Morder la manzana

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Las bocinas retumban por lo elevada que se encuentra la música, las personas cantando karaoke en el patio disfrutaban de ella y ni hablar del alcohol, todo joven que se encontraba en aquella fiesta llevaba más de un vaso con líquido cuestionable en las manos.

Menos Isagi, todo porque perdió una apuesta con los chicos y ahora es el conductor asignado.

— Te maldigo, piedra, papel y tijera —exclama empinándose el vaso de refresco. Termina y lo golpea en el porta vaso de la mesa. Mira hacia el patio donde ve a Shidou con una botella de licor en la mano. Frunce la nariz—. Te odio, negrito con suerte.

— ¿De nuevo hablando solito, Isagi~? —pregunta Bachira dejándose caer a su lado en el sofá. Pasa un brazo por los anchos hombros del chico, acercándose hasta quedar a escasos centímetros. Isagi puede sentir el aliento impregnado de Jack Daniels acariciándole la mejilla—. Sabes que podemos quedarnos a dormir aquí en casa de Reo, no hace falta tu abstinencia, mi amor —dice arrastrando cada letra. Se aleja un poco y le guiña un ojo—. Y de paso compartimos cama, almohada y una que otra caricia.

Isagi niega divertido, pone su palma en la cara de su amigo y lo aleja.

— Ya deja de beber, te estás volviendo joto —menciona viendo como toma su mano y se restriega contra ella. Suelta una risita baja al compararlo con un gato—. Si no te conociera pensara que estas coqueteando conmigo, Bachira.

— ¿Tuve que emborracharme para que lo notaras, Isagi? —cuestiona deteniendo sus frotes y lo ve a los ojos. Le regala una sonrisa pequeña, con mirada suave y mejillas rojas—. Eres tan egoísta. 

Los ojos azules lo ven con sorpresa, de alguna forma siente que esa declaración es verdadera, pero antes de que pueda responder; un grito a su espalda hace que ambos volteen.

— ¡El juego más esperado de la noche está aquí, malditas perras! —avisa Shidou por el micrófono, se encontraba arriba de la mesa del comedor. Apunta hacia el jardín trasero—. ¡Vamos, salgamos y mordamos...!

— ¡Pitos! —escupe Rin saliendo de la cocina tambaleándose. Apunta hacia Shidou con una botella de Ron—. ¡Pitos!

Todos se quedan en silencio, viendo al joven de cabello verdoso intentando no tropezar con sus pies.

— Emmm ¿Sae? mi amor, tesoro, dueño de mis quincenas y mi tercer pierna; tú hermanito gay se está ridiculizando otra vez, por favor sacalo de mi vista  —pide el rubio por el micrófono. A los segundos aparece el pelirrojo y se lleva a su hermano escaleras arriba. Shisou le lanza un beso—. Por eso te amo, culito bonito.

— ¡Cállate y prosigue antes de que me arrepienta, negro culo fácil! —grita Sae por encima de la música, perdiéndose escaleras arriba.

— ¡Así me gustan, difíciles y maltratadores! —exclama mordiéndose el labio inferior. Suelta un suspiro enamorado y vuelve a señalar el patio—. ¡Los pitos no se muerden, duele! En cambio... ¡Las manzanas sí!

Todos gritan de emoción, salen de la casa persiguiendo a Shisou. Bachira no se queda atrás y jala a Isagi hacia el frío de otoño.

— ¡El perdedor me besara las patas! —advierte Shidou deteniéndose al lado de la alberca. Señala el árbol a un lado donde cuelgan manzanas de distintos colores. Las apunta—. ¡Y el ganar un beso de la persona que elija de entre todos nosotros!

Los jóvenes se emocionan, comienzan a turnarse entre ellos para ver quienes concursan en la primera ronda.

—  ¿Qué dirías si gano y te elijo? —pregunta Bachira, viendo como algunos chicos se animan y se aproximan a las manzanas. Voltea a su lado, sonriente y con ojos brillantes—. ¿Me dejarías besarte, Isagi?

¿Trick or Bachisagi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora