Capítulo 44

2.4K 182 16
                                    

"Me bajé del avión, voy corriendo para verte"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Me bajé del avión, voy corriendo para verte"

— No podré, Sandra, es difícil... — Exclamé para después darle un sorbo a mi malteada de frutos rojos.

— ______, entiendo que sea difícil para ti, pero él no es tu hijo, no es tu primo y mucho menos tu hermano... Estoy guardando tu secreto porque eres una muy buena amiga para mí... Pero esa custodia la vas a tener que pelear en el orfanato, y más aparte que lo tienes que hablar con Osvaldo... — Y por una vez más, Sandra tenía razón...

— No quiero que Fernando vuelva a pasar lo mismo... Es un niño tan maravilloso que lo quiero llenar de amor, tal vez no como su mamá, él quizá no me pueda llegar a considerar esa figura materna, pero como su hermana, tal vez... — Ella me miró con angustia...

— Necesitas pelear su custodia con sus padres, entendemos, son unos drogadictos, alcohólicos, que violentaban a su hijo, pero al final son sus padres, ellos le tienen que concebir al orfanato la total libertad de que él ya no será su hijo, después vendrán tú y Osvaldo, tienen que pelear con todo este horrendo papeleo y pasar la prueba de la trabajadora social... — Recapacité. — Y ponle que también es la presión de sus fans de decirles que adoptaron a un chico de 16 años... — Suspiré.

— No sé cómo lo haré, no sé si ésto saldrá bien, pero de que Fernando irá conmigo, irá conmigo... — Ella me sonrió.

— Tan orgullosa y luchadora, como siempre... — Solté una pequeña risa.

Regresamos a la habitación de Fernando, tomé asiento por un lado de él y lo miré, para después tomar su mano...

— Iré por más cosas que necesito para revisarlo nuevamente, te veo ahorita, nube. — Dijo Sandra, asentí y ella salió de la habitación.

— Necesito decirle a Osvaldo... — Acaricié su mano, me levanté y comencé a llamar por videollamada a mi novio...

— ¡Pastelito! — Escuché su dulce voz a través del celular y sonreí.

— ¿Cómo estás, amor? — Pregunté.

— Bien, bien, ¿Y tú, mami?

— Estoy bien... Oye, necesito hablar contigo... — Me miró confundido.

— Adelante, dime, te escucho. — Me sonrió ligeramente.

— ¿Estás ocupado o con alguien? — Pregunté antes de comenzar a hablar.

— No, los chicos se fueron de compras, me dió flojera y me quedé. — Asentí dándole a indicar que entendía.

Un paso para el amor... || El MarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora