Capítulo 4.

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"Montaña Oeste"

Cuando llegaron a la cima lograron observar el panorama templado, sin vegetación ni nada para obstruir su campo de visión durante la batalla ¿verdad? Será sencillo derrotarlo pensaron algunos, mientras que otros pensaban una y mil maneras de cual sería el lugar donde atacaría... pero no pasó nada.

-Rin: E-estoy lista -- dijo nerviosa, pero intentó disimularlo -- y... ¿camino hacía el centro y nada más?

-Kagome: Si, es más probable que sienta mejor tu energía espiritual si está más cerca de él -- dijo dando a saber que era una respuesta obvia.

-Onigumo: Rin, yo te protegeré con mi vida si es necesario... ten cuidado.

-Rin: Esta bien -- miró hacia el peliplata por si le decía algo, pero nunca lo hizo, eso... la hacía sentir más insegura -- nos vemos.

La pelicastaña empezó a correr hacia el centro del terreno templado, segura de lo que iba a hacer. Cuando llegó al punto establecido esperó algún indicio de ser atacada, pero no pasó nada... pasaron los minutos, que se convertían en horas por los nervios a flor de piel que tenía.

Mientras el grupo distanciado se preparaba para el ataque. Kagome y Kikyo con sus arcos, Onigumo con su nanigata y Sesshomaru desenfundaba a Tokijin, espada hecha por el mejor herrero de los exterminadores, llamado Totosai.

La castaña estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se dió cuenta cuando Kagome le empezó a gritar.

-Kagome: ¡Oye, Rin! -- llamó la atención de la castaña -- debes de aumentar la cantidad de energía que emanas, así lograrás captar su atención. Concentrate.

Rin hizo todo lo posible para cumplir la petición aconsejada, pero no podía controlarlo completamente. Así que incrementó su energía hasta el punto en que ella llegaba a controlar.

Luego de mantener su energía por un tiempo, la tierra empezó a temblar haciendo que la castaña se desconcentrara y preocupara por si lo había hecho bien... todo eso quedó a un en el olvido cuando las raíces brotaron del suelo dando paso a la verdadera identidad del demonio.

-Cabeza de Raíz: ¡MALDITA! -- la capturó sin siquiera darle tiempo de pensar en atacar -- te haré sufrir mucho más que yo cuando me sellaste -- la devoraría -- no llegaste a pensar que me vengar... -- calló porque Rin ya no estaba bajo su agarre, alguien la ayudó, y estaba levitando en el aire junto con ella -- ¡¡IMBÉCIL!! COMO TE ATREVES A INTERFERIR ASÍ.

Sesshomaru cargaba a Rin, la cual lo miraba con asombro. Luego con Tokijin lanzó el Soryuha al demonio, pero no hacía efecto alguno por lo que se retiró con Rin lejos de su alcance.

-Sesshomaru: Quedate aquí -- la castaña hablaría de no ser porque la interrumpió -- no debes exponerte al peligro -- luego se alzó en el cielo para llegar al campo de batalla.

-Rin: Sesshomaru, cuídate -- estaba preocupada por los que estaban luchando, así que corrió en su dirección -- no les dejaré que me excluyan solo para protegerme.

Cuando el peliplata llegó al campo de batalla Kagome y Kikyo usaban sus flechas para debilitar a Cabeza de Raíz, mientras que Onigumo preparaba su próximo ataque.

-Onigumo: ¡Zenpuki! -- un tornado destructivo azotó al demonio dejándolo aturdido.

-Sesshomaru: ¡Soryuha! -- el dragón provocó la destrucción de gran parte del demonio.

-Kagome/Kikyo: ¡Toma esto! -- dispararon dos flechas que al impactar con los restos del demonio sellaron su energía.

El demonio agonizó de dolor antes de que gran parte de su energía desapareciera por completo. El grupo estuvo atento a ver una reacción mínima de energía, pero no sucedió. Luego Rin llegaba corriendo y gritando en su dirección.

-Rin: ¡Chicos! -- respiraba con dificultad -- pudieron d-derrotar a Cabez-za de Raíz, me alegro por ustedes -- Sesshomaru se abalazó contra ella o eso pensó -- ¿qué pasa Sessh... -- un fragmento de raíz se coló por su ojo por lo que se desplomó.

-Todos: ¡¡¡RIN!!! -- por descuidarse pasó eso.

La pequeña se retorcía de dolor agarrándose su cabeza con ambas manos, intentaba callar los gritos pero la tortura psíquica lo hacía inposible.

-Rin: A-alejen-se ah-ahora -- suplicaba entre lágrimas -- por f-favor ahhhggg -- empezó a gritar más fuerte, pero lo que los sorprendió fue una onda expansiva que los impulsó lejos de ella -- ¡¡¡YA BASTAAA!!!

Un campo de fuerza se creó alrededor de ella, bastante fuerte como para mantener alejado a cualquiera de ella. Pero parece que los dos chicos lo omitieron y se acercaron a ella lentamente, procurando evitar ser expulsados de nuevo.

-Onigumo: Rin, detente -- cayó de rodillas, no aguantaba más. Pero el peliplata no se detenía, solo avanzaba -- Sesshomaru, no sigas... tu estás en mayor peligro que yo si te le acercas.

Para el peliplata lo único que tenía que hacer era acercarse a ella para calmarla, aunque sufriera internamente por el hecho de que tenía que controlarse para no empeorar las cosas.

Cuando estuvo a escasos pasos de ella la llamó por su nombre, pero ella no reaccionaba. Fue ese momento... en que todo se oscureció para él, dando paso a que bestia tomara el control de su cuerpo.

-???: Ella es... MÍA -- dijo antes de de abalanzarse y  enterrar sus colmillos en el cuello de la joven, para que en pocos segundos fuera expulsado de ella... mientras que en su rostro se formaba una sonrisa maliciosa.

Rin estaba controlando su poder, a modo su dolor era mínimo. Cuando abrió los ojos lo primero que vió fué a Sesshomaru que estaba inconsiente y empezó a correr hacia él.

-Onigumo: ¡Rin!¡Sesshomaru! -- lo acompañaban las gemelas notandose su semblante de preocupación -- ¿qué pasó, por qué Sesshomaru está así?

-Rin: No lo sé, solo espero que esté bien -- posó su mano en la mejilla del peliplata -- no podemos viajar así, nos tendremos que quedar hoy en la aldea.

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