𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃; 𝐒𝐈𝐂𝐊 𝐋𝐎𝐕𝐄

𝐅𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫

—Despierta Stu, o llegaremos tarde.— grite mientras terminaba de lavar los platos.

—Ya estoy aquí, ¿Que hay para desayunar?— pregunto acercándose a la cocina.—¿Otra vez desayunaron sin mí?— pregunto con una nota de tristeza en la voz.

—Lo siento Stu pero te llamamos tres veces y no bajaste, además papá estaba apresurado. Pero te guarde un poco de comida.— dijo extendíendole un plato con tocino y huevos.

—¿Lo guardaste o lo cocinaste de último momento?

—Si lo cocine yo... pero es que mamá no tenía tiempo..

—No intentes justificarla Grace, no hay justificación para las preferencias.— dijo Stu mientras volvía a subir a la planta de arriba.

Stuart tenía razón, Grace no podía seguir justificando las preferencias de su madre y el poco interés de su padre.

Tomo su bolso una vez que su hermano bajo de un mejor ánimo.

—Gracias por el desayuno peque, estás lista?— pregunto tomando las llaves de su auto.

—Si estoy lista.

Una vez que subieron al auto Grace tuvo que quitar toda la basura que había sobre su asiento.

A diferencia de su hermano, Grace, era una persona muy estructurada y organizada.

Tal vez por eso se llevaba tan bien con su novio Billy.

—Deberias limpiar y desinfectar este auto.— dijo una vez que pudo subir al auto.

—Si tanto te molesta podrías decirle a tu noviecito que te lleve.— dijo Stu encendiendo el auto.

Grace arrugó su nariz una vez que un fuerte olor a colonia masculina llego a ella.

—Acaso te bañaste con tu colonia?

—Debo oler bien para las chicas, peque.

—¿Chicas? Tu solo debes oler bien para Tatum.— advirtió Grace.

—Si, si, losé, losé.— dijo con aburrimiento.— pero aún así no deberías tener la mente tan cerrada.— dijo volviendo a sonreír.

—¿Cerrada? No tengo una mente cerrada, solo soy fiel.

—Si pero podrías divertirte con más chicos, o mejor no, no quiero que ningún idiota se te acerque.— dijo rápidamente.— y si Billy pregunta; yo jamás te sugerí dejarlo.

—Esta bien.— dijo Grace comenzando a caminar hacia el gran edificio llamado escuela.

—Y recuerda Billy no se tiene que enterar...

—¿De que no debo enterarme?— pregunto Billy llegando.

El rubio paso un brazo protectoramente por los hombros de Grace y beso su cabeza.

—¿Cómo está mí chica?

—Bien.

—¿Y de que no debo enterarme?