Guillermo Pov's - Capítulo 3
~ ¿Samuel? ~
(Estas recapitulaciones las hago para no lean de nuevo el capítulo anterior)
Recapitulación
Había decidido ir a casa de Rubén dispuesto a contarle todo lo sucedido, pero fue más difícil de lo que creí. Después de meses me seguía doliendo como la primera vez, se que debe ser libre pero una parte de mi no quiere dejarle ir.
Mis recuerdos de él no han quedado en el pasado y mucho menos en la memoria, ellos se han apegado tanto a mi que dolía; dolía tanta su compañía como también la disfrutaba ¿Masoquismo? Yo no lo pienso así. ¿No les ha sucedido que su mente ha recordado tanto que duele? ¿Que aquellos momentos vividos arrasan con toda tranquilidad quebrantando todo sentimiento que se experimente en el momento, y que el dolor y la felicidad se complementen hasta volverse uno? Que extrañar tanto a la persona y los recuerdos que se posee… ¿duele?
Sin embargo ahora se que cuento con el apoyo de la persona mas importante en mi vida. La única persona que a pesar de mis diferencias y decisiones me quiere tal y como soy.
La única persona que me ayudara a salir adelante.
~•~•~
-Bueno….mira, hoy tengo una fiesta en casa de un amigo y… creo que te podría hacer bien salir… ya sabes y eso…- dijo entre titubeos.- ¿Quieres venir?.- propuso.
Lo miraba fijo pensando seriamente. En el fondo se que mis padres no me dejarán ir por tales motivos pero otra parte de mi decía que ya era hora de dejarlo ir y pasar a la pagina siguiente, que de seguro algo mejor me espera.
Esto va a ser difícil.-Tu sabes que mis padres…- pero antes de que terminase de hablar me interrumpió.
-Se lo que tus padres te dirán y que no te dejaran ir... Pero mira, vamos a intentarlo.-¿Qué?
-Quieres decir que….-
-Si Willy, vamos a escapar.- concluyó firme.Escapar… definitivamente Rubén había cambiado estos últimos meses. Incluyendo la decoración de la habitación como sus gustos y su actitud. Esa imagen de inocencia y "soy mas bueno que el pan" había desaparecido sin dejar rastros. Tenía la actitud de un insubordinado y sedicioso adolescente que se muestra reacio a cualquier prohibición que se le coloque por su bien y el bien común; y cuando digo "bien común" es por el bien de que alguna jovencita que se le cruce por delante, termine con un hijo suyo en las entrañas. Aunque por otro lado supongo que son las hormonas, y sólo quiere la imagen de "niño malo".
Pero también se dice que la gente cambia por la influencia de alguien más…
-¿Quien es?- pregunté inclinando la cabeza hacia un lado con una sonrisa que inevitablemente se fue formando sin permiso alguno.
El me miró desasosegado y exaltado.
-¿D-De que hablas?- respondió con recelo. Su pánico se notaba a millas.
Lo miraba fijamente con una sonrisa medio tonta pintada en los labios. Estaba claro que no me lo iba a decir. Así que decidí mirarle fijamente en un intento de intimidarle y estaba dando resultados. Cada segundo que pasaba se ponía más tenso y nervioso. Tragaba en seco y sus intentos de permanecer relajado fueron en vano, muecas se formaban en su rostro… no iba a aguantar mucho más.
Seguíamos mirándonos mutuamente. Yo con una sonrisa boba y el… mas inquieto que nunca, los nervios se le desbordaban por los poros.
Hasta que no logró aguantar más.
-Ya, esta bien, deja de mirarme con esa cara de gilipollas que tienes.- dijo frustrado mientras pasaba ambas manos por su cara reafirmando su frustración.-Solo te pido que no digas nada. Eres la primera persona a la que le digo esto.- asentí sonriente y jocoso por mi gran victoria.
-¿Quien es ella?- pregunté.
El retiro sus manos de su rostro y las entrelazó mirándome seriamente. Estaba muy nervioso y ni siquiera sabia el porqué. De repente bajo la mirada de manera repentina para luego cerrar los ojos y empezar a hablar.
-Es…Es él Willy…- afirmó soltando un largo suspiro.
El permanecía inmóvil, con sus ojos cerrados y su cabeza gacha mirando al suelo, que al parecer era mas interesante que yo. El silencio era torturador y la incomodidad en ese ambiente sobraba.
-Y se llama Miguel Ángel.- dijo levantando su mirada para buscar la mía.- Mangel… en realidad yo le digo así pero dada la situación...- continuó haciendo gestos con manos para indicar la poca importancia del alias de su "novio" si es que se podía decírsele así.- Pero bueno, ya lo sabes, ahora se que me rechazaras y…-
No le deje terminar.
-Te apoyo Rubén, si tu eres feliz yo te apoyo. Se que harías lo mismo por mí, después de todo… eres mi mejor amigo…- respondí firme y seguro. El sonrió en grande y se lanzó a fundirme en un abrazo cargado de poco un todo, ya que a fin de cuentas me estaba asfixiando.
-Tu chaval ¡que me matas!- exclamé entre divertido y molesto.
-Vale, Vale.- dijo separándose de mi para así tirarse sobre la cama relajado sin nada que ocultar.
-Me he sacado un gran peso ¿sabes? Gracias Willy.- dijo plácido y sereno entrelazando sus brazos detrás de su cabeza para darle soporte, formando un hueco perfecto para apoyarla.
Me limité a contestarle con una sonrisa llena de todo un poco.
-Al final no me has dicho si irías o no...- dijo con recelo y algo perplejo.- espero que no me hayas cambiado el tema de conversación solo para no contestarme si irías o no.- añadió pensativo reincorporándose en la cama para sentarse a mi lado.
-Tranquilo pringao', si iré.- confirmé.- a no ser…-
-Irás o Irás.- dijo dominante.- Pasaré por ti a las 11:15, estate listo y esperame afuera a si nos escabullimos lo mas rápido posible sin que nadie nos vea.-
Madre mía… Cada vez más a este chico se le piraba la pinza.
-Esta bien.- confirmé.- a las 11:30.-
•~•~•~•
Estaba caminando hacia casa; pensando y confiando en que esta salida de Rubén realmente valga la pena. Que todo lo que estaba por jugar realmente merezca jugarlo.
Caminaba a rastras con la cabeza gacha y ambas manos en la sudadera, la capucha de esta puesta y la música puesta a todo lo que daba el volumen. En ese momento solo quería sumergirme en mi mundo antes de volver a la realidad. A esa cruel realidad que me esperaba en casa.
La verdad nunca creí que Rubén era de esa preferencia… es decir, que era gay ¿Sabes? Siempre pensé que le iban las chicas y tal pero mas allá el es mi amigo y le iba a apoyar en todo, como el iban apoyarme a mi, en salir de mi martirio; para ser libre.
A fin de cuentas el apoyo era mutuo y eso era perfecto.
Hubiese seguido pensando sumido en mi mundo sino hubiese sido que por la torpeza de aquel chico que colisionó contra mi brutalmente cayéndose sobre mi, aprisionandome entre la acera y él.
El tiempo se congeló y solo éramos nosotros dos y el mundo. Mirándonos fijamente detallabamos cada característica que el otro poseía. Él, con aquellos ojos color miel que desprendían un destello inigualable. Sus labios finos y sonrosados, con una pequeña distancia entre ellos, que dejaban expuestos a aquellos blanquesinos y aperlados dientes. Su nariz respingada y perfecta. Y aquella barba castaña, como su cabello; sedoso y brilloso, a medio salir.
Todo en el era perfecto en comparación mía… yo solo era otro más. Si no hubiese sido él el que me acorralase, probablemente le hubiera tirado toda la bronca a cualquier otro.
De repente nos habíamos dado cuenta en que situación nos encontrábamos y que aun permanecíamos tumbados en la acera a un costado de la calle mientras la gente nos miraba conmovida y estupefacta. Rápidamente se levantó sacudiéndose un poco sus prendas, yo lo miraba atónito e inmóvil. Luego me extendió su mano derecha; tersa y suave, para ayudarme a ponerme de pié. Al simple roce con esta, un escalofrío reconfortante a decir verdad, me recorrió desde la punta de los dedos de mi mano hasta las uñas de mis pies. Al parecer el también lo había sentido ya que me soltó la mano inmediatamente luego de que me levantase.
-Lo siento… Y-yo... Iba apurado para…- dijo excusándose del reciente embrollo levantando su mano a su cuello para comenzar a palparlo. Estaba muy nervioso.
-N-N-No tienes porque darme.. Eh… explicaciones… es decir… yo no soy tu… eso ya sabes.- dije entre titubeos. Seguramente tenia las mejillas más rojas de la historia en estos momentos.
-Si… bueno… ha sido em... Un placer… eso creo.- terminó por decir.- que tengas… un buen día… Eh…
-Guillermo.- le aclaré. El solo asintió y se fué.
Yo solo me limité a seguir mi camino hacia casa, luego pensaría sobre aquello ya que este no era el momento, aún estaba en estado de shock.
