¿Qué pasaría si los Mugiwaras se hubieran conocido de pequeños en un orfanato de la Marine después de todas sus tragedias?
❝No lo lamentaremos. Preciado en mi vida.❞
❝No importan los problemas que enfrentemos, porque yo te protegeré.❞
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Un...
Acababa de llegar a un orfanato en una de las islas de la Marine. Había tanto bebes como adolescentes, la mayoría eran raros, según el azabache.
Pronto vio a unos cuantos niños que le llamó la atención, ya que ellos estaban cada uno por su lado mientras que el resto estaban en grupitos murmurando mientras los miraban. Uno de ellos les fulminó con la mirada a los que murmuraban sobre él y los niños se fueron con miedo. Tenía el cabello verde y unos ojos del mismo color junto a una katana blanca. Se acercó sonriendo.
—¡Hola! —saludó enérgicamente con una sonrisa que transmitía alegría provocando que el niño de cabello verde levantara una ceja mirándolo de pies a cabeza como si le estuviera examinando y luego frunciera el ceño. —Soy Monkey D. Luffy, ¿quieres ser mi amigo? —preguntó emocionado.
El peliverde negó. —Piérdete.
Eso hizo que Luffy borrara su sonrisa por unos segundos para después volver a sonreír mientras se sentaba a su lado. —Shishishi, no acepto un no por respuesta.
El niño comenzó a mirarle como si fuera una especie de extraterrestre en un mundo de humanos.
—Eres nuevo aquí, ¿cierto? —preguntó aun con el ceño fruncido mientras el de sombrero de paja asentía con una sonrisa de oreja a oreja. —Bueno, entonces supongo que no has escuchado que debes alejarte de mí. No te quiero cerca.
Luffy rió nuevamente. —¡Eres muy terco! —dijo entre risas mientras el niño seguía mirándole confundido.
—Igual que tú. —murmuró rodando los ojos. —Ya lárgate.
—No quiero. —contestó haciendo que el peliverde chasqueara la lengua. —¿cómo te llamas?
—No te importa.
El de cicatriz volvió a sonreír con una extraña alegría, era como si fuera la única emoción que conociera. —Y... ¿por qué estás aquí?
El peliverde lo pensó un poco y luego suspiró. Ya que. —Me cuidaba el señor del dojo en el que practicaba, pero se suicidó cuando su hija, mi mejor amiga, murió... —contó con melancolía.
Luffy se sintió mal por haber preguntado, ahora sí que la había cagado. ¿Como decían las personas al lamentar una muerte?
—Mi más sentido pesebre. —dijo mientras se inclinaba en forma de disculpa.
—Idiota, es "mi más sentido pésame" —corrigió.
—¡Eso! —exclamó causando una carcajada en el niño peliverde. —Pensaba que no podías reír, shishishi. —le dijo haciendo que el niño se callara abruptamente.
Es verdad, hace mucho que no reía así.
—Zoro.
—¿Eh?
—Me llamo Roronoa Zoro, Luffy. —dijo extendiendo su mano haciendo que Luffy sonriera en grande y la tomara. Sorprendido quedó al sentir como el chico lo abrazaba.
—¡¿Eso significa que ya somos amigos?! —preguntó con mucha emoción mientras que el peliverde reía.
—Sí, lo somos.
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Lloro brillitos, que lindo 😭✨
Dato por si no leyeron la desc: No shipps en este fic.
