Capítulo 1.

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Se escuchaba el tenue silbido que tenía la brisa nocturna, las luces en las chozas apenas eran perciptibles, los pasos de él eran los únicos que se escuchaban por el sendero de ese pueblo que parecía desierto, mientras solamente escuchaba calladamente los rumores de las personas dentro de las viviendas.

- ???: Hay noticias sobre los monjes y exterminadores que fueron al templo maldito?

- ???: No, por eso el jefe mandó un mensaje para que los ayuden, pero... dicen que solo llegará un hombre. Será él?

- ???: He escuchado que el Demonio de la Luna está junto al grupo de exterminadores, pero que el hace las misiones solo.

- ???: Solo espero que termine su trabajo pronto, porque he escuchado que él está maldito debido a su sangre demoníaca.

- ???: Hummp- fue lo único que dijo antes de continuar con su misión.

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"Templo Maldito"

Ya estando afuera del templo no dudó en entrar, ya que en todos los alrededores estaba inpregnado el olor a sangre. Al estar a unos pasos de la puerta, pudo escuchar gritos y pasos a lo lejos que se  acercaban a él. Colocó su mano en la empuñadura de la espada que traía consigo, pero pudo sentir que la entidad no tenía un aura maldita, mucho menos tenía olor de demonio... su aura era ¿pura?.

Entoces pudo ver a una niña que corría en su dirección, la cual al notar su presencia paró en seco al no poder reconocer al individuo frente suyo debido que tenía una capa con capucha. Salió de su trance cuando el piso del templo comenzó a desplomarse cuando un demonio salió del suelo. Era una mujer escorpión, la cual se enrrozcó sobre la pequeña niña. El individuo recurrió a una retirada rápida para estar lejos del derrumbe.

- Mujer escorpión: Jajaja -- rió sacando la lengua -- no por nada esos tontos monjes creyeron que con tu poder podrías vencerme, pero al parecer solo eres una inútil -- dijo mientras apretaba más el cuerpo de su presa que forcejeaba por liberarse -- que pena que seas la reencarnación de una gran sacerdotisa si no sabes usar su poder, es una lástima -- dijo con sarcásmo -- pero no pierdo nada con probar tu sabor.

- ???: S-sueltame -- dijo apenas audible -- n-no quiero m-morir -- dijo al borde de las lágrimas -- a-yudeme --dijo mirando al encapuchado que no se habia movido de su posición -- por f-favor.

Este no respondió, pero sacó su espada de su funda listo para atacar.

- M.E: Mmmm -- miró hacia el individuo -- ¿y tú que haces aquí? -- dijo intrigada, pero no recibió respuesta -- mmm, no importa, porque luego tu serás el que sigue después de esta niña.

- ???: Suéltala -- ordenó.

- M.E: Mmm, eres rebelde... me gusta. A persar que solo eres un niño tienes mucho coraje para que te creas muy ...-- no terminó de hablar ya que cortaron sus brazos en una fracción de segundo -- ¡¡Infeliz!! -- se abalanzó sobre su atacante pero se desplomó cuando su cuerpo cayó en pedazos al suelo.

La demonio soltó el agarre de la niña haciendola caer, pero su salvador la atrapó antes que tocara el suelo. Ahora que estaba más cerca podía notar cada detalle, sus ojos marrones, su cabello que tenía una pequeña coleta, hasta su inocente sonrisa acompanada con un leve sonrojo.

-???: Ahh, gracias? -- con una mirada tímida -- esto... podrías bajarme, por favor -- él obedeció bajandola delicadamente. Luego se separó un poco de ella.

-???: ¿Qué hacías y por qué estabas allí? -- preguntó -- es peligroso.

-???: V-vine aquí por una misión que se nos fue asignada a nuestro grupo, apenas me acaban de integrar a un equipo por mi edad. Nos pidieron derrotar al demonio que atacaba a la aldea, pero... fuimos descuidados y los mató a todos -- dijo entre lágrimas -- ella tiene razón, s-soy inútil, ellos confiaron en q-que yo la mataría fácilmente, p-pero no reaccioné a tiempo, ellos...-- la interrumpió un grito hacia ella.

-???: ¡Riiinnnn! -- la abrazó contra él -- me preocupaste, te dije que no vinieras -- dijo llorando.

-Rin: P-perdón, si te hubira escuchado no...

-???: ¿Él te hizo esto?-- apuntó a su túnica rasgada -- ¡infeliz, te las vas a ver conmigo por lastimar a mi hermana! -- mientras se acercaba para golpearlo.

-Rin: ¡No, Onigumo! -- dijo interponiéndose entre los dos -- estas heridas las hizo el demonio que me atacó, pero él me salvó -- volteó hacia su hermano -- deberías de darle las gracias en vez de querer agredirlo.

- Onigumo: Tks, bien. Gracias por salvar a mi hermana, pero que te quede claro que te quiero lejos de ella -- miró retantemente al joven -- por cierto, ¿quién eres?.

-???: ... -- se quedó callado.

-Onigumo: ¡Ahggg!, pienso ser amable contigo y todavía me ignoras, eres un idiota. -- pudo escuchar un bufido del encapuchado y se quitó la capa -- E-espera, ¡TÚ ERES EL DEMONIO DE LA LUNA, SESSHOMARU!

- Sesshomaru: Ajá -- respondió con simpleza caminando en dirección al pueblo -- se quedarán allí parados o buscarán atención a sus heridas.

-Onigumo: ¡S-si!, vamos Rin te tienen que curar esas heridas.

-Rin: Pero Onigumo, yo puedo curarme sola, soy sacerdotisa -- dijo muy bajo.

-Onigumo: ¿Qué?, a mi no me cuentes cuentos, dije que iremos a que te revisen y punto, verdad Sessho...-- miró en donde estuvo el albino, hasta que lo divisó caminando lejos de ellos -- ¡Esperaaa! -- tomó de la muñeca a Rin y corrieron hacia él.

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Hola queridos lectores.
Como sabrán apenas empezaré esta historia, por lo que talvés no les guste tanto, pero las personas que empezarán a leerla quisiera que me digan en que puedo mejorar.
Y si tienen dudas pueden consultarme.

Nos leemos en el siguiente capítulo.

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