𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐂𝐀𝐑𝐃𝐒 | BTS [+18]

𝙇𝙄𝙀 // 𝟴

~  CAPÍTULO 8  ~

"𝘈𝘭é𝘫𝘢𝘵𝘦, 𝘢𝘭é𝘫𝘢𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘮í
𝘘𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦𝘢, 𝘴á𝘭𝘷𝘢𝘮𝘦, 𝘴á𝘭𝘷𝘢𝘮𝘦
𝘚á𝘭𝘷𝘢𝘮𝘦
𝘊𝘰𝘯𝘵𝘪𝘯𝘶𝘢 𝘪𝘯𝘤𝘭𝘶𝘴𝘰 𝘴𝘪 𝘮𝘦 𝘦𝘴𝘤𝘢𝘱𝘰
𝘌𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘢𝘵𝘳𝘢𝘱𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢 [...]
𝘋𝘦𝘷𝘶é𝘭𝘷𝘦𝘮𝘦 𝘮𝘪 𝘴𝘰𝘯𝘳𝘪𝘴𝘢
𝘈𝘵𝘳𝘢𝘱𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢
𝘚á𝘤𝘢𝘮𝘦 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘪𝘯𝘧𝘪𝘦𝘳𝘯𝘰
𝘕𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘥𝘰𝘭𝘰𝘳
𝘚á𝘭𝘷𝘢𝘮𝘦, 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘢𝘴𝘵𝘪𝘨𝘢𝘥𝘰" ~ (𝘓𝘪𝘦, 𝘉𝘛𝘚) ~

- A la próxima toca, o podrías verme desnudo.

Cientos de emociones explotaron en el cuerpo de la chica provocando que pasará drásticamente del miedo a la vergüenza. Sus manos dejaron de temblar, pero su rostro empezó a tomar una coloración tan roja como el tomate. Aquellas palabras la dejaron congelada, no obstante, a la vez la trajeron de vuelta a la realidad de forma inmediata.

En ese momento el chico ya había logrado almacenar sus emociones dentro de una vasija y las había vuelto a sellar. Aunque la ira continuaba acechándolo, había logrado mantener su pacífico temple. Tanto, que aquellas palabras habían surgido con tal naturalidad que sabía que quitarían a su amiga de su camino, o al menos eso esperaba. Sin embargo, su calma no perduraría mucho. Estaba bastante enfadado, odiaba a la gente entrometida, pero odiaba aún más sentirse débil. Para él la vulnerabilidad no era nada más que un signo de debilidad. En toda su vida jamás había tenido una crisis frente a alguien, jamás había llorado en público y por obvias razones jamás revelaba sus problemas, ni siquiera a sus amigos. Odiaba esa mirada de lástima que la gente hacía cuando sentía tristeza por el sufrimiento ajeno. Se le hacía uno de los sentimientos más falsos e hipócritas. Ahora con la escena que había protagonizado segundos antes, se sentía débil, impotente y al descubierto. Necesitaba huir cuanto antes. Necesitaba alejarse de ella, de ese lugar, o distraerse antes de que pudiera hacerle daño a alguien. Pues, cuando estaba en momentos tan frenéticos, podría llegar a ser una bomba de tiempo.

El joven jaló la manija hacia abajo, la mitad de su cuerpo salió a respirar el aire del exterior. Sin embargo, la otra mitad de su cuerpo quedó como prisionera. Antes de que pudiera escapar el castaño, una mano enrolló su muñeca, deteniéndolo y forzándolo a que se quedara más tiempo. Su amiga volvió a mirarlo con la misma expresión de pena y tristeza plasmada en su rostro. Esta vez, Taehyung sintió náuseas, sentía repulsión por ella, por él mismo y del mundo en sí. Aunque entendía que probablemente estuviera preocupada por él. Deseaba que ignorara el tema, pues al final su vida no era asunto ni de ella, ni de nadie. "Debió haberse quedado en casa" pensó molesto.

- ¿Tae, qué está pasando? – Pregunto después de unos segundos en silencio. Sus ojos se encontraron de inmediato con la mirada inexpresiva de su amigo, que se había dado la vuelta para encararla.

- ¿De qué hablas? – Respondió indiferente.

- ¿Qué son esas cicatrices? –

El chico se tensó ante su comentario. Era evidente que había visto las marcas, sólo que no quería creerlo. Rápidamente busco en su cerebro una respuesta a la defensiva.

- ¡El alcohol ya te afectó el cerebro! – Soltó rápidamente con la finalidad de terminar la conversación y se giró en dirección a la puerta.