir que la tienen bien identificada y, por si fuera poco, vigilada, porque saben que sus hijos están en casa, aunque es muy probable que ahí estuvieran, sabe que esa clase de hombres tienen el poder y la capacidad para hacer eso y más; y esto, acaba de sonar a amenaza.

—Necesitamos otras dos chicas, guapas igual que tú y que accedan a salir a divertirse—dice el tipo con risa burlona.

Después de un rato, Nicole sale del club acompañada de dos chicas más. Uno de los vaqueros les informa que se les pagará el cincuenta por ciento más de lo acordado, ya que pasarán toda la noche fuera del club.

Después de diez minutos de viaje, un sujeto les explica que tendrá que encapucharlas, pues ya no pueden ver la ruta. Nicole siente que entran a un camino de terracería; después de otros diez a quince minutos, por fin llegan. Una de ellas se baja y vomita. Nicole se sorprende al ver la enorme cabaña de lujo con numerosos y grandes ventanales, varias cámaras de seguridad y hermosos y gigantescos pinos rodeándola. En el gran patio, varias palapas rodean a un par de piscinas. En una de las palapas toca un conjunto norteño; las chicas se emocionan cuando identifican que se trata de Comando Norteño, un reconocido grupo de la década. En la palapa contigua, decenas de parejas bailan. En la palapa del asador, un grupo de tres chef y cinco ayudantes asan un par de corderos y diez cabritos al pastor, un par de lechones al ataúd, una discada de mariscos, otra discada de fritada de cabrito y en la parrilla, carne de res y machitos de borrego y cabrito.

En la piscina principal, se bañan tres hombres de mediana edad, acompañados de cinco mujeres jóvenes, y otras dos parejas se relajan en el jacuzzi. En los alrededores, muchas personas de todas las edades conversan, cantan, beben y fuman; Juvi y Cheko son dos de ellos. Nicole se pregunta si habrán encapuchado a todos los invitados.

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