Capítulo 33.

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Como muchas veces, las princesas entrenaban en el palacio mejorando sus habilidades. Pero ese día en específico el entrenamiento estaba organizado especialmente para Moroha y sus poderes purificadores, y su maestra en ese entonces era la Lady.

- Rin: Lo haces de maravilla Moroha - dijo acariciando la cabeza de la niña de 12 años - es notable tu experiencia en la puntería, pero en caso de que se dificulte hacerlo cuando te atacan sería bueno que recurras a esto - agarró una flecha y la tensó en el arco que poseía - ¡¿Listas chicas?!

- Towa/Setsuna: Sí - dijeron preparándose para el ataque.

- Rin: Bien, allá va - soltó la flecha y particularmente empezó a perseguir a sus objetivo sin importar de que forma la esquivaran, luego hizo lo mismo con otras y estas tuvieron el mismo resultado.

- Moroha: ¡Increíble tía! ¡¿Cómo lo haces?!

- Rin: Es necesario que sepas o obtengas un poco de la esencia de tu objetivo primero, lógicamente como son mis hijas puedo hacerlo sin recurrir a un combate directo.

- Moroha: Ay... ¿y es que tendré que pelear antes?

- Rin: Esa es la forma en que lo hago yo. Estoy segura de que si aprovechas tus poderes y conocimientos a tu manera podrás hacerlo más fácilmente, o mejor, podrías crear tu propio estilo de combate - dijo agarrando su hombro.

- Towa: ¡Madre! - las dos le prestaron atención - se que es un entrenamiento, ¡pero por favor detenga las flechas!

- Rin: Ups, perdón - entonces las flechas cayeron quedando incrustadas en el suelo - bueno... mejor las dejo que practiquen ustedes - seguido caminó hasta la entrada del palacio.

- Moroha: Esta bien - preparó su arco y flechas - ¡ahora es mi turno!

- Towa: Y es que piensa que seremos sus muñecos de práctica - soltó al aire preparándose.

- Setsuna: Con lo obstinada que es no se detendrá hasta lograrlo.

Y como se dijo, el resto del día la shinhanyo estuvo practicando sin tener algún resultado, mientras que sus primas esquivaban las flechas que por poco las alcanzaban. Sin previo aviso, una de las flechas se dirigía a Setsuna, pero cuando intentó evadirla está la golpeó por la espalda.

- Moroha: ¡Lo logré! - dijo mientras daba saltos de alegría.

- Towa: ¡¿Qué piensas Moroha?! ¡Si fuera una flecha de verdad hubieras herido a Setsuna! - dijo mientras estaba de rodillas apoyando a su hermana.

- Setsuna: Por eso se llama "entrenamiento" - se levantó sin quitarle la vista a su hermana - mas bien nuestros padres están siendo compasivos con estas sesiones.

- Moroha: ¡¿Y es qué no me preguntarán como lo logré?! - dijo pateando una roca.

- Towa: Bien, ¿Cómo lo hiciste?

- Moroha: ¡Ja! Solamente fijé mi objetivo, o sea ustedes, al obtener la esencia de su olor. Soy toda una genio - expresó con los ojos cerrados y una sonrisa, pero al abrirlos vio que las gemelas se alejaban caminando - ¡Oigan! ¡¿Adónde van?!

- Setsuna: Ya acabó el entrenamiento.

- Moroha: ¡Por lo menos espérenme! - dijo corriendo en su dirección.

***

Una de las decisiones que tomaron las hanyo fue unirse al grupo de exterminadores para poner en práctica las habilidades aprendidas de sus entrenamientos, a parte de que podían aprender nuevas técnicas durante el proceso. Eso sí, Towa no podía ir a una misión sin que su padre no le confiriera a Colmillo Sagrado, debido a que una vez no controló su poder y casi termina lastimando a otras personas de no ser que Setsuna y Moroha hubieran interferido.

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