Coquetear ||Freenbecky||

XVI

—BecBec, ¿eso es lo que creo que es?—. Rebecca cubrió instintivamente su cuello cuando escuchó a su hermana hablar.

Cuando regresó a casa hace unos días se había asegurado de cubrir el chupetón que Freen le dejo. Así mismo lo cubrió bien todo el día de ayer, pero hoy se levantó con hambre y había supuesto que ni Rich ni Lotte se fijarían.

De todos modos ya no era tan notoria, así que solo se darían cuenta si observaban de cerca. Por lo que no esperaba el comentario de su hermana.

—¿Qué cosa?—. La Armstrong menor tartamudeó torpemente, intentando ignorar la obvia curiosidad de su querida mayor.

—Es una marca, una marca de un chupón—. La castaña razonó en voz alta, al mismo tiempo que contemplaba como debería burlarse de su hermanita.

—¡¿Becca tiene un chupetón?!—. Al parecer Richie logró escuchar a su gemela desde donde sea que haya estado, corriendo de inmediato hacia sus hermanas.

—No es un chupetón, es un piquete—. Murmuró Becky, avergonzada por el volumen de la exclamación de su hermano.

—Un piquete de Sarocha—. Charlotte río por su propio chiste, acompañado por Richie.

Becky suspiro intentando calmarse cuando su rostro empezó a arder, segura de que estaba increíblemente sonrojada. Esperaba que sus hermanos se aburrieran de burlarse de ella, y la dejaran en paz.

Por su lado, los gemelos decidieron que tendrían una pequeña charla con Chankimha cuando la vieran en el colegio.

Todo bien con ella y la libertad de pareja, pero Rebecca aún era su hermanita.

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—¿Entonces queda entendido, Sarocha?—. La mencionada asintió, ignorando las miradas penetrantes de ambos gemelos.

—Muy bien, nos vemos cuñada—. Luego de que Charlotte la despidiera, la tailandesa se apresuró a alejarse.

Hoy cuando se topó con Lotte y Richie a la salida, supuso que solo cruzarían un par de palabras como de costumbre. Pero parece que se dieron cuenta de la marca que le dejó a Becky en el cuello, porque le dieron una especie de charla acerca de eso.

No recordaba muy bien porque estaba avergonzada, y porque los gemelos le sonrieron de una manera que le causaba escalofríos. Describiría esas miradas y sonrisas como pasivo-amenazantes.

El punto de eso era que Becky era su hermanita, y Freen debía tratarla con ternura o ellos le harían quien sabe que cosa.

Lo que la ofendió un poco, Sarocha ya que nunca trataría a Becky con rudeza. Siempre se aseguraba de ser dulce con ella, justo como su novia era con la misma Freen.

—¡Freen!—. Y pensando en su novia, Becky llegó a saludarla con un beso en la mejilla.

—Hola bebé—. Sarocha ronroneó suavemente, besando brevemente los labios de la contraria.

—¿Qué pasa?, parecías extraña—. Preguntó la castaña, al mismo tiempo que empezaban a caminar juntas.

—Nada grave, solo una pequeña charla con tus hermanos—. Sonrío nerviosa Sarocha, pasando su brazo por el hombro de Becky.

—¿Rich y Lotte?, ¿tuvo que ver con el chupón que me dejaste?—. La Armstrong menor se sonrojo por el recuerdo.

—Algo así—. La tailandesa notó el sonrojo en las mejillas de Becky, decidiendo que era mejor centrarse en eso que en la plática con los otros Armstrong.

Con eso en mente, Freen besó cariñosamente las dos mejillas de Bec, sonriendo feliz por como el sonrojo creció. Repitiendo su acción en toda la cara de la joven, empezando con su frente y finalizando en sus labios.

Beso en donde Bec le correspondió, acariciando los mechones pelinegros.