♡ : CAPÍTULO IV

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Los días pasaban, se convertían en semanas y sin darse cuenta Jeongin ya había estado más de un mes en la casa de los Hwang.

Las flores y colores abundaban en la casa, con un Jeongin comprándolas en puestos y poniéndolas en lindos jarrones de cristal.

Como todas las mañanas, Jeongin despertó a sus pequeños alfas con su suave voz y su desayuno casi listo.

—Yeonjun, es hora de despertar, cariño.

—Innie, no me siento bien—. Yeonjun susurró y el omega lo vio curioso.

Toco la frente del alfa y la sintió ardiendo, tenía la nariz congestionada y su voz sonaba rota.

—Por las lunas de saturno, tienes un resfriado, cariño.

Jeongin acarició el cabello de Yeonjun quien ronroneó por la acción.

Jeongin rió. —No te preocupes, descansa, llamaré a la escuela para justificar tu falta.

El alfa sonrió y se acurrucó en su almohada.

—Gracias, Innie.

Después de eso, Jeongin salió de la habitación y preparó a los niños.

Tendría que ir a la escuela de Yeonjun para justificar la falta, y poder recoger los libros que necesitaría después.

—Jeongin, ¿donde está Yeonjun?— Hyunjin se veía de mal humor y cansado, Jeongin solamente le extendió una taza de café y este sonrió un poco.

—Tiene un resfriado, iré a su escuela para poder justificar su falta y recoger sus libros.

—Iré contigo.

—N-no es necesario—. El omega siendo tímido es una de las cosas favoritas de Hyunjin en el mundo.

—No tengo problema con esto, solo tengo una junta hasta las 11am, andando.

Sin más Jeongin tomó a Jungkook en sus brazos y Beomgyu tomó la mano de su padre.

Para Hyunjin, Jeongin lucía especialmente adorable el día de hoy, con unos skinny jeans negros y un suéter blanco, este era esponjoso y suave, esto hizo que Jungkook luchara con su vida para no despegarse del omega cuando subieron al auto, pero este se rehusaba a correr el riesgo de tener al bebé en sus brazos y que ocurriera un accidente.

Al llegar a la escuela, Jeongin dejó a Beomgyu en la entrada del área de primaria donde este estudiaba y Hyunjin se acercó a Jeongin con Jungkook en sus manos.

—Ten un día excelente, Seongie.

—Gracias, JiJi.

Jeongin le dio un beso esquimal y el cachorro rió para después salir corriendo y entrar a la escuela.

—¿JiJi?

Hyunjin rió por el apodo tierno.

—Es algo entre Seongie y yo, no lo entendería, señor Hwang.

Hyunjin rió. —Jeongin, puedes llamarme Hyunjin.

Jeongin rió. —No puedo, tengo que respetar a mis mayores—. Le dio una sonrisa burlona a Hyunjin quien fingió indignación.

Entraban al área de preparatoria, llena de adolescentes hormonales, alfas que no sabían como controlar su enojo y fuerza, y omegas asustados sin poder controlar su aroma, los betas simplemente trataban de disfrutar su preparatoria con seres 100 veces más disfuncionales que ellos.

—¡Disculpa, solamente tengo 35 años!

—Exacto, cuando tú te graduabas de la preparatoria, yo apenas aprendía a deletrear mi nombre—. Jeongin rió.

—Oh vamos, aun así, no es tan amplía nuestra diferencia de edad, te aseguro que tu adolescencia fue muy parecida a la mía.

—No lo creo, la mía tenía internet, y la tuya el inicio de las computadoras Apple—. Rió Jeongin.

—Te aseguro que tu adolescencia fue cien veces mejor entonces.

—¿Por qué asumes eso?— Pregunto curioso Jeongin.

—Eres un omega hermoso, eres amable y cordial, lo más seguro es que todos los alfas luchaban por tu amor o una cita contigo.

Jeongin se sonrojó por el comentario, y el alfa de Hyunjin quiso gruñir ante tal comentario.

—No exactamente, vivía en la parte "fea"— Hizo comillas. —De Incheon, por lo cual no tenía tiempo para interesarme en alfas entre mis trabajos, además de que los alfas solo me veían como el omega pobre—. Jeongin susurró.

—Yo creo que eres más que eso, Jeongin.

Llegaron frente a la oficina del director y Hyunjin se detuvo viendo a los ojos de Jeongin.

Se perdieron unos segundos en la mirada del otro hasta que Hyunjin empujó la puerta de la oficina.

La secretaria les sonrió con amabilidad.

—Buenos días, les puedo ofrecer algo.

—El alumno Hwang Yeonjun no asistirá a clases hoy y posiblemente mañana, tiene un resfriado, soy su niñero—. Jeongin habló amable y mantenía a Jungkook en sus brazos.

La omega le sonrió amable y le entregó el horario del alfa, antes de salir de la oficina un alfa se detuvo frente a Jeongin bloqueando el paso del omega.

—Yang Jeongin, ¡Soy yo, Seo Changbin!— Se acercó a abrazarlo cuando escuchó un gruñido bajo del bebé en sus brazos.

—Es un poco celoso—. Rió Jeongin.

—¿Qué haces por aquí, caramelo?— Jeongin se sonrojó por el viejo apodo.

—Ya sabes, cosas de la vida de niñero—. Le hizo una señal con la cabeza al pequeño Jungkook en sus brazos. —Él es Jungkook, y él es Hyunjin, el padre de estos lindos cachorros—. Hyunjin veía un poco molesto a Changbin por el apodo cariñoso con el que llamó a Jeongin.

Posiblemente su alfa solo reaccionaba a proteger al lindo omega, no por algo más.

—Entonces eres soltero—. Sonrió Changbin con una sonrisa coqueta.

—S-sí—. Rió Jeongin nervioso.

—Nos vemos luego, Innie—. Le guiñó un ojo a Jeongin y lo dejó pasar.

Hyunjin avanzó rápido con el nudo en su garganta y un Jeongin distraído detrás de él.

Yellow Flowers and Coffee Cups ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora