Capítulo 5

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Guillermo Pov's - Capitulo 5
~ ¿Atracción? ~

Recapitulación
Aquí me encontraba. A punto de irme de una fiesta en la cual no pensaba que la pasaría tan bien a decir verdad. Esperaba pasarla con el móvil, mirando la fiesta, quejándome de la mala música que probablemente haya habido -pero no ha sido así-, de la comida, del clima, de Rubén y su insistencia de venir a esta porquería, entre otras cosas. Pero nunca pensé que la pasaría con el anfitrión.
Con el dueño de la fiesta.
Con alguien a quien no conocía.
Alguien que con el pasar de las horas conocí más a fondo llegando a la conclusión de que era como "mi alma gemela" porque a decir verdad teníamos diversas cosas en común pero también una que otra diferencia en la que nos partíamos de risa luego de una leve discusión. Después, como si nada hubiese sucedido, seguíamos la platica con gran alegría y entusiasmo.

Tanta confianza en tan poco tiempo... ¿Sorprendente, no es así? Cualquier persona en sus sano juicio se fiaría de alguien que a penas conoce, pero en mi caso es diferente.
Nuestro caso es diferente.
Él y yo somos completamente diferentes al resto del mundo.
Y obviamente eso está más que claro. Pero esto tiene un doble sentido.
Juntos somos muy diferentes a los demás.
Juntos.
Yo y él.
Nos hemos confiado tanto del otro que en tan escaso tiempo nos tratamos como si "nos conociéramos de toda la vida", tal como lo había dicho Rubén en su momento.
Es algo completamente indescriptible. Algo indescifrable. Algo que no logro descodificar. Algo que no se si son sentimientos o sensaciones, por que ambas se vuelven una cuando le miro a los ojos y me deja completamente confundido. Esos ojos miel que me atraen instintivamente cuando le observo fijo. Que me dan una respuesta sin necesidad de palabras.
En donde se siente todo. Se explica todo.
Donde se deja todo en claro.
Y eso es algo que he llegado a apreciar hasta el día de hoy. Que no hay necesidad de palabras para expresar lo que sentimos cuando vemos al otro. Porque en realidad no las hay.
Con una sola mirada sabemos todo del otro.
Todo lo que sentimos.
Lo que yo siento por el.
Aunque no se con certeza si ha llegado a sentirlo en aquel momento.
Espero que si.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Aun así aquí me encuentro, despidiéndome de él y buscando impaciente a Rubén por todas partes pero no le he localizado. Estoy entre seguirle esperando o largarme de una buena vez, porque Samuel esta frente mío y observa atentamente cada movimiento que hago.
Y eso me incomoda un poco.

-¿Buscas a Rubén?- preguntó curioso con ambas manos en sus bolsillos delanteros dando un aspecto juvenil. Asentí mientras elevaba la cabeza para buscar entre el montón de gente que bailaban muy englutinados entre si. La distancia entre unos de otros eran muy escasas. Realmente me repugnaba.

-¿Y crees que podría estar entre toda esa gente?- preguntó. Me estaba irritando. Sus preguntas me irritaban.
Pasé por alto su pregunta y proseguí en mi búsqueda imposible buscando una paja dorada entre un pajar, así es, ya no es una aguja.
Él era un rubio ojiverde de tez blanca mientras que el montón de gente era exactamente igual: castaños, rubios...
Totalmente imposible.
Misión imposible.
Rubén se perdió y yo no voy a ser quien le encuentre. Me ha dejado con un desconocido -conocido- durante horas sin saber de su existencia. No se había dignado siquiera de aparecerse ni de casualidad para comprobar mi bienestar, así que terminé tomando eso como parte de una pequeña venganza.
Se volverá a casa solo.
De todos modos el sabrá el camino de regreso.
Yo me largo.

Lentamente y a paso decidido comencé a caminar hacia la salida pero un tirón de mi muñeca me obligo a girar nuevamente.
Chispeaba de cabreo y enojo hasta los poros pero al ver esos ojos color miel todo mi ser se acompasó, mi respiración comenzó a ser desregulada y mi corazón latía desbocado. Sentía miles de sensaciones diferentes desde la hebra del cabello hasta la punta de mis pies; cosas se revolvían en mi estómago y mis piernas flaqueaban descontroladamente. Me veía en un futuro desmesuradamente próximo a caer como una damisela en peligro pidiendo ayuda a suplicas y gritos.
Pero no podía gritar como un psicópata siendo nuevamente el centro de atención....
Porque mi príncipe estaba en frente mío.
Y él no sabía que lo era.
Vaya problema.
Aquel cabreo que sentía se disipó en el mismo instante en que le ví a los ojos remplazándolo por emociones totalmente desconocidas pero que al mismo tiempo he añorado.
Sigo sin poder descifrar que es aquello que siento; que saca lo mejor de mí. Que me hace sentir como una persona nueva y que me induce la necesidad de expresarselo a aquel que lo provoca.
A él.
Pero no puedo hacerlo.

