Sé que podremos sonreír || One Piece

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Dos amigos nuevos que eran buenas personas. Ya le empezaba a gustar ese orfanato. Y mucho más cuando vio un niño con nariz divertida contando cuentos. Les pidió a sus amigos ir a verlos y estos aceptaron con una sonrisa.

El chico de nariz divertida era muy gracioso, contaba historias de cómo había navegado por el mar y tenido muchas aventuras emocionantes. Zoro y Nami sabían que eso era mentira, pero se divertían escuchando las historias inventadas. Luffy, por otro lado, creía cada cosa que decía ese niño moreno de pelos rizados.

Se le veía bien concentrado y emocionado. El niño lo notó y empezó a meterle más intriga a sus historias, dejando fascinado al de sombrero de paja.

Pronto, un grupo de niños que pasaban por ahí exclamaron. —¡Solo eres un niño, no puedes hacer eso!

El de nariz larga se calló, iba a protestar, pero esos niños siguieron.

—Déjalo, solo quiere llamar la atención.

—Ya se irá pronto, cuando sus padres lo vengan a buscar. —dijo para después fingir recordar algo. —Ah, no ¡esperen! ¡Tu papá los abandonó a ti y a tu mamá y después ella murió!

—¡No es cierto, papá si vendrá a llevarme con él! —contradijo.

—Deja de engañarte a ti mismo, él no volverá.

—Mejor no nos juntemos con este de nariz rara. Se nos va a pegar lo mentiroso. —dijo fingiendo asco.

—Si, porque después de todo, eso es lo que es. Un mentiroso.

Con eso bastó para que el niño bajara la mirada con lágrimas en los ojos para comenzar a correr a cualquier lugar del orfanato.

—¡Oigan, ustedes! —gritó. Habían visto toda la escena y se habían molestado. —¡Déjenlo en paz! —exclamó Luffy acercándose a los niños, seguido de cerca por Zoro y Nami.

—¿Quiénes se creen que son para tratar así a un niño indefenso? —agregó Nami con molestia en su voz.

—No nos creemos. Somos los más fuertes del orfanato. —dijo. No le sorprendería, parecía tener unos trece años.

—Sería una lástima que unos niños de secundaria fueran vencidos por niños. —sonrió con arrogancia mientras desenvainaba su preciada katana. Por otro lado, Nami agarró un palo que encontró por ahí.

Tan pequeños y tan peleones.

El grupo retrocedió. —Mejor vámonos. No gastaremos nuestro tiempo con unos bebés. —dijo mientras escapaban.

Luffy por poco y les va a patear el trasero, pero Nami lo detuvo. —Déjalos huir como cobardes. Ocupémonos del niño.

Luffy asintió y empezaron a buscar al niño por el orfanato. Lo encontraron detrás de unas cajas mientras abrazaba sus piernas con la cabeza agachada. Los tres se acercaron sentándose al lado del chico. (menos uno, obviamente.)

—Váyanse. —murmuró con la voz rota.

—No lo haremos, nos quedaremos contigo. —afirmó la chica.

—¿Quién se querría quedar al lado de un mentiroso como yo? 

—Nosotros nos quedaremos contigo. No importa lo que hayan dicho, los mentirosos son ellos. Tú eres alguien muy divertido, y cuentas historias muy graciosas, shishishi.

El moreno levantó la cabeza con una pizca de esperanza en sus ojos. —¿De verdad lo creen? —preguntó mientras sorbía su nariz.

Los tres asintieron. —Los únicos que quieren llamar la atención son ellos. Solo son unos habladores. —dijo el peliverde con indiferencia.

Luffy se levantó seguido de Zoro y Nami. —Júntate con nosotros. Seamos amigos. —ofreció extendiendo la mano. El moreno se limpió las lágrimas y tomó la mano haciendo que Luffy lo ayudara a levantarse.

—Soy Usopp.

—Monkey D. Luffy.

—Zoro. 

—Nami.

Los cuatro se sonrieron. Poco a poco iban consiguiendo más amigos de los que alguna vez esperaron tener.

Siempre me imagino a Usopp acomplejándose y me duele 😭 Mi niño, no estás solo 🥺