•~•~•~•
Abrí la puerta con la llave y me adentré en el recibidor. Eché un buen vistazo a mi alrededor antes de dirigirme a mi habitación. Caminé sigilosamente por el pasillo hasta llegar a la sala de estar. Allí estaba Carol en el sofá recostada en este, relajada, con el mando en manos jugando con la consola que supuestamente debía estar en mi maleta.
No le dije nada, así que giré sobre mis pies para finalmente dirigirme a mi habitación. Poco me importaba que estarían haciendo mis padres.Me recosté en mi cama con la mirada fija al techo. Tenía los cascos puestos y música seguía sonando.
¿Quién era aquel misterioso castaño? No lo sabía, y tal vez no lo volvería a ver. Aquel cosquilleo, aquel escalofrío, aquel roce de manos no lo había sentido hace bastante tiempo y de echo lo añoraba; añoraba esa sensación que provocaba. Esa sensación tan correcta pero prohibida al mismo tiempo era única. ¿Cual será su nombre? ¿Alfredo, Álvaro, Francisco, Santiago? ¿Lo volveré a ver? Tantas preguntas sin respuesta alguna me agobiaban, así que decidí dormir hasta que llegue la hora de cenar y luego irme con Rubén a aquel cumpleaños que le hace tanta ilusión.
-Ojala pueda volverle a ver y conocerle como dios manda- deseé
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Había terminado de cenar hace casi una hora. Eran las 11:03 de la noche y se suponía todos en esa casa deberían de estar durmiendo.
Daba vueltas de un lado a otro recorriendo toda la habitación. Rubén estaba tardando y eso me ponía cada vez más nervioso ¿Porque? Pues cada segundo que pasaba era un segundo mas cercano al peligro que me esperaba si no me encontraban en mi habitación.
El claxon de un auto había sonado estruendosamente en la vereda de la casa -¿Será gilipollas?- pensé. ¿A quién se le ocurre tocar el claxon de un auto en medio de una escabullida? Pues si, solamente a él.
Salí por la ventana de mi habitación bajando con cuidado de no caerme y romperme una pierna cargándolo todo. Pero no pasó.
Subí al auto y cerré la puerta tras subir. Le dedique una mirada asesina a aquel pringao' que me miraba con una enorme sonrisa.
-Tu... eres un parguelitas tío… ¿Como coño se te ocurre tocar el claxon?- dije furioso y molesto. El solo rió fuerte y su sonrisa había llegado a sus límites.- Anda vámonos ya.- ordené. El solo asintió jocoso y empezó a conducir.
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Habíamos llegado a la fiesta. La gente se encontraba dispersa por todas partes; bailando, bebiendo o haciendo el tonto. Como también había otros complaciendo sus deseos carnales en los arbustos y en las habitaciones de la casa. Pues a decir verdad se notaba que aquel chico era adinerado.
Caminamos por el jardín. Rubén se había encontrado con sus otros amigos y se estaban saludando. Yo miraba de un lado a otro inspeccionando tanto la fiesta como a los invitados, y la verdad es que la fiesta, para unos ojos sobrios, se veía repugnante; gente vomitando, cogiendo, restregandose unos con otros, y otros llenándose de alcohol hasta terminar en un coma etílico.
Pero de repente encontré a quien menos había imaginado encontrarme en estos momentos.
Aquel castaño se encontraba con unas chicas en ronda hablando, cotilleando, coqueteando y… ligando. Llevaba una una camiseta negra en degrade hacia blanco, unos jeans del mismo color, blancos, y unas zapatillas color negro. Aquella camiseta se moldeaba bien a su cuerpo, dejando ver aquellos zonas trabajadas; su abdomen firme y sus brazos voluminosos.
Él era simplemente perfecto.
De un momento a otro, sin darme cuenta el se estaba acercando hacia nosotros. Rubén se percató de esto y le saludó. Yo estaba en shock total. Nunca pensé que le encontraría aquí, en estos lugares. El se veía como un chico serio. Bendito sea Rubén que me había rogado para venir; bendito sea ese hijo de puta.
De repente ambos dirigieron la mirada hacia mí. Estaba a nada de caer desplomado en el suelo.
-Willy, el es Samuel. Es el anfitrión de esta noche.-
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BuenoOoOoO :v que tal? xD aquí el capítulo 3 espero que haya gustado.
Se que he tardado casi dos días en subirlo. Perdón es que no he tenido tiempo y he estado inspirada en esos momentos para rematar (cosa que pasa muy rara vez) y aun así no he dado con el tiempo. Pero ya esta :3
¿Les ha gustado el "Salseo"? porque esto es solo es el comienzo :)
Buenas noches xD nos leemos el domingo :D!