Jorda es un chico normal, con una vida normal o eso era lo que creía hasta que un acontecimiento, hace que su vida de un giro radical al conocer a su padre. Léanlo y descubran el secreto más guardado del universo.
Me encontraba en la oscuridad absoluta que se extendía por kilómetros, pareciera que nuca se terminaría. Me dispuse a caminar, en eso una luz como una estrella descendió hasta ponerse delante de mí. Luego emitió un brillo segador, y tuve que cerrar los ojos a causa de esto. Cundo los abrí de nuevo ante mí se distinguía una vasta planicie verde que se agitaba por el viento, el aire puro en conjunto con el olor de la hierba me traen una gran tranquilidad. Me sentía como un bebé que era mecido en los protectores brazos de su madre.
En eso distingo una figura al otro lado, a medidas que se acerca pude ver que se trataba de un hombre joven que no pasa de los treinta. Cundo nuestros ojos se encuentran, lleva sus manos detrás de su cabeza para sacarse un colgante, estira su mano para que lo vea. Y con la cabeza me hace un gesto para que lo tome. Estiro mi mano para tomarlo, pero cuando estoy a escasos centímetros de tocarlo, me despierto por la alarma del celu. He estado soñando con lo mismo durante una semana en la cual estoy terminando de asimilar la verdad sobre mi origen lo mismo va para mis amigos, aun nos cuesta entender que no somos de la Tierra. Dieciséis, años creyendo uno que es una persona ordinaria con una vida normal hasta que tu madre te suelta terrible bomba, y resulta que en realidad sos un extraterrestre.
Pero bueno me dispongo a bajar desayunar con mi madre me la encuentro terminando de poner la mesa y me dispongo a sentarme.
-Hola mamá- le doy un beso en la mejilla
-Hola hijo ¿Cómo dormiste?- me pregunta para luego beber un sorbo de café
- Pues bien, lo normal- dije para después engullirme un poco de tocino- mamá puedo hacerte una pregunta.
- Ya la hiciste.- jajaja que chistosa- le dije con sarcasmo- Ya en serios- le dije con tono serio-Adelante- me dijo mientras bebía otro sorbo de su café.
- como era tu planeta, buena más bien ¿cómo nuestro planeta?
-Era un lugar maravilloso, era casi como la Tierra excepto que no había tanta agua quiero decir había más, tierra pero no significa que tuviéramos problema por ellos. De Hecho, éramos el segundo planeta que contaba con mayor cantidad de agua. Teníamos tres soles al igual que tres lunas, el clima era templado en su mayoría. Los tres primeros meses del año calurosos, y los tres último eran muy fríos.
También contábamos con ecosistemas muy diversos; de hecho algunas de las especies del planeta pertenecían a Enlorian pero fueron traídas aquí en los innumerables viajes de exploración que hacíamos.
Podía vislumbra un brillo en los ojos de mi madre cuando me hablaba de su planeta, parecía una niña pequeña que le contaba a su mejor amiga sobre sus travesuras. Nos la pasamos,
hablando Enloria por un buen tiempo hasta que paro de repente, y se fue corriendo hacia las escalera la escuche entrar en su habitación, parecía que buscaba algo por el ruido que escuchaba desde la planta baja. Luego, de encontrar lo que buscaba camino hacia mí con una cajita en sus manos parecía antigua por los detalles externo que presentaba.
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