Bonito.

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Sinopsis del capítulo: Toya siente inseguridad por ser un omega alto, específicamente más alto que Keigo.

BONITO

Hay un problema. Uno especialmente irritante, Toya no puede creer que tenga que lidiar con otra inseguridad a la edad de diecisiete. La incompatibilidad de su cuerpo con su quirk de fuego, el aroma intenso que debe atenuar con parches y su modo abrumador para demostrar afecto, ya eran más que suficientes para cansarlo de más y señalarlo como defectuoso para la sociedad.

Ahora su cabeza no deja de repetirle que es más bajo que Keigo.

En la mayoría de las películas, libros y relaciones a su alrededor, los omegas tienden a ser de estatura más corta que sus parejas. Las excepciones existen y preocuparse por algo tan tonto como la altura es una perdida de tiempo, lo sabe a la perfección.

Pero otra vez perdió una de las pocas cosas en las que pensó que era como el resto. Toda su vida confió en que al menos su apariencia sería beneficiosa, ya que podría brindarle una oportunidad para que los demás se interesen en él. Incluso si fuera por nada más unos minutos, pues al final todos se espantan por su gran boca, comportamiento pegajoso y fragancia potente... Bueno, excepto su familia y Hawks.

Recordar a Keigo le pone en conflicto. A él no le importaría que Toya sea dos centímetros más alto. ¿Por qué lo haría cuando, por cosas más graves, solo se ríe y le sonríe de modo tan brillante como el sol?

—Todo estará bien —murmura para sí mismo, relajándose en su cama.

La tranquilidad no dura. Se levanta tan rápido que casi cae, logra estabilizarse y maldice a su mente traicionera, la cual afirma que Hawks acepta a Toya porque le ve solo como un amigo. Sus ojos pican, se le hace un nudo en la garganta y le da asco.

Él quiere que Keigo lo vea bonito y como una posible pareja.

Antes de ahogarse en comida chatarra y películas románticas de mala calidad, por su aparente amor imposible, casi se golpea por idiota. Se imaginó toda una vida ocultando sus sentimientos con tal de mantener su amistad con Hawks, pero ni siquiera conoce cuál es el tipo de Keigo. En realidad, no recuerda algún momento en que éste dijera sentirse atraído por alguien, aunque sí confesó desear una pareja en el futuro.

—No puedo con esta mierda —se queja mientras vuelve a tirarse en la cama y abraza un peluche gigante de pollo—, ¿por qué siquiera tengo que preocuparme por el romance?, todo sería más sencillo si solo sintiera el amor familiar y la amistad.

Aun así, investiga en internet cómo averiguar discretamente si tu crush te corresponde o no.

No obstante, sus planes se van al carajo cuando Hawks menciona la verdad que aún no es capaz de oír:

—Oh, ¡eres más alto que yo! Awww, hace unos años apenas me llegabas a los hombros —Takami festeja con una sonrisa boba en la cara. Él no se traga esa actuación y clava sus dientes en uno de los brazos del rubio; como el loco que es, Keigo se pone cómodo en la cama y prende la TV sin inmutarse, con un tono aburrido (fingido) dice:—. ¿Llamas a eso mordida?, quizá deba enseñarte cómo morder de verdad —juguetón enseña sus colmillos (que tiene porque es un alfa y su quirk es del tipo mutante).

— ¡No seas tonto! —le lanza una almohada, pero éste la esquiva.

Al final acaban sentados juntos viendo una serie de horror, ambos abrazando a uno de los tantos peluches de Toya. Hawks en determinado momento deja libre su olor para confortarlo. Lo agradece y espera unos cuantos minutos más, ya que así comienzan sus conversaciones importantes cuando saben que al otro le molesta algo.

— ¿Qué ocurre?, ¿no te agrada ser alto? —Takami es paciente y su voz es gentil, del tipo que logra que se sienta bien el ser abierto con sus sentimientos y preocupaciones.

Para este punto es normal para Toya ser vulnerable con Keigo.

—Los omegas son bajos... —murmura sintiendo la cara caliente, a pesar de esto no aparta los ojos de la mirada de Hawks.

—Mmm... Creo que hay todo tipo de cuerpos y todos son bonitos —concluye con confianza y luego le da un pequeño beso en la frente al Todoroki.

Probablemente esté sonrojado, porque incluso si esas palabras fueron generales, casi se sintió como si Hawks se refiriera específicamente a él.

"Imaginaciones mías", se convence a sí mismo.

Así pasa el resto de la tarde recibiendo mimos de Keigo.

Tan complacido que olvida dirigir la conversación al tipo de persona que le parece atractiva a Hawks.

N/A. Keigo suelta discretamente que le gusta y ve como bonito a Toya, éste último carece de la confianza suficiente en sí mismo para creerlo, en su lugar piensa que se está imaginando todo.

Recuentos de la vida | HawksDabiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora