Slime desu ga Nani ka?

Capítulo 5.

Había pasado un tiempo desde la invasión duende, después de que nuestro slime azúl marino y sus compañeros acabaran con los goblins rojos que quedaban.

Pero hoy no estamos aquí para eso, ya que hoy pasa algo más interesante que mostrar el pasado, y ese es el presente.

Justamente en las puertas colapsadas de la ciudad, aunque ya no hay cuerpos muertos aún queda sangre seca que mancha los alrededores.

En frente de ellas hay una caravana de más de 5 carruajes de aspectos más o menos elegante, y detrás de ellos otros 4 que tiran de jaulas completamente vacías, y si has leído los episodios anteriores, te haces una idea de para qué son.

Pero por alguna razón no se adentraban en la ciudad, los caballos no querían seguir adentrándose, pues su instinto era más fuerte que el miedo al látigo.

Cuando los hombres bajaron de los carruajes se prepararon con sus armas para enfrentarse a la bestia que los separa de cientos de mujeres gratis.

Pero lo que vieron acabó confundiendolos más, hasta que el líder de los aventureros habló con duda.

Líder: ¿Qué demonios? ¿Un slime solitario?

"Hola Juan Carlos >:)".

Un simple slime estaba asustando a sus caballos y no querían avanzar, así que pensando que era una broma nada divertida, simplemente alzó la espada y la dejó caer sobre el monstruo.

Aunque para su sorpresa este la atrapó con sus tentáculos y no la quería soltar.

"Me... La... Pelas carnal >:∆".

Líder: ¡¿Qué?!

"¡Katrin, Jim ahora!".

Sin previo aviso un golem de piedras salió de entre los árboles y estirando los brazos hacia los lados se llevó se llevó 3 carretas por delante.

Mientras que desde el aire, una bella zorra con apariencia humanoide cae sobre una y usa sus garras para hacerla pedazos de un sólo golpe, y aunque no haya hecho otro movimiento, otras 4 se vieron cortadas también y ahora son inservibles.

Mientras tanto, el pendejo del líder trataba de jalar su espada de vuelta, usando toda su fuerza, pero el slime no la quería soltar, y tampoco podía despegarlo del suelo.

"Ay, papi no sabía qué querías mamarte espada, me lo hubiera dicho antes".

De la nada soltó la espada, y por la fuerza que el hombre hacía para que la soltara, terminó con el filo clavado en la cabeza y cayó muerto.

"Y creí que los gochos eran pendejos, sin ofender gochitos :v".

Pasando al lado del pendejo, nuestro slime fué directo a sus lacayos, quienes ya habían acabado con todos los invasores y dejaron libres a los caballos, quiénes se fueron por el miedo que tenían al estar allí.

Después, metieron todo lo que había de valor en los carruajes dentro de una casa en la ciudad, cosas como espadas, escudos, algo de dinero en incluso algo similar al alcohol que parecía ser muy bueno.

Después arrastraron los cuerpos a lo que parecía ser un hoyo sin fondo, el cual habían cavado hace unas semanas.

El slime tomó los cuerpos y los vio por última vez.

"Bueno, como hacía mi abuela cuando me salía un morado en el cuerpo: ¡Mantequilla, sal, azúcar, más mantequilla sábila, movimientos Random, meneamos!".

El meneaito, el meneaito, el meneaito.

"Pal horno :D".

Después de literalmente untarles cosas random a los muertos los tiró a la fosa llena de cadáveres y le prendió fuego con una antorcha y algo de aceite.