Capitulo 5: Tardes de poesia

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Ya había pasado una semana, los días transcurrían igual en el orfanato y como cada tarde los dos hermanos se encontraban en el patio, cerca del árbol que solían trepar cuando eran niños y que ahora les brindaba sombra. Mientras Paulo estaba sentado leyendo el libro, Leonardo se encontraba acostado sin decirle nada, solo escuchando lo que leía por ratos su hermano.

—2, 3, 4 repite una y otra vez
Clave, clave, clave 3 han de ser
Por cada memoria que se a perdido
Un nuevo recuerdo habrá nacido
Lago, lago, lago evita el charco—leia en voz alta Paulo confundido—. ¿Qué querrá decir? Este poema es más complicado.
—Insisto en que a eso no se le puede considerar poema—opino finalmente.
—Tú no entiendes el hermoso arte de la literatura.
—Mi 10 en el examen de Español a comparación del 6 que tú obtuviste dice todo lo contrario—le recordó.
—¡No me recuerdes mi vergüenza!—exclamo apenado mientras cubría su rostro con el libro pero lo bajo un poco dejando ver sus ojos—. No es mi culpa ser malo en la clase de Español.
—Y en la de Matematicas, Ciencias Naturales, Educación Fisica, Geografia, Historia, Artes—comenzo a mencionar su hermano.
—Un golpe dolía menos. Volviendo al tema creo que tienes razón.
—¿En qué eres malo en esas materias?
—¡No! Me refiero al poema—solto un suspiro y volvió a mirar la hoja que había leído—. Creo que tienes razón en que no es un poema... Parece un raro juego de palabras ¿Tal vez un mensaje? O quizás algo para recordar.
—¿Recordar que?
—No lo sé pero me duele el pecho otra vez.
—Deja de leer y acuéstate—le ordeno de manera tranquila aunque se sentía preocupado—. Si sigues leyendo te hará daño.
—Esta bien—dejo el libro a un lado y se acosto. Pensativo miro las ramas de los árboles, sentía como el dolor disminuía y recordo algo que desde hace mucho tiempo quería preguntarle a su amigo—. ¿Leonardo, recuerdas a tus padres?
—Leonard—le corrigió—. Recuerdo muy poco pero es lo suficiente, sé que mi nombre es Leonard... Roy Leonard.
—¿Desde cuándo?
—Desde siempre.
—¿¡Cómo!?—exclamo sorprendido volteando a verlo—. Recuerdo que cuando llegaste te presentaste como Leonardo.
—A la Directora no le gusto la pronunciación de mi nombre y el primero no era de su agrado. Me obligaron a pronunciarlo y presentarme siempre así.
—¿Por qué no me lo dijiste antes?
—Lo hice pero se te dificultaba pronunciarlo, decias Leonord, era gracioso.
—Perdon. Desde ahora te llamaré Leonard—dijo sonriendo—. Te queda mejor, suena a nombre de científico.
—Supongo—pronuncio con una leve sonrisa—. ¿Por qué me preguntaste si recordaba a mis padres?
—Queria saber cómo... cómo era tener, ya sabes, una familia.
—¿Tú desde que naciste has estado aquí, cierto?
—Sí, la Directora me dijo que fue mi madre quien me trajo con unos cuantos documentos que decían que nací en un hospital.
—¿Por qué me llamas hermano mayor?—le preguntó aunque sabía la razón.
—Porque desde que nos conocimos me cuidas como tu hermano menor—respondio sonriendo.
—¿Y eso en que nos convierte?
—¿En familia?—pregunto inseguro.
—Sí—afirmo y al no tener más preguntas de Paulo continuo—. Sé lo que quieres escuchar pero tener padres no es como en los cuentos de hadas o quizás sí pero yo no tuve esa suerte. Haya afuera el significado de familia es confuso, personas inexpertas que son obligadas a formar una familia. Mujeres y hombres que no saben dar o recibir amor, costumbres injustas y crueles que pasan de generación en generación y que son obligados a mantener solo por tener la misma sangre.
—Si es así no me gustaría que nos adoptarán—dijo desilucionado.
—No todo es malo, también hay personas buenas que sabrán cuidarnos. Tener una familia es sentir que estás en tu hogar y un hogar es cálido como el amor.
—Calido—repitio pensativo—. Ah eso me recuerda al poema del libro ¿Cómo decía?—se preguntó a si mismo intentando recordar—. Creo que decía así: Que cálido es el amor y muy lindo podría decir yo, jamás te daña como el vil veneno, jamás te deja si es amor.
—No suena a un poema pero es bonito.
—Sí—sonrio—. Hermano, si somos familia ¿Está bien asi? Somos dos.
—Sí, no te preocupes—le respondio tranquilo—. En el camino seremos más, no importa si ahora somos dos porque después seremos tres.
—Y luego cuatro jeje hasta ser una gran familia... Espera—dijo levantándose y asombrado por su descubrimiento tomo el libro mirando de nuevo la hoja donde estaba el poema—. ¡Eso es!
—¿Qué?
—Son personas.
—No entiendo—pronuncio confundido levantándose también—. ¿De que hablas?
—Los números en el poema son personas.
—Sigo sin entender ¿Cómo serían personas? Dijiste que parecía algo para recordar.
—Y lo es.
—¿Eh?
—¿Qué es un poema?
—Una composición literaria que transmite emociones.
—¿Que es un juego de palabras?
—Actividades que usan y combinan palabras.
—¿Y los mensajes?
—Recados—respondio un poco molesto por sus repentinas preguntas—. ¿Paulo, por qué preguntas todo eso? No vamos a tener examen hasta la próxima semana.
—¿¡Habrá examen!?—pregunto angustiado pero volvió a concentrarse en el libro—. Bueno, eso no es importante ahora.
—¿Entonces?
—Estaba leyendo mal. Creí que encontraría un mensaje o algún significado solo prestando más atención pero es sencillo, la persona que escribió este libro juega con las palabras pero al mismo tiempo no lo hace. 2, 3, 4 uno pensaría que son días pero no es así.
—¿Cómo llegaste a esa conclusión?
—Por el significado que me diste de familia y por esto—dijo cambiando a la primera hoja.

Leonard miro y comenzó a leerla en voz alta.

—Todo está conectado, pasado, presente y futuro
Como el cuerpo, la mente y el espíritu
El cielo y la tierra, la vida y la muerte
No hay línea que los separe pero tampoco hay algo que los una
Y como las estaciones del año, se volverá a repetir
¿Crees más allá de lo que ven tus ojos?—termino de leer con una expresión sería.
—¿Sabes lo que significa?
—Parece solo una reflexión.
—Pero no lo es.
—¿Cómo?
—No sé cómo explicarlo pero ahora lo entiendo, el poema si habla de recordar y al mismo tiempo quiere evitar algo.
—¿Evitar qué?
—Algo que sucede en el libro, hay una historia que cuenta la protagonista a sus amigos, ahi narra sobre un experimento y que hay un paciente llamado Cero... no preste mucha atención—confeso avergonzado y sentándose en el piso comenzó a buscar en el libro.
—Es extraño que ignoraras ese detalle cuando te veías muy feliz por leerlo—comento sentándose al frente.
—Sonaba raro leer una historia dentro de otra—se justifico un poco nervioso.
—Con que raro—pronuncio y lo miro detenidamente, lo conocia bien y solo había un motivo para que no prestará atención—. Tiene un final trágico.
—Sí—afirmo al verse descubierto—. Sabes que no me gustan.
—El libro se llama Memorias y arrepentimientos era de esperarse que un título así no tendría un final feliz.
—No se juzga un libro por su portada—le dijo con mirada acusadora.
—Bien—respondio sabiendo que tenía razón—. Si la historia termina trágicamente ¿Cómo termina el libro?
—Bueno... no tiene final, al igual que la primera hoja, la última parece una reflexión.
—¿Es final abierto?
—No estoy seguro tendría que leerla de nuevo y analizarla—dijo deteniéndose cerca de la mitad del libro, encontrando finalmente la hoja que buscaba—. Aquí está.
—Espera, Paulo, aún no entiendo algo ¿Qué sentido tiene?
—¿Qué cosa?
—Dices que quiere evitar algo que ocurre dentro del libro pero ¿Cómo evitas algo que fue escrito así por el mismo autor? Es como querer cambiar el pasado, no se puede.
—No es posible cambiarlo pero si es posible evitar que alguien viva lo mismo.
—Eso es solo ficción, la vida real no es un libro.
—¿No crees más allá de lo que ven tus ojos? Si no fuera real ¿Por qué puso esa pregunta?
—Creo en lo que veo, soy realista. ¿No piensas que solo lo puso para que fuera más interesante?
—¿Y si no es así? ¿Y si allá afuera alguien vive lo mismo que Cero? La respuesta está aquí.
—Seria solo una coincidencia—suspiro con pesadez, se sentía molesto y preocupado a la vez.
—Si no quieres saber está bien, yo seguiré descifrandolo.
—Esta bien—acepto resignado—. Solo no te metas en problemas porque ya note que ese libro está más rayado.
—No te preocupes, siempre lo oculto—dijo sonriendo, volteo a mirar el libro y casi al instante su sonrisa se borró por un semblante preocupado.
—Puedo leerlo yo—sugirio.
—No, si puedo leerla es solo que la historia que narra la protagonista está en partes, aquí comienza a contarla pero luego termina y se va con sus amigos y lo vuelve a retomar en otras hojas.
—Sera un problema ordenarlo.
—Y no tengo donde anotarlo ¡Ah! Ya sé, puedo usar las dos hojas en blanco que estan después de la primera hoja, sí, ahora solo tengo que subrayar y luego anotarlo.
—¿Es necesario?—pregunto Leonard al ver que iba a rayar—. ¿No puedes decirme en qué termina?
—Puedo pero dejaría pasar por alto algún dato importante.
—Te estás tomando esto en serio ¿Verdad?
—Sí.
—Esta bien, entiendo tu punto pero eso te tomara un tiempo al menos dime ¿Qué le paso a Cero?

Paulo agacho su mirada, sintiendo de nuevo la punzada en su pecho.

—Murio—respondio con tristeza, después de un breve silencio alzó su mirada dejando ver unas pequeñas lágrimas en sus ojos y sonrió levemente—. Me duele el pecho.

Se escuchó el timbre sonar, avisándoles que ya era hora de comer.

—Vamos—dijo Leonard ayudando a Paulo a levantarse—. Después me explicas.
—Sí...

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⏰ Última actualización: Oct 06, 2023 ⏰

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