Ninguno de ellos se había imaginado tener amigos otra vez. Exceptuando a Luffy.
Uno se había cerrado al mundo después de la muerte de una persona importante.
Otra había sido abandonada, para después ser adoptada y luego sufrir la muerte de su familia adoptiva que habían sido asesinados por piratas.
Y el último era burlado por ser mentiroso, ser abandonado y creer que regresarían por él.
Pero aquí estaban. Jugando animados y con grandes sonrisas sin nadie que los moleste.
Claro que todo eso antes de que el niño de cicatriz empezara a oler comida, dejándose guiar por su instinto hacia la cocina donde se encontró con un rubio que tenía la mitad de la cara tapada junto a unas cejas que parecían remolinos al final. Parecía que tenía diez años, entonces ¡¿cómo podía cocinar tan bien como para que el olor sea delicioso?!
—¿quieres probar? —le preguntó haciendo que el azabache lo mirara con emoción asintiendo repetidas veces. Se acercó y probó lo que el niño le ofrecía sintiéndose en el paraíso de la carne.
—¡Esto está delicioso! ¿dónde aprendiste a cocinar tan rico? —exclamó casi gritando.
—Shh, si se enteran de que estamos aquí nos castigarán. —calló al azabache colocando un pedazo de la comida en su boca.
Luffy lo comió gustoso en un segundo dejando al cocinero sorprendido. ¿cómo lo había hecho tan rápido?
—Umm, sabe muy bueno. ¡¿Hay más?! —preguntó eufórico causando risa en el rubio.
—Te daré más cuando esté listo. —dijo con una sonrisa empezando a añadir más especias bajo la atenta mirada del azabache.
—¿Quién te enseñó?
—Trabajaba en un restaurante en el mar, pero un día los piratas nos atacaron y... El capitán de esos piratas me salvó porque según el viejo decrépito yo tenía potencial. Pasamos meses varados en medio de la nada sin nada que comer, o por lo menos el viejo. —contó con amargura, pero luego sonrió. —Luego, vimos un barco y pudimos salvarnos. Creamos nuestro propio restaurante y ahí me enseñó todo lo que sabía. Le debo mi vida.
—¿Y qué pasó con el anciano? ¿por qué estás aquí?
—La Marine me tomó y me trajo aquí porque pensaron que me había secuestrado ya que había sido un pirata. Pero confío en que el viejo me sacará de aquí pronto.
Luffy sonrió. Iba a hablar, pero los murmullos de unas personas que pasaban por ahí lo detuvieron.
❝—¿No es ese el niño que cree que el All Blue existe?❞
❝—Si, que ingenuo.❞
❝—¿Ya viste sus cejas? Son horrorosas❞
Justo en ese momento, entraron los niños que habían estado molestado a Nami. Le dirigieron una mirada con arrogancia, pero pasaron de largo yéndose directamente al rubio.
—Pero si es el cejas de sushi. —dijo el niño líder. —¿Qué pasaría si le dijera a la directora que estas cocinando cuando te lo prohibieron?
El rubio le lanzó una mirada llena de odio, estaba a punto de replicar.
—¡¿Es que ustedes no tienen otra cosa mejor que hacer?! ¡Váyanse a otro lado a molestar, idiotas! —gritó el de sombrero de paja. Al parecer ya había tenido un encuentro con esos tipos.
—No es contigo, mocoso. —escupió ignorándolo.
—¿Acaso quieres pelea? —intervino el rubio poniéndose en posición. El niño sonrió desafiante y asintió.
Las patadas que le dio el niño a ese pobre tonto debieron doler. Tenía la cara hinchada y llena de moretones. Por otro lado, Luffy quedó maravillado con los ataques del rubio, tomando rápidamente una decisión.
—Guauu, eres bastante bueno pateando traseros. —dijo asombrado con brillitos en los ojos. —¡Se mi amigo! ¿Sí?
El rubio soltó una carcajada y asintió. —Claro, soy Sanji.
—¡Yo soy Monkey D. Luffy, el hombre que se convertirá en el rey de los piratas! —exclamó con una gran sonrisa.
Muchas peleas en todo esto kjajsajksk
Literal, Luffy al ver como Sanji peleaba:
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Sé que podremos sonreír || One Piece
Fanfic¿Qué pasaría si los Mugiwaras se hubieran conocido de pequeños en un orfanato de la Marine después de todas sus tragedias? ❝No lo lamentaremos. Preciado en mi vida.❞ ❝No importan los problemas que enfrentemos, porque yo te protegeré.❞ ---------🍖 Un...