Yellow Flowers and Coffee Cups ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO VII

—Entiendo si quieres renunciar.

Jungkook se encontraba durmiendo en los brazos de Jeongin, mientras Hyunjin estaba junto a él.

Jeongin estaba perdido en sus pensamientos y su olor aún era triste por lo cual la ansiedad del alfa era fuerte.

—N-no quiero renunciar, Hyunjin. Adoro a tus cachorros, y claro que me dolió lo que hizo Yeon pero n-no quiero renunciar, adoro a estos cachorros con toda mi alma.

Dejó un beso en la frente de Jungkook quien se acurrucó más.

Hyunjin tomó a Jeongin entre sus brazos con cuidado de no lastimarlo.

Acarició su espalda baja y cabello.

—M-mi alfa me estaba matando por consolarte.

Al soltar lentamente a Jeongin y ver su sonrojo le dio ternura.

—E-es una reacción común de los alfas—. Rió el omega.

Estaban en el estacionamiento del hospital esperando a que Beomgyu se sintiera mejor, pues se sentía adormilado y quería relajarse un poco.

Jeongin abrió la puerta del auto y ayudó a Beomgyu a bajar de este.

—Mami, ¿me puedes cargar?, me duele.

Jeongin tenía ya a Jungkook en sus brazos quien se rehusaba a soltarlo, especialmente porque el omega aún olía a tristeza y un poquito de miedo, el pequeño alfa quería proteger a su mamá.

—Innie, ya tiene a Jungkook en sus brazos. Ven aquí, campeón—. Hyunjin levantó con facilidad a Beomgyu quien se apoyó escondió triste en el cuello de su padre.

Al entrar al hospital los atendieron y llevaron al área de pediatría donde le darían una consulta rápida.

Ahora Beomgyu estaba en una camilla y Jungkook durmiendo en los brazos de Jeongin.

Jeongin seguía nervioso y podías sentir tristeza en su aroma, por lo cual Hyunjin se acercó a él y lo abrazo, rodeando sus brazos alrededor de él y descansando su barbilla en su cabeza.

Jeongin se acurrucó un poco más por el hecho de que su omega estaba débil y necesitaba un poco de mimos.

Hyunjin disfrutaba del olor de Jeongin y Jungkook se sentía cálido por el abrazo.

Un doctor abrió la puerta, llamando la atención de Jeongin y de Hyunjin quienes siguieron en la misma posición, pero con su mirada puesta en el doctor.

—¿Jaemin?

—Hola, lindo—. Le sonrió feliz al omega, a Hyunjin no le gustó nada esta acción. —Buenos días, señor Hwang—. Tal vez Hyunjin quería gruñirle, pero su hijo estaba presente y sería una falta de respeto gruñir en un hospital.

Jaemin empezó a revisar a Beomgyu y hacía anotaciones de cada cosa.

—Tiene un esguince en la muñeca y una cortada poco profunda en el tobillo izquierdo, ¿Cómo pasó? Es necesario para el registro.

Jaemin parecía serio y tenía toda la razón, Jeongin aún estaba triste y con miedo y su olor lo demostraba.

—Tuvo una pelea con su hermano mayor, lo empujó y fue muy atemorizante con todos.

—¿Es un alfa? ¿Cuántos años tiene?

—Cumplirá 16 dentro de unos días.

—¿Ya tuvo su celo reproductivo?

Jeongin frunció el ceño. —No, ¿usted cree que tiene que ver con esto?

—Absolutamente, es un alfa, tendemos a ser más agresivos, y cuando el celo reproductivo está cerca y nos comportamos de una manera totalmente irracional, no es aceptable que lastime a sus hermanos u otros omegas—. Puso sus ojos directamente en Jeongin. —Pero dentro de unos días él estará mejor, aún así es mejor que lo disciplinen a que aprenda a controlar a su alfa.

Jeongin y Hyunjin estuvieron felices de saber que esto no era una fase que estuviera toda la vida, o que Yeonjun era un idiota.

Jeongin se movió un poco incómodo por el dolor de espalda y estar parado por tanto tiempo.

—No deberías de cargarlo tanto tiempo, lindo—. Jaemin vio a Jeongin y al bebé, quien se mantenía quieto en los brazos del omega.

Hyunjin mantenía en su posición abrazando a Jeongin, ¿por qué rayos le llama lindo si su alfa está presente? el alfa de Hyunjin se quejó.

—Jungkook no se ha querido despegar de Jeongin desde hace unos días. Llora si no está en sus brazos y se enoja si papá intenta quitarlo de sus brazos—. Confesó Beomgyu sin importancia comiendo su paleta de cereza que le dio el doctor.

—¿Eres su madre biológica?

—No, soy su niñero.

—Está empezando a considerar que eres su madre, no hay problema si es que ustedes lo piensan, y como es un alfa es territorial y protector, pero también necesita empezar a confiar en la gente a su alrededor, no solo en ti—. Volteo a ver a Hyunjin quien estaba nervioso en su lugar y un poco incómodo por la forma en que el otro alfa veía a Jeongin. —Si eres su padre tienes que empezar a pasar más tiempo con él, sin Jeongin—. Aclaro.

Hyunjin asintió y tomó en sus brazos a Jungkook quien empezó a llorar por no estar en los brazos de Jeongin.

Este al fin pudo estirarse.

—Gracias, doctor Na. Beomgyu, ¿Qué le decimos al doctor Na?

El pequeño alfa veía enojado al doctor.

—Deja de ver a mi mamá—. Soltó sin más y después agregó sonriente un: —Gracias.

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Al llegar al auto Jungkook seguía llorando en los brazos de Hyunjin pero se tranquilizó al entrar a su silla de bebé en el carro.

—Nunca pensé que lo difícil es tener alfas.

Jeongin rió por el comentario de Hyunjin.

—Mis dos hermanas menores son alfas, créeme era un desastre.

—Te creo, pero yo nunca fui como Yeonjun se comportó, mi padre siempre me mantenía disciplinado, como un robot.

Jeongin veía triste a Hyunjin.

—Ya no tienes que ser un robot, Hyunjin. Alócate, disfruta tu vida como el alfa soltero y rico que eres.

Hyunjin se sonrojó, nunca consideró volver a las citas, al menos no había un omega que le interesara aparte de Jeongin.

¿Invitar a salir a Jeongin?

Sería absolutamente irrespetuoso y lo haría sentir incómodo si es que este lo rechaza.

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Jeongin se sintió feliz porque Hyunjin merece felicidad.

Al entrar a la casa se podía oler un delicioso aroma a comida.

El comedor estaba preparado y una cena puesta en la mesa, Yeonjun se encontraba poniendo vasos en esta.

—H-hola...

Yeonjun se acercó a su familia tomando un ramo de margaritas que sacó del jardín.

Se las entrego a Jeongin. —D-de verdad lo siento por la manera en que actué, te falte al respeto, Jeongin. Eres un omega increíble y respeto tu trabajo—. Se agachó a la altura de Beomgyu y lo abrazó. —Perdóname, pequeño. No debí de haberte gritado ni lastimado.

Beomgyu abrazo a su hermano y Hyunjin vio feliz a su hijo.

—Sigues castigado, pero vas por el buen camino—. Hyunjin aclaró.

Yeonjun asintió feliz y los invito a cenar la comida que había preparado.

Primero, jaló la silla Jeongin para que este pudiera sentarse y después de la cena él se encargó de limpiar todo dejando la cocina reluciente.