-¿Te irás sin Rubén? ¿No seguirás buscándolo?- preguntó con preocupación. Negué con la cabeza y el frunció el seño moviendo la cabeza desaprobatoriamente por mi decisión. - No dejaré que te vallas solo Guillermo-.

Me provoca tal felicidad el saber que realmente le importo y me hace pensar que soy una persona valiosa en su vida que necesita protección.
Y que mejor persona protectora que sea el ¿no?
Protección en sus fornidos brazos que seguramente reconfortan emocionalmente y físicamente proporcionan calor, atrayéndote cada vez más cerca de su pecho haciéndote sentir muy pequeño entre él. Pero a salvo. Seguro.
Aun así disfruto de aquel pequeño contacto entre su muñeca y mi brazo. Es el contacto más cercano que tendré a él. Pero mis pensamientos eran errados.
Apartó su mano y me tomó con ambas las mías; amarrándolas. Definitivamente esto es mucho más de lo que esperaba. Mucho más.

-El sabe el caminó de regreso a casa. Aparte... Mis padres ni siquiera saben que estoy con él y mucho menos que no estoy en casa-. me obligué a hablar. El solo asintió cabizbajo mientras que comenzaba a acariciar delicadamente con el dedo pulgar el dorso de mi mano.
Oh dios mio, íbamos muy rápido.
Él iba muy rápido.
Y no podía detenerlo porque realmente disfrutaba ese pequeño mimo que me otorgaba obligándole a sentir mi fría piel entre sus dedos, mientras que me daba más esperanzas de que el siente lo que yo, y que hizo aquello por mero impulso y que tal vez, su corazón le haya impulsado a hacer semejante acción. Sus caricias provocaron un leve estremecimiento en lo bajo de mi columna haciéndome temblar, cerré los ojos y seguí disfrutando de esas sensaciones que me empezaban a gustar cada vez más.
Suspire profundo.

-Debo irme- levanté la vista y le miré fijo a aquellos ojos marrones que tanto cautivaban y me enamoraban profundamente.

-Lo sé..- contestó. -como se que no me dejarás retenerte y no esperaras a Rubén solo... Ten mucho cuidado-.
Le eché una ultima mirada y emprendí mi camino a casa.
No iba a ser el final.
•~•~•~•~•~•~•~•
Cruzaba medio jardín dirigiendome a la cerca negra del principio que seguramente era la salida. En el camino seguía buscando a Rubén con la esperanza de encontrarlo y largarnos los dos juntos de que la fiesta. Pero no lo había encontrado. Eran 4:57 a.m. y la mayoría de las personas se encontraba en el piso; descompuestas o desmayadas por un consumo excesivo de alcohol que su organismo no supo tolerar. Los restantes seguían adentro dejándolo todo en la pista de baile.
Desvié la mirada al frente. Perdía el tiempo mirando la situación deplorable de la gente en estos estados aunque lo que me ha parecido mas raro es no haber visto a ojiverde junto a ellos ya que es típico de él. ¿Donde se habrá metido?
Giré hacia la izquierda buscando el coche del rubio que estaba en el lado de enfrente al final de la manzana. Hacía un poco de frío y quien diría que no a estas horas de la madrugada. Amarré la chaqueta color negro más hacía mi pecho tratando de no dejar ningún hueco donde se pueda filtrar el frío en el intento de hacer que mi temperatura corporal me protegiese del aire malo.
Miré hacia mis costados analizando el ambiente. Todas las casas de alrededor eran fabulosas; perfectas. Tenía las cualidades que todo ser humano desearía. Era realmente envidiable el dinero que reflejaba poseer cada propiedad. Los postes de luz iluminaban en escasez haciendo que aquel ambiente tuviera un aspecto terrorífico y lúgubre que terminaba por dar miedo a cualquiera que cruzase por aquí incluso a mi, que ha había provocado que se me pusiera la piel de gallina. Era en típico ambiente de una película de terror donde hay un asesinato o algo sobrenatural.
Crucé al lado de enfrente. Había localizado el auto de Rubén que se encontraba con las ventanas empanadas y varias marcas que parecían ser del interior. Me acerque un poco más a la ventana intentando identificar el factor de aquel empaño pero lo único que llegue a divisar fue la marca de una mano en el vidrio. Una mano pálida.
Como la del rubio.
La mano se movió dejando en la claridad las personas que se encontraban dentro y la acción que producía tanto calor dentro de coche.
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Se que esto es un poco mas corto de lo habital pero es lo que he podido expresar lo que quería escribir y es algo que siempre me cuesta 7-7
Se que no he actualizado desde el mes pasado pero he tenido un par de problemas personales que intento solucionar hace ya bastante y no he podido, pero ya encontrare una solución.
Por otra parte quería decirles que voy a cambiar el narrador a tercera persona ya que con primera no me siento tan cómoda como antes. Si el narrador me sigue dando problemas creo que dejare de escribir la fanfic. De verdad aprecio todo el apoyo que le dais :)
Sin otro particular me despido y ya veo si puedo publicar la semana que viene xD


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⏰ Última actualización: Jun 15, 2015 ⏰

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