Inesperado

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Camila POV

Para que me conozcáis un poco mejor me llamo Karla Camila Cabello Estrabao tengo 25 años, soy cubana mexicana pero prácticamente me crie en Miami, ahora soy secretaria en una empresa de hoteles, vivo en Nueva York sola, antes compartía el apartamento pero mi compañera se fue de la ciudad porque le propusieron un buen trabajo en Houston, no me preocupa el haberme quedado sola así puedo tener un poco más de libertad, me refiero a que si no tengo que darle explicaciones a ella si algún chico o chica se queda a dormir conmigo o si tengo una aventura de una sola noche, me llevaba muy bien con ella y me alegra de que consiguiera un mejor trabajo del que tenia, a si y no tengo hijos. Para mi suerte el puesto que tengo en la empresa esta bien pagado porque a veces tengo que ir de viaje con mi jefe a otras ciudades o países porque quiera construir un hotel allí. Retomando lo de antes llevo varios meses viéndome con un chico, es muy amable, atento y todo lo que una persona quiere, el me ha demostrado varias veces que no es porque quiera llevarme simplemente a la cama, con el tiempo me he dado cuenta de que el es así, le sale natural y sinceramente ya no existe solo esa atracción sexual que sigue estando pero empiezo a tener sentimientos más fuertes por el, que por cierto lo conocí a través de una aplicación para citas que es lo gracioso.

Al terminar de desayunar voy a hacer mi aseo matutino como cada mañana que voy a trabajar, luego voy al armario y elijo un pantalón pitillo (skinny) con cuadros celestes y blancos, una blusa celeste también y unos zapatos de tacón beige, también me pongo unos pendientes de perla blanca, dos brazaletes de color plata y el anillo que llevo siempre en el dedo corazón que también es de plata me pongo un maquillaje básico solo poniendo un poco de color en mi labios con un rosa pastel en acabado mate, me dejo el pelo suelto haciéndome pequeñas ondas en el, al finalizar compruebo que lo tengo todo en el bolso, guardo el móvil dentro, cojo las llaves de casa y del coche, salgo de casa cerrando la puerta con llave, bajo por el ascensor hasta el parking que tiene el edificio y voy hasta mi plaza, veo mi bonito kia sportage de color verde militar, lo cuido mucho porque me lo compre hace poco y el que tenia antes que era un mini el modelo cooper ya tenia sus añitos pero seguía funcionado, solo que cuando me mude a Nueva York para la universidad pues el pobre no daba para más, aunque funcionara empezaba a tener sus fallos, porque mis padres me lo regalaron cuando cumplí los 17 años porque llevaba teniendo el carnet del coche hacia un año y no podía ir donde quisiera, porque dependía de que ellos no cogieran el coche familiar, así que lo lleve a desguace hace dos o tres meses y me compre este que tengo ahora.

Antes de ir a la oficina me paro en la cafetería de siempre y le compro un café para mi jefe y como dice que esta intentando mantener una dieta equilibrada pues le compro también un envase con variación de frutas cortadas que consiste en plátanos, kiwis, arándanos y fresas, una vez todo comprado me dirijo a la oficina. Al llegar saludo a algunos compañeros y compañeras y me dirijo a mi sitio, dejo el bolso en mi sitio y le doy al botón del ordenador para que vaya encendiéndose mientras voy al despacho de mi jefe, llamo dos veces a la puerta y entro cuando oigo que me da paso.

- Buenos días señor Miller-

- Buenos días Camila- me mira.

- Le traigo su café solo con sacarina y como me dijo que intentaba cuidar su línea pues también le he traído fruta- le sonrió un poco.

- Muchas gracias, con el café estaba bien- se lo dejo en el escritorio y el le da un sorbo a la bebida- Pero tiene buena pinta la fruta esta-

Mi jefe se llama James Miller, tiene como cinco o seis años más que yo, la empresa la heredo de su padre al cual tuve el placer de conocer en una de las cenas del trabajo junto a su mujer, los tres son bastante amables e incluso a veces son un poco graciosos, no son la típica familia adinerada que te miran por encima del hombro, de eso me di cuenta a medida que pasaba mi tiempo en el trabajo, eso si se ponen serios cuando hay que serlo, como decía Miller siempre me agradece cuando le llevo el café o cualquier cosa que consista del desayuno o almuerzo, trabajo bastante a gusto en esta empresa porque no tengo que estar preocupada de que mi jefe sea un baboso como me ha pasado en el anterior trabajo, menos mal que me fui de allí, además tampoco podría preocuparme por eso sabiendo su orientación sexual, llevo 3 años en esta empresa así que el a parte de mi jefe también mi es amigo, porque le he visto de todas las formas posibles, comenzamos a ser amigos cuando un día me lo encontré llorando en su oficina porque su abuela había muerto la noche anterior entonces intente darle todo mi apoyo, de eso hace ya un año, así que desde ese día casi siempre me pregunta si le puedo aconsejar en algo o ayudarle en algo.

One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora