012 (MARATÓN)

2.3K 341 35
                                    

✧✦✧

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

✧✦✧

Pov Omnisciente

Halloween había terminado.

Con ello, la presencia de Michael se había desvanecido de las calles de Haddonfield.

Sin embargo, los estragos en ese pueblo quedaron evidenciados para todos.

Doce víctimas fueron encontradas posterior a aquella noche del terror. Personas que se habían resguardado en sus hogares pero que lamentablemente vivían cerca de ese muchacho que ahora permanecía a un encierro involuntario.

Caleb, había decidido no enfurecer al enmascarado mientras se quedaba en su hogar. Era extraño para él, porque se sentía ajeno a todo aquello por lo que había luchado tanto para llamar hogar.

Aún mantenía la pequeña esperanza que él encontraría una nueva distracción y se largaría lo antes posible. Pero se desvaneció al ver como, con el paso de los días, Michael seguía ahí.

Su rutina era extraña:

Entraba al cuarto mientras el joven dormía y se le quedaba viendo hasta que este despertara.

Salía y volvía al cabo de unos minutos con un pan y una botella de jugo grande.

Al caer la noche podría disfrutar de su segunda comida, la cual consistía en más pan.

Pero Caleb estaba seguro de una cosa: no había hecho las compras en días y aun así, La comida seguía apareciendo como si nada.

A diario, podía dirigirse al baño si es que el más alto estaba de humor. Pero eso si, nunca se separaba de aquella puerta.

"Mierda" Soltó después de salir por primera vez de la ducha y haberse dirigido hacia su cuarto con tan sólo una toalla cubriendo sus partes inferiores. La mirada curiosa de Michael se mantuvo fija en su cuerpo, sin siquiera mirarlo a los ojos. "Con permiso" musitó con la mirada baja y las mejillas teñidas de rosa. 

Una mano lo detuvo estampándolo contra la pared.

Rápidamente su mano bajó a sujetar la toalla con fuerza para que esta no se cayese.

Sin hacer ningún movimiento, ambos permanecieron inmóviles. Uno con la mirada clavada en el cuerpo del más joven, mientras que el otro observaba aquel par de ojos que viajaban sin vergüenza, mirándolo como si se tratase de un depredador observando a su presa indefensa.

Después de minutos que se sintieron como siglos, liberó al chico y este siguió su camino con el rostro sonrojado.

Después de minutos que se sintieron como siglos, liberó al chico y este siguió su camino con el rostro sonrojado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PARANOIA -  𝙈𝙞𝙘𝙝𝙖𝙚𝙡 𝙈𝙮𝙚𝙧𝙨 𝙭 𝙢𝙖𝙡𝙚 𝙤𝙘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora