¿Qué pasaría si los Mugiwaras se hubieran conocido de pequeños en un orfanato de la Marine después de todas sus tragedias?
❝No lo lamentaremos. Preciado en mi vida.❞
❝No importan los problemas que enfrentemos, porque yo te protegeré.❞
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Un...
Luffy había despertado muy enérgico. Y por esa misma razón estaba dando una idea a sus amigos.
❝¿Por qué no formamos una tripulación pirata?❞
—Jugando, ¿verdad? —preguntó Nami y el azabache asintió.
—Jugaremos a ser una tripulación pirata. Seremos una tripulación pirata. —decía mientras caminaba encima de un muro en el que se podía caer fácilmente. —Yo soy el capitán.
—¡Oye! ¡Yo quería ser el capitán! —exclamó Usopp mientras Luffy se sacaba la lengua. —¡Jum! Entonces seré el francotirador.
—¡Pido ser la navegante! —exclamó Nami con una gran sonrisa.
—Ni siquiera tengo que decir que quiero ser. —murmuró dejando en claro lo obvio que era.
—Yo el cocinero.
—¿Para qué? Si cocinas horrible. —Insultó el peliverde mirándole como si estuviera loco.
—¡No es como si tu fueras un buen espadachín, cabeza de epazote!
—¡¿Que dijiste, cejas de sushi?!
No duraron ni tres segundos sin pelear. Por otro lado, Chopper se había acercado a Luffy un poco tímido. —¿Puedo ser el medico?
Luffy le sonrió y lo cargó abrazándolo como si fuera un peluche. —¡Claro que sí, Chopper!
—¡Oye, niña rara! —escucharon a lo lejos, distrayéndose de sus actividades para ver qué pasaba.
El niño le tiraba piedras a una niña pelinegra de ojos azules que tenía un libro en la mano. Ella parecía querer llorar, pero se contuvo. El niño seguía lanzándole cosas y la pequeña, un poco enfadada, hizo florecer un brazo en el tronco donde estaba sentada para empezar a devolverle las piedras.
El niño se asustó y comenzó a llorar yendo con una de sus cuidadoras. Regresó con la mujer que había empezado a regañar a la niña.
—Pero... él también me golpeó... —murmuró deprimida con la mirada gacha.
La mujer no le creyó y la castigó dejándola sin comer en la cena. Así que, mientras todos comían, ella tenía que estar observándolos sin poder hacer nada.
La ahora tripulación pirata (en forma de juego) se acercó a la niña, cada uno con un pedazo de comida en sus manos. —Ten, es para ti. —ofreció Luffy con una sonrisa cálida.
—¿P-para mí? —preguntó titubeando e hipando.
Los seis asintieron entregándole la comida. La niña los vio agradecida.
—Muchas g-gracias... —murmuró aceptando la comida.
Los niños se sentaron alrededor de ella. —¿Por qué ese niño te molestaba? —preguntó Usopp.
La ojiazul bajó la mirada. —Dicen que soy rara porque puedo hacer florecer partes de mi cuerpo donde quiera y poder controlarlas a mi gusto. —contó. —Comí una fruta...
—¿En serio? ¡Nosotros también! —exclamaron Luffy y Chopper a la vez.
La pelinegra los miró sorprendida. Pensaba que ella era la única en ese orfanato con habilidades raras. Extrañamente, eso la hizo sentir mejor.
—Sin embargo... —comenzó Nami haciendo que todos dirigieran su mirada hacia ella. —Algo me dice que eso no es lo único que te molesta.
La pequeña se sintió descubierta.
—Si no nos quieres decir está bien, no te obligaremos. —dijo Sanji calmado.
La niña suspiró. —Destruyeron la isla donde vivía. Ya no queda nada, y todo por estudiar los poneglyphs... Los niños no solo me molestan por mi fruta, también lo hacen porque dicen que me convertiré en una criminal como los arqueólogos de mi isla.
Nami la abrazó, seguida de Chopper, luego de Luffy hasta que los seis terminaron abrazando a la pequeña. —Ellos no tienen por qué decidir tu futuro. —dijo Zoro.
—¡Y nosotros te cuidaremos! —exclamó Usopp con determinación.
—Nadie volverá a molestarte, no mientras estemos contigo. —comentó Sanji decidido.
—¡¡Vamos a ser mejores amigos!! —dijo Chopper feliz.
—Ven con nosotros. Sé que podremos sonreír al final. —animó Luffy con una gran sonrisa.
La niña sonrió en medio de las lágrimas y asintió contenta. —Soy R-Robin.
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Si les soy sincera, el pasado que más me dolió fue el de Robin. O sea, mi pobre niña, aparte de ser molestada y maltratada por su tía y por los niños de su isla, le pesaba el no tener una madre y cuando finalmente su madre apareció, ella no le reclamó, sino que estaba agradecida por estar con ella. 😭💔 El título lo hice pensando en ella y también el fic. Siempre me imagino lo feliz que hubiera sido si tan solo hubiera conocido a sus nakamas cuando estaba pequeña:,c
Y lo principal que me inspiró a hacer este fic fue esta imagen:
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¿Ven lo feliz que se ve Robin? Fue ahí donde pensé "que feliz hubieras sido si tan solo..."
Anyways, aquí acaba porque no sé qué hacer para Franky, y para Brook, bueno... el ya estaría en el barco con su tripulación ¿no?
Y sí, soy consciente de que Robin tiene 30 actualmente y que es mil veces mas mayor que todos los mugiwaras (exceptuando a Franky y a Brook, obvio), pero no me importa. Esto es wattpad y yo quería hacerlo asi.
