La luz verde aparece en el semáforo, avisando a los conductores que pueden continuar su camino. Isagi mueve la palanca de cambios y sigue la línea de autos, avanzando en el mar de tráfico en el cruce de Shibuya.
No pasa mucho cuándo vuelve a detenerse, pero no le importa mucho porque al final todo es para visitar a su novio del otro lado de la ciudad. Hace semanas que no se veían, el trabajo de ambos no lo permitía tanto.
Estando cada uno en distintos países, volvía una tortura ansiosa sus encuentros, por ello ambos con el dinero que fueron ganando ahorraron para comprar una casa en los suburbios privados de Tokyo.
Siendo ambos unos futbolistas famosos de talla mundial; debían mantenerse resguardados para una mejor convivencia. Aunque su relación es pública, nunca está de sobra la privacidad.
Más en sus momentos melosos.
Eso hace sonreír a Isagi, recordando como hace meses habían sido fotografiados dentro de un bar en una esquina besándose, pero no un beso inocente, no, uno con lengua, agarrón de nalga y ropa desaliñada.
— Esa noche si me pase de mano larga —dice Isagi mordiéndose el labio inferior. Da vuelta en una esquina, entrando a la colonia privada. Niega aún inmerso en sus recuerdos—. Pero Meguru no se queda atrás, ese pequeño monstruo tenía toda su lengua en mi garganta.
Se detiene en el interfón, baja la ventanilla y saca su mano para ingresar el código de seguridad. A los segundos el portón de dos puertas se abre frente a él, dejando ver casas a los alrededores con varios metros de distancia y hermosos jardines delanteros decorados creativamente para el mes de octubre.
Suelta una carcajada al llegar a la penúltima casa del completo y toparse con más de una docena de lápidas enterradas en el jardín, cada una con piernas, brazos y cabezas falsas queriendo salir de la tierra, aparentando la noche de los muertos vivientes.
<<Ahora entiendo porque Meguru se negó a mandar fotos de la decoración>> piensa Isagi, aparca el auto frente a la cochera al lado de la casa.
Abre la puerta, sale y aprecia por completo el resto.
El techo estaba completamente cubierto por telaraña falsa, en la esquina una enorme araña aparentando subir un cadáver falso (igualmente envuelto con telaraña) y las ventanas se encontraban con varios pedazos de cinta amarilla que rezaba "CAUTION" por todos lados.
Pero lo que robó toda su atención fue el stand frente a la cochera que decía con letras rojas "Beso con COVID - 25 yenes" con dos esqueletos besándose y uno al lado con cubrebocas, esperando su turno.
— La imaginación de Meguru está en otro nivel —exclama sintiendo sus mejillas adoloridas por mantener tanto tiempo su sonrisa afuera en el frío. Lleva ambas manos a su boca calentándose. Tiembla un poco y abre la cajuela—. Ya, mucho por hoy; necesito afecto de mi chico.
Saca su maleta, una caja vieja de reproductor CD, dos bolsas de supermercado llenas de chucherías y al final una canasta con películas viejas que su madre había sacado del sótano en su última limpieza profunda.
Todas eran de terror, por lo que al verlas lo primero que se le vino a su mente fue a Meguru y a él teniendo un maratón de películas de Halloween.
No hay mejor cita este mes, que abrazarse al amor de su vida toda la noche por fingir miedo de que aparezca un asesino serial buscando asesinarlos.
Maniobra como puede todas las cosas arriba de la maleta con llantitas y camina hacia la entrada de la casa. Sonríe con ternura al ver a un fantasma pequeño con un tazón grande lleno de dulces, sosteniendo un letrero que dice "¡Toma los que quieras, mañana estará igual para que vuelvas!"
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¿Trick or Bachisagi?
Fiksi PenggemarSerie de OS con temática de Halloween que pueden o no seguir la misma historia. Anime: Blue Lock Derechos de personajes a Muneyuki Kaneshiro por escribir la historia y a Yusuke Nomura por ilustrarla.