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1. EL AMANECER DE UNA AVENTURA
Sus pies tocaron pequeños fragmentos de vidrio un poco intrigada al porque; alzo la vista viendo el desorden y los cuantos marineros que estaban siendo socorrados, sonrió "valientes quienes lo hicieron".
A pesar de todo debería de a ver una botella ilesa, camino hacia la mesa donde una mujer rápidamente hablo.
─ Disculpe pero ya no nos queda mercancía.
Lamentable porque quería beber algo, su viaje en busca de tierra fue largo estaba agotada pero estaba en busca de unos libros que se encontraban en la base marina ciento cincuenta y tres, necesitaba ese trago como fuerza para terminar el trabajo pero toco ir sin ello. Estaba por irse pero la detuvieron.
─ Toma ─ sonrió un chico con un peculiar sombrero de paja quien extendió una botella de licor, a su lado a unos pocos pasos detrás estaba otro chico que goteaba vergüenza y timidez y sus ojos lloraban de miedo.
Una tés clara y un lindo cabello rosado, le encantó era muy tierno más aquel chico de ligeros rizos y una gran sonrisa le interesaron.
─ Cre..cre..creo que la la dama no quiere eso don Luffy ─ jalo ligeramente el saco rojo de su compañero quien evitaba conflictos, sonrió correspondiendo y tomando aquel frasco.
─Me han salvado la vida, estoy a deuda chicos lindos ─ dio la vuelta y con una sonrisa ladina que aceleró los corazones de los jóvenes se alejo de ellos saliendo del lugar.
─ Pero que chica, ¿no crees Koby?─ golpeó las costillas con cuidado codeando, haciendo que este reaccionara tontamente después de verla salir de ahí. ─ Bueno vallamos por el mapa, que ya me está dando sueño ─
─ Será mejor que no valla, yo cuidare nuestro bote ─ si es que así se le podía llamar.
─ Bueno, si así lo quieres está bien volveré rápido ─ dijo mirando como su torpe compañero se alejaba casi a paso apresurado, queriendo escapar. ─ ¡Que gran chico! ─ Luffy sonrió al ver al pelirosa lejos de él y sin más se dispuso a tomar también su camino, aún no sabía por dónde entrar asi que estaba atrasadito ligeramente poquito.
