1 - Yo soy inocente

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Un joven se despertó con la luz suave de la mañana filtrándose a través de las cortinas de su habitación después de una noche sombría donde la lluvia ligera creaba un ambiente oscuro y deprimente. El sol parecía bailar en el techo, llenando el aire con una sensación de calidez lo que indicaba que seria un perfecto día sin lluvias. Pero incluso antes de que los pies del joven tocaran el suelo, una punzada familiar en su cuerpo que lo llenaba de tristeza hizo que su alegre sonrisa se llenara de una depresión sin precedentes.

Parecía que el joven sabía lo que sucedería a continuación.

"Un día más en este infierno..." El chico camino hacia el baño para lavarse la cara antes de vestirse para ir a la secundaria.

Sus pasos eran lentos y sin vida, como si todo lo que hiciera siempre terminaría en algo lleno de resentimiento, enojo o simplemente la decepción.

Mirándose al espejo, el chico que estaba mirándose así mismo al espejo era alguien guapo, con una tez enfermiza pero cautivadora, emanaba una presencia intrigante y magnética. Su rostro pálido y misterioso, como si estuviera iluminado por la luna, tenía un atractivo único. Sus ojos profundos, como pozos de misterio, parecían contener un universo de secretos. Eran de un tono oscuro y penetrante, resaltando en contraste con su piel pálida.

El desordenado cabello del chico era otro rasgo distintivo. Sus mechones oscuros caían de manera indomable sobre su frente y se arremolinaban en torno a su rostro angular. No importaba cuánto intentara peinarlo, siempre parecía resistirse a cualquier intento de domesticación, como si fuera una metáfora de su espíritu libre y rebelde.

Su expresión facial reflejaba una combinación de intensidad y vulnerabilidad. Los rasgos definidos de su mandíbula y sus pómulos altos añadían una cierta dureza a su apariencia, mientras que sus labios suaves y ligeramente entreabiertos parecían susurrar palabras que nunca se atrevían a salir.

Cualqueira que lo viera diría que es un chico perfecto y hermoso para una portada de revista. Pero él diría una cosa completamente diferente, ya que su vida no era para nada color de rosas.

Al salir del baño, camino hacia su ropero y el suelo que estaba lleno de libros parecía darle a esta habitación una sensación llena de un sentimiento indescriptible. Numerosos libros estaban apilados en montañas de docenas, como si se tratara de una obra de arte.

"¿Cómo ser millonario desde joven? Un libro bastante amarillista, malditos bastardos, venden su mierda llena de humo para que personas sin la más mínima gota de conocimiento les compre... Los jodere con mi reseña, solo esperen."

Después de ver la portada del último libro que había leído, el joven pateó la montaña de libros y luego se vistió de manera casual y desenfadada, pero incluso en la simplicidad de su estilo se podía percibir una sofisticación innata. Su ropa ajustada y de colores oscuros acentuaba su figura esbelta y atlética, dando una impresión de elegancia sin esfuerzo.

El joven irradiaba un magnetismo que atraía las miradas de todos a su paso. Su presencia destacaba entre la multitud, como si estuviera imbuido de una energía propia que no podía ser ignorada. A primera vista, dejaba una impresión fuerte y aguda en aquellos que lo observaban, despertando curiosidad y fascinación en igual medida.

Aunque su aspecto podía evocar cierta fragilidad debido a su tez enfermiza, no había duda de que el chico guapo llevaba consigo una aura de misterio y encanto. Era difícil resistirse a su atracción magnética y a la curiosidad que generaba en aquellos que se encontraban con sus ojos profundos y su cabello desordenado.

Pero detrás de toda esa hermosa portada, el joven escondía una aura llena de soledad y tristeza que día con día lo llenaban de dolor.

Después de vestirse descendió las escaleras y se encontró con sus padres en la cocina, absortos en una conversación animada sobre política. Su hermano gemelo, Ethan, estaba allí también, con una sonrisa radiante que para muchos llenaba la habitación de un sentimiento agradable.

El Orbe de Mundos sin Límites: Los Juegos del Hambre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora