𝐌𝐀𝐇𝐈𝐃𝐄𝐕𝐑𝐀𝐍 | Una segunda oportunidad para Mahidevran Hatun y el şehzade Mustafá. ¿Lograrán alcanzar el poder y la gloria?
¿Mahidevran llegará a ser sultana?
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Fanfic del Imperio Otomano basado en la novela Muhteşem Yüzyıl (Siglo Magnífico:...
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Yo soy Gülbahar Mahidevran Hatun.
Mi nombre fue recordado en la historia por ser una figura poderosa que perdió en contra de un poder mucho más grande y sus enemigos. Sin embargo, ningún manuscrito ni libro de historia pudo narrar correctamente lo que fuí o lo que viví. Todo lo que se sepa de mi o lo que hice es mentira. Mis memorias, por no ser alguien de suma importancia, fueron mancilladas a su antojo con sucias mentiras.
¿Que saben aquellos que escribieron lo que viví? Absolutamente nada.
Nací en Grecia con el nombre de Adara Nikolaou, como hija de una pastora de ovejas y un importante comerciante, en el seno de una familia religiosa cristiana que no podía recordar bien. Esos dulces días solo fueron un segundo de mi vida. Mi niñez fue efímera, acabando al instante en el que aquellos bárbaros horribles saquearon mi pequeña aldea hasta reducirla a cenizas. Así me robaron la vida.
A mis seis años y medio llegué a un mercado de esclavos en Estambul, del cuál solo recuerdo su apariencia tenebrosa, mi soledad y el miedo que sentía ante los maltratos o los gritos de los demás. No fueron buenos días. Tres años, casi cuatro, de sufrimiento. Y después, cuando cumplí nueve años, el Khan de Crimea me compró a mí y a varias chicas hermosas para llevarnos al palacio del sultán del Imperio Otomano, Topkapı.
Mis inicios en el harén de Topkapı fueron desconcertantes. Vivía limpiando, ayudaba, cocinaba. Nada fuera de lo común. Lo único a lo que tenía que aferrarme era a mi amado Dios. Mi mente se sentía perdida, como si estuviera en una tierra totalmente desconocida, pero avancé lo más que pude en el juego. Tuve que acostumbrarme a un nuevo estilo de vida, aprender nuevas lenguas y otras costumbres, lo que no fue sencillo. Así transcurrió el tiempo hasta que cumplí los catorce años y fuí elegida por Ayşe Hafsa Kadın para ser llevada a Manisa como concubina del Şehzade Solimán, que fue el momento exacto en el que mi vida cambió. Todo lo que era cambio.
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El Şehzade Solimán me hizo una favorita después de una fiesta en la cuál bailé. Poco a poco fuí agarrando poder, gracias a mi nuevo puesto de concubina elegida, el cuál mejoró bastante mi situación. Tenía la atención del şehzade. Claro, eso tuvo el precio de ser usada para satisfacer los deseos de un príncipe y volverme madre de algún hijo, además de cambiar todo lo que era, cómo era tradición. Sin embargo, los príncipes de los cuentos de hadas eran diferentes a los de la vida real, totalmente. Solo seguí las reglas por mi supervivencia. Jamás hubo amor entre Solimán y yo, solo respeto, así que no tuve un amor verdadero en la vida.
