𝘼𝘽𝙔𝙎𝙎 // 𝟭

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~  𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎  𝟏  ~ 

"𝐈𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨 𝐡𝐨𝐲 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢é𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐝𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚𝐬 𝐚 𝐭𝐮 𝐚𝐥𝐫𝐞𝐝𝐞𝐝𝐨𝐫,
𝐂𝐮𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐦á𝐬 𝐦𝐞 𝐚𝐜𝐞𝐫𝐜𝐨 𝐚 𝐭𝐢, 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐢 𝐦𝐞 𝐟𝐚𝐥𝐭𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐚𝐢𝐫𝐞,
𝐘 𝐭ú 𝐬ó𝐥𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐚𝐥𝐞𝐣𝐚𝐬,
𝐓𝐚𝐥 𝐯𝐞𝐳 𝐜𝐚í𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐮𝐧 𝐦𝐚𝐫 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐦á𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐨,
𝐄𝐬𝐞 "𝐲𝐨" 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐫..." ~(𝐀𝐛𝐲𝐬𝐬, 𝐊𝐢𝐦 𝐒𝐞𝐨𝐤𝐣𝐢𝐧)~

Estoy cansada. He llorado tanto tiempo que mis ojos se han secado. Ya no me queda ni una sola gota de agua en mi sistema. Mi garganta igual esta desgarrada, ¿fueron los gritos que me dejaron afónica o simplemente mi voz decidió abandonarme? Tal vez también desapareció y ahora sólo puedo articular susurros casi inaudibles que salen de mi boca cada vez que le pido al mesero que me sirva. Él se acerca con rapidez, me sirve y se marcha sin prestarme la más mínima atención.

Mis manos rodean la superficie dura y fría del vidrio. Lo sostengo con fuerza y después lo coloco a la altura de mis ojos. Observo el líquido incoloro que se mueve al compás de mi muñeca. Se agita estrepitosamente cada vez que lo vuelco de un lado a otro. Mis ojos se pierden en el movimiento cada vez que lo agito. Veo como chocan las pequeñas olas; vienen y van, vienen y van, vienen y van... El movimiento me envuelve lentamente y me imagino dentro de una tormenta en medio del océano. La brisa mezclándose con el viento y convirtiéndose en un huracán. Los truenos retumbando y relampagueando a lo lejos. Las nubes oscuras cubriendo el cielo nocturno en su totalidad. Los animales huyendo en busca de salvar sus vidas. El barco en el que estoy agitándose violentamente. La madera crujiendo bajo mis pies y yo sintiendo la adrenalina...por mi muerte. Desearía tanto estar ahí y hundirme en ese tempestuoso mar. Deseo sentir esa fuerte opresión en mi pecho a medida que el agua desciende por mi garganta y nariz. Aquella sensación de ahogo. Que el agua en mis pulmones bloqueé el aire. Que empiece a marearme, a sudar. Que mi visón se torne borrosa. Y de pronto llegué mi ansiada libertad. Esa especie de caída. Una sensación de calma y tranquilidad ocasionada por mi paulatina pérdida de consciencia, a causa de la privación de oxígeno.

¿Por fin moriría? ¿Ya dejaría de sufrir?...

Los humanos siempre le tienen miedo a la muerte. Que no saben que en algún momento dejarán de respirar, de existir y se desvanecerán para siempre. El verdadero dolor reside en los que se quedan viviendo. La vida es cruel, injusta, incomprensible e impredecible. Mientras que la muerte es serena, silenciosa, eterna y certera.

Entonces, ¿No sería mejor estar muerta?

Imagino como el agua se desliza por mis labios, asfixiándome. A la vez, que llevó el vaso a mis labios dejando que el amargo y fuerte sabor del alcohol escurra por mi laringe. Siento el ardor y el calor expandirse de mi garganta a mi pecho y de mi pecho a mi estómago. Después siento una corriente eléctrica que recorre todas mis extremidades y finaliza de nuevo en mi garganta. Este elixir me hará olvidar todo el dolor y me hará sonreír de nuevo, ¿Cierto? Dibujo una sonrisa en mis labios y sonidos que distingo como risitas salen de mis labios.

Continúo bebiendo y bebiendo, cada vez veo más cerca el final y se siente bien. ¿Qué es lo último que vemos cuando morimos? ¿Una luz, el vacío o toda una película de nuestras vidas? ¿Qué vemos?... Mis ojos se sienten pesados, apenas puedo parpadear. Mi cabeza se mueve involuntariamente de un lado a otro, capturando imágenes borrosas de mi entorno. Poco a poco mi ventana de visión se hace más pequeña hasta que queda reducida a puntos y manchas oscuras. Pronto me pierdo en la oscuridad.

FLASHBACK

Apenas puedo sostenerlo en mis brazos. El agua sigue escurriendo por la tina y yo no puedo detenerla. Su cuerpo no esta frío, esta helado. Tanto que ha perdido su tonalidad y ha sido remplazada por un blanco enfermizo. Lo aprieto contra mi pecho intentando calentarlo con mi calor corporal. Limpió su rostro del oscuro líquido que sale de sus ojos, pero es inútil. Se ha drenado por completo y el agua de la vieja tina sólo se encuentra completamente tintada de color verde oscuro.

Sus ojos se encuentran perdidos, pero sus manos se elevan como si quisiera alcanzar algo...

He llegado demasiado tarde.

Intento hablarle, calmarlo y hacerlo que vuelva... Lo aprieto tan fuerte que por un momento el esperanzador pensamiento de que se quede conmigo cruza por mi mente. Sólo espero que se quede un poco más... Sin en cambio, ya lo estoy perdiendo.

No hay palabras para poder dar una idea adecuada de las emociones encontradas que destrozan mi corazón, ni cómo lo torturan cruelmente. Sumida en mi desesperación intento levantarme y alejarlo lo más posible del agua, pero no puedo. Soy muy débil para moverlo.

Entonces, súbitamente abre sus labios.

- Lo logré – susurra, mientras una agria sonrisa sacude su rostro. - Al fin lo logré...- Repite ensimismado. Mientras sonríe al vacío. Noto una alegría en su miraba que no he notado nunca. Sostengo su cabeza entre mis brazos y acaricio su aterciopelada piel. Se siente helada al tacto, quito el cabello que cubre las partes de su rostro y admiro su felicidad por segundos.

Quiero tirarme a llorar, decirle que aquí estoy, pero no puedo siquiera pronunciar una sola palabra. En sus expresiones puedo ver una felicidad como la que jamás había visto y no quiero arruinarla. Es una sonrisa genuina, esplendorosa; una sonrisa acompañada de una encantadora ternura en su mirar.

- Por fin pude hacerlo – Dice y finalmente me mira. El gesto en su mirada y labios se repite. Realmente jamás lo había visto tan feliz.

Sin embargo, en su miraba noto un ápice de tristeza. Tal vez es un sentimiento amargo.

Observo un ápice de cordura en medio de su trágica despedida. Él logra reaccionar levantando su empapada mano hasta alcanzar mi rostro. Siento sus largos dedos en mi mejilla y empiezo a acariciarla con ternura. Tengo la impresión de que aún está conmigo. Él me mira con esos bellos ojos marrones que alguna vez adoré. Se impulsa un poco para incorporarse, pero a mitad del camino retrocede y se aleja con tristeza. Suavemente desliza sus dedos por mis labios y me susurra... Un tierno "Gracias". Concentra su mirada nuevamente en el pálido techo y deja que el líquido fluya de sus órbitas, nublando por completo su visión. A medida que el líquido verduzco resbala por su mejilla, su piel comienza a cuartearse.

Quiero huir, sacarlo de allí, implorar por un poco más de tiempo o entendimiento. Solamente quiero salvarlo, tal como él a mí. No es culpa, ni agradecimiento, ni cariño. Yo sé que es amor.

¡AMOR!

Lo que nos puede mantener vivos por siempre como aquel nos puede matar y consumir de inmediato.

Así como él se marcha de mis brazos, yo me deshago por dentro.

Tan sólo pido unos segundos más. Necesito que me explique todo, necesito respuestas. Pero lo más importante, lo necesito a él con vida...

Repentinamente él suelta todo el peso que carga. Se deja caer en mi regazo mientras dibuja una amplia sonrisa. Entonces, sus ojos se pierden en el vacío eternamente.

Así, en mis brazos descansa el cuerpo inerte de Jeon Jungkook. 

𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐂𝐀𝐑𝐃𝐒 | BTS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora