𝐀 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐢𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐧𝐨𝐛𝐥𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐨𝐫𝐭𝐞
Li Zhi renació como una maldición, destinada a arruinar un imperio que ya estaba en declive.
A los quince años, su etérea belleza llamó la atención del príncipe Rui, quien se enamoró a primera...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Li Jing Ye, con el ceño fruncido por la inquietud, se frotó las sienes. Aceptó la sopa de ginseng que le ofrecía el eunuco y se la bebió con un movimiento rápido.
Ordenando a todos los demás que se retiraran, He Yuan Shi permaneció solo a un lado, compartiendo en silencio la última información encubierta que había reunido y los eventos intrigantes que involucraban al Maestro Celestial Yuan, que había escuchado mientras salía del palacio ese día.
"...En el pasado, había dedicado casi dos décadas a su cultivo espiritual en la remota montaña Longhe en Meizhou. Al salir de su reclusión, se aventuró en Chang'an hace no más de medio año. Inicialmente, practicó su experiencia médica en Changxing Lane, extendiendo su ayuda benevolente a las almas indigentes. El nombre de este Maestro Celestial pronto resonó entre la gente común. Conseguí algunas de sus recetas escritas y busqué la opinión de médicos de renombre de varias clínicas de la ciudad. Estuvieron de acuerdo unánimemente en que sus remedios no eran extraordinarios, pero abordaron acertadamente las enfermedades en cuestión. Lo más notable es que los ingredientes que empleó eran asequibles, lo que permitió que incluso los más pobres reunieran una suma modesta para su compra".
Li Jing Ye asintió y volvió a preguntar: "De la información que reuní antes, hay rumores sobre su apariencia inmortal, con cabello blanco como la nieve y un semblante juvenil incluso en su vejez. ¿Cuánto de esto es cierto? ¿Y qué pasa con las afirmaciones de que él curó las dolencias crónicas de varios plebeyos que persistieron durante años?
"En mi humilde opinión, los rumores tienen cierta apariencia de verdad, aunque en gran medida están embellecidos. No obstante, este Maestro Celestial Yuan me parece un individuo sincero", reflexionó He Yuan Shi mientras recordaba el encuentro que había presenciado personalmente ese mismo día. "Al escuchar mis palabras, sonrió y de buena gana explicó sus antecedentes. Afirmó haber celebrado recientemente su sexagésimo cumpleaños, lejos de la existencia centenaria que otros le han atribuido. Estos relatos se alinean perfectamente con la información que obtuvimos de Meizhou. Según mi observación, a pesar de tener unos sesenta años y tener el cabello blanco como la nieve, exuda vitalidad y vigor. A juzgar sólo por su complexión, no sería exagerado decir que acaba de cruzar el umbral de la mediana edad".
"No del todo infundado", las sospechas de Li Jing Ye persistieron, ya que, naturalmente, dudaba de la veracidad de los rumores fantásticos. Sin embargo, las circunstancias actuales parecían reflejar sus propias expectativas.
"Con respecto a las afirmaciones de tratar con éxito dolencias crónicas, el propio Maestro Celestial Yuan las descartó como exageraciones de los forasteros. Afirmó que simplemente había hecho lo mejor que pudo usando elixires que había estado investigando durante muchos años. Sin embargo, visité personalmente a varias personas que habían tomado su medicamento y, aunque sus afecciones no se habían curado por completo, hubo una reducción notable en sus síntomas. Además, su complexión se volvió más saludable y su espíritu se revitalizó. Parece que, de hecho, hay cierta habilidad detrás de sus afirmaciones